Investigación y sanción para agresores de la dirigente indígena Miriam Cisneros
26/02/2008
- Opinión
El viernes 22 de este mes, tres hombres secuestraron y agredieron, física y sicológicamente, a Miriam Cisneros, dirigente de Sarayaku y esposa de Marlon Santi, Presidente de la CONAIE.
Ante este cobarde y alevoso ataque, la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos, (CEDHU) se solidariza con la víctima y la Organización indígena y exige a las autoridades gubernamentales la investigación, esclarecimiento de los hechos y sanción a los autores, pues el Estado debe asegurar la vigencia de los derechos humanos para la población.
Las agresiones inflingidas a Miriam Cisneros, mientras se le preguntaba acerca del movimiento indígena, expresan un claro desprecio por los derechos humanos, y se dimensiona aún más cuando la agraviada reúne la condición de mujer, dirigente y esposa de Marlon Santi, Presidente de la CONAIE.
A través de estas formas de violencia se intenta acallar las voces de grupos sociales que reclaman atención a sus necesidades más urgentes y el respeto como pueblos. Por tanto, se espera que el Gobierno inicie una investigación pronta y adopte medidas adecuadas y efectivas para garantizar la seguridad de los y las dirigentes de las organizaciones indígenas.
Este amedrentamiento es de especial preocupación para los organismos de derechos humanos nacionales e internacionales, en vista de que el Ecuador es signatario de instrumentos internacionales como la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, de Belem do Pará.
Quito, febrero 26 de 2008
Hna. Elsie Monge
Directora ejecutiva
Comisión Ecuménica de Derechos Humanos, CEDHU
Ante este cobarde y alevoso ataque, la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos, (CEDHU) se solidariza con la víctima y la Organización indígena y exige a las autoridades gubernamentales la investigación, esclarecimiento de los hechos y sanción a los autores, pues el Estado debe asegurar la vigencia de los derechos humanos para la población.
Las agresiones inflingidas a Miriam Cisneros, mientras se le preguntaba acerca del movimiento indígena, expresan un claro desprecio por los derechos humanos, y se dimensiona aún más cuando la agraviada reúne la condición de mujer, dirigente y esposa de Marlon Santi, Presidente de la CONAIE.
A través de estas formas de violencia se intenta acallar las voces de grupos sociales que reclaman atención a sus necesidades más urgentes y el respeto como pueblos. Por tanto, se espera que el Gobierno inicie una investigación pronta y adopte medidas adecuadas y efectivas para garantizar la seguridad de los y las dirigentes de las organizaciones indígenas.
Este amedrentamiento es de especial preocupación para los organismos de derechos humanos nacionales e internacionales, en vista de que el Ecuador es signatario de instrumentos internacionales como la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, de Belem do Pará.
Quito, febrero 26 de 2008
Hna. Elsie Monge
Directora ejecutiva
Comisión Ecuménica de Derechos Humanos, CEDHU
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