Los trabajadores de las Cooperativas de Trabajo Asociado contra la pared
19/01/2008
- Opinión
Mediante el Proyecto de Ley (PL) 144, el Gobierno reafirma su propósito de continuar impulsando una de las formas de contratación laboral que más rechazo ha provocado en el mundo del trabajo, ya que pone al trabajador, sin que aparezca el patrono o empresario, contra la pared en su obligación de aportar para el SENA, ICBF y las Cajas. En las sesiones extraordinarias del Congreso, las que serán citadas esta semana por el Gobierno, el tema de las Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA) hará parte de la agenda legislativa.
Con la presentación por parte del Gobierno del Proyecto #144 de 2007, radicado el 27 de septiembre enla Cámara de Representantes, “Por el cual se crean las contribuciones especiales a cargo de las Cooperativas y Precooperativas de Trabajo Asociado”, éste reafirma su propósito de continuar impulsando una de las formas de contratación laboral que más rechazo ha provocado en el mundo del trabajo, ya que pone al trabajador, sin que aparezca el patrono o empresario, contra la pared en su obligación de aportar para el SENA, ICBF y las Cajas. Seguramente, según medios extraoficiales, dicho proyecto hará parte de la agenda de las sesiones extraordinarias del Congreso de la República próximas a convocar.
Dice el Ministro dela Protección Social , en su exposición de motivos, que a partir de la década de los 80, diría yo que en los 90, se ha observado la ampliación de fuentes de trabajo con diversas estrategias, entre ellas el auge de las Cooperativas de Trabajo Asociado –CTA–: “las que vinculan el trabajo personal de sus asociados y sus aportes económicos para la producción de bienes, ejecución de obras o la prestación de servicios en forma autogestionaria” (Decreto 4588/06)”. Reitero, vínculo de trabajo personal en la producción de bienes y ejecución de obras o servicios. Según él, el mundo del trabajo ya no sólo se ha dividido entre independientes (sin patrones) y asalariados (con patrones), sino el de los “trabajadores asociados”, agrupados dizque bajo “declaraciones sobre identidad Cooperativa como forma de generar trabajo digno y sustentable”.
En su rebuscada teoría, el Ministro acoge las supuestas preocupaciones del mundo del Cooperativismo, relacionadas con posibles desviaciones e indebidas utilizaciones de este tipo de asociaciones; preocupaciones no difíciles de responder por cuanto han sido sólo los patronos o los capitalistas los que han aprovechado, a favor de sus intereses, este tipo de reordenamientos. Las afirmaciones de las supuestas bondades de las CTA las apoya en las conclusiones del CICOPA (1), cuales son la creación y mantenimiento de puestos de trabajo sustentables que generen riquezas (¿para quiénes?) a través de la autogestión democrática de los mismos trabajadores, con un gran sofisma de distracción cual es el trasladar la relación de asalariado dependiente convencional a la de “trabajador individual autónomo”, con una supuesta libertad de las relaciones de trabajo, gestión, disposición y manejo de los medios de producción. Han hecho desaparecer por completo al dueño de la empresa y de los medios de producción. No obstante, al transcribir las pautas del CICOPA, pareciera lo traicionaran, el que parece ser el pecado mayor de las CTA:
“Ser usados como instrumentos para flexibilizar o hacer más precarias las condiciones laborales de los trabajadores asalariados y no actuar como intermediarios convencionales para puestos de trabajo” (2) , lo que fue una clara advertencia de lo que podría suceder y que, efectivamente, ha sucedido.
Es una burla al trabajador pretender convertirlo en APORTANTE Y GESTOR EMPRESARIAL, según el Decreto 4588/06, sólo para desconocerle su régimen de trabajo, su previsión y seguridad social y, de paso, sacarlo de la legislación laboral que rige los demás asalariados. Es una hábil maniobra del capitalismo inducido por las grandes empresas (hoy llamadas clientes) como instrumento de flexibilización laboral y también utilizada por el Estado para la reestructuración de sus entidades
En esta maniobra, la relación empresa/asalariado se transforma en simple CLIENTE que demanda una producción de bienes o servicios, no ya de un asalariado, sino de un ASOCIADO. Desaparece la empresa o el patrono y el trabajador es, supuestamente, adherido voluntariamente como dueño de los medios de producción en un proceso autogestionario. De esta maniobra, quienes más se han beneficiado han sido algunas entidades del mismo Estado y algunas del sector privado, tales como el sector salud, transporte, educación y servicios públicos domiciliarios. En especial, en el sector salud, cada vez que supuestamente se reestructura un hospital, sus trabajadores son despedidos y luego reintegrados bajo la modalidad de CTA. Por supuesto, el Gobierno se ha declarado incapaz de frenar los abusos por la utilización de las CTA. Esta intermediación le ha permitido a los empresarios y a las entidades del Gobierno ganancias entre el 12% y el 15%.
En aras de la discusión, podríamos reconocer algunas actividades, servicios o producción de bienes transitorios, no propios de la empresa o de sus supuestos misionales, que podrían ser contratados mediante la figura del “outsursing” con las llamadas CTA, que debería ser objeto de una audaz reglamentación, mas sabemos de antemano que el Gobierno es sordo a este tipo de recomendaciones.
El carácter, supuestamente no laboral, de las actividades desarrolladas por los trabajadores asociados, por fuera de la legislación laboral, ha sido una triste parodia. Veamos algunos: A las primas de fin de año se les llama BONIFICACIONES, a las cesantías se les llama BONIFICACION ANUAL, a las vacaciones se les llama BONIFICACIONES POR DESCNSO. Como reza el dicho popular, el mismo perro pero con distinta guasca. Los aportes ala Seguridad Social están a cargo del asociado, tal como le sucede a aquellos supuestos independientes que trabajan por contratación de servicios, o en algunas CTA; éstas contribuyen parcialmente a su pago, movidas en “su corazón” por su condición de patronos. La afiliación a las Cajas de Compensación no es obligatoria pero sí discrecional de la CTA , como tampoco es obligatorio contribuir al ICBF ni al SENA, ni tampoco incurrir en costos por contratación de aprendices. Hoy el Gobierno, por medio del Proyecto #144 de 2007, quiere terciar en esta parodia con fuerza de Ley. Recuérdese que el diccionario define el término parodia como cualquier imitación burlesca de una obra; esta vez en relación con la legislación laboral y de seguridad social vigente para los trabajadores colombianos y derivada, incluso, de convenios internacionales como los de la Organización Internacional del Trabajo –OIT-.
Interesante resulta conocer los malabares del Gobierno en la argumentación de su iniciativa. Sostiene que al año 2006 existían 3.296 CTA, las que pueden agrupar a 451.869 asociados (trabajadores), las que generan aproximadamente medio millón de “contratos mercantiles o civiles” por mes, de los que dependen 1’250.000 personas, las que sufren muchísimo cuando los contratos no son continuos sino estacionales o por temporadas de cuatro o seis meses. Sin embargo, preocupa, según el Gobierno, que 8 de cada 10 CTA, clasificadas en el rango de pequeñas o microempresas, es decir el 97,61%, asuma nuevas cargas parafiscales impositivas. Tan sólo el 2% de las CTA podría asumir dichas cargas sin un retorno directo. Pero más aún, y más triste es la realidad que nos da a conocer el mismo Gobierno cuando sostiene que los balances de la actividad empresarial de las CTA están muy por debajo del crecimiento de los demás sectores económicos, incluso del sector solidario, con márgenes netos de tan sólo el 0,53%, ó de cada peso que ingresa tan sólo $0,05 (cinco centavos) se convierten en excedentes cooperativos; por consiguiente, “se evidencia que este subsector de la economía es extremadamente sensible a los riesgos externos generados por el impacto económico de las normas, en este caso de las fiscales”.
Luego, gravar con un 10% aproximadamente a los “asociados” (trabajadores) para la previsión social (ICBF, SENA, CCF), más las cargas tributarias y complementarias dela CTA , más los impuestos territoriales de industria y comercio, más los correlativos al IVA, empeoran la situación no sólo de las CTA, sino de sus “asociados”. El Gobierno, en aras de justificar su proyecto, acepta que, lo que les quitaría con la nueva carga impositiva (parafiscales), se los retribuiría con los beneficios del subsidio familiar dispensado por las Cajas de Compensación, con el sistema de formación para el empleo del SENA y con los programas del ICBF al permitirle a la familia del “asociado” acceder a los programas, proyectos y actividades dirigidas la familia. Hábilmente quieren obligar al “asociado”, por fuerza de Ley, para que supuestamente incluya en sus estatutos la contribución parafiscal (CCF, SENA, ICBF), es decir el 9% de sus ingresos ordinarios, a diferencia de los asalariados donde esta contribución es compartida con el patrono.
Lo que el Gobierno oculta es que la contribución parafiscal de esos 500.000 “asociados” (trabajadores) es necesaria para poder sostener el Sistema de Protección Social, no como componente del Estado Social de Derecho, sino como una medida de solventar los estragos del modelo neo-liberal o de acumulación de riquezas que ha dejado el 51% (23’400.000) de la población en línea de pobreza y a 7’691.000 personas en indigencia, según sus propias cifras. Lo grave es que estas cargas recaen sobre el trabajo y no sobre los que acumulan las ganancias (el patrón o empresario). ¿Por qué no gravar a las llamadas EMPRESAS/CLIENTES que hacen uso de esta descarada intermediación laboral?
El debate está planteado. Aspiro a que los gremios, en especial los sindicatos, las centrales obreras, las agremiaciones y representantes del sector solidario participen o nos hagan llegar sus planteamientos; estaremos atentos a ello.
Bogotá, 19 de enero de 2008
Notas
(1) Ver Gaceta No.479 del 27/09/2007. Exposición de Motivos, Diego Palacio Betancourt.
(2) Ibidem. Les invitamos a leer más artículos de la autoría del Honorable Representante German Reyes. Para ello, el siguiente vínculo: http://www.codeliberar.org/noticias/articulos_german.html
- Germán Enrique Reyes Forero es representante ala Cámara por el PDA
Con la presentación por parte del Gobierno del Proyecto #144 de 2007, radicado el 27 de septiembre en
Dice el Ministro de
En su rebuscada teoría, el Ministro acoge las supuestas preocupaciones del mundo del Cooperativismo, relacionadas con posibles desviaciones e indebidas utilizaciones de este tipo de asociaciones; preocupaciones no difíciles de responder por cuanto han sido sólo los patronos o los capitalistas los que han aprovechado, a favor de sus intereses, este tipo de reordenamientos. Las afirmaciones de las supuestas bondades de las CTA las apoya en las conclusiones del CICOPA (1), cuales son la creación y mantenimiento de puestos de trabajo sustentables que generen riquezas (¿para quiénes?) a través de la autogestión democrática de los mismos trabajadores, con un gran sofisma de distracción cual es el trasladar la relación de asalariado dependiente convencional a la de “trabajador individual autónomo”, con una supuesta libertad de las relaciones de trabajo, gestión, disposición y manejo de los medios de producción. Han hecho desaparecer por completo al dueño de la empresa y de los medios de producción. No obstante, al transcribir las pautas del CICOPA, pareciera lo traicionaran, el que parece ser el pecado mayor de las CTA:
“Ser usados como instrumentos para flexibilizar o hacer más precarias las condiciones laborales de los trabajadores asalariados y no actuar como intermediarios convencionales para puestos de trabajo” (2) , lo que fue una clara advertencia de lo que podría suceder y que, efectivamente, ha sucedido.
Es una burla al trabajador pretender convertirlo en APORTANTE Y GESTOR EMPRESARIAL, según el Decreto 4588/06, sólo para desconocerle su régimen de trabajo, su previsión y seguridad social y, de paso, sacarlo de la legislación laboral que rige los demás asalariados. Es una hábil maniobra del capitalismo inducido por las grandes empresas (hoy llamadas clientes) como instrumento de flexibilización laboral y también utilizada por el Estado para la reestructuración de sus entidades
En esta maniobra, la relación empresa/asalariado se transforma en simple CLIENTE que demanda una producción de bienes o servicios, no ya de un asalariado, sino de un ASOCIADO. Desaparece la empresa o el patrono y el trabajador es, supuestamente, adherido voluntariamente como dueño de los medios de producción en un proceso autogestionario. De esta maniobra, quienes más se han beneficiado han sido algunas entidades del mismo Estado y algunas del sector privado, tales como el sector salud, transporte, educación y servicios públicos domiciliarios. En especial, en el sector salud, cada vez que supuestamente se reestructura un hospital, sus trabajadores son despedidos y luego reintegrados bajo la modalidad de CTA. Por supuesto, el Gobierno se ha declarado incapaz de frenar los abusos por la utilización de las CTA. Esta intermediación le ha permitido a los empresarios y a las entidades del Gobierno ganancias entre el 12% y el 15%.
En aras de la discusión, podríamos reconocer algunas actividades, servicios o producción de bienes transitorios, no propios de la empresa o de sus supuestos misionales, que podrían ser contratados mediante la figura del “outsursing” con las llamadas CTA, que debería ser objeto de una audaz reglamentación, mas sabemos de antemano que el Gobierno es sordo a este tipo de recomendaciones.
El carácter, supuestamente no laboral, de las actividades desarrolladas por los trabajadores asociados, por fuera de la legislación laboral, ha sido una triste parodia. Veamos algunos: A las primas de fin de año se les llama BONIFICACIONES, a las cesantías se les llama BONIFICACION ANUAL, a las vacaciones se les llama BONIFICACIONES POR DESCNSO. Como reza el dicho popular, el mismo perro pero con distinta guasca. Los aportes a
Interesante resulta conocer los malabares del Gobierno en la argumentación de su iniciativa. Sostiene que al año 2006 existían 3.296 CTA, las que pueden agrupar a 451.869 asociados (trabajadores), las que generan aproximadamente medio millón de “contratos mercantiles o civiles” por mes, de los que dependen 1’250.000 personas, las que sufren muchísimo cuando los contratos no son continuos sino estacionales o por temporadas de cuatro o seis meses. Sin embargo, preocupa, según el Gobierno, que 8 de cada 10 CTA, clasificadas en el rango de pequeñas o microempresas, es decir el 97,61%, asuma nuevas cargas parafiscales impositivas. Tan sólo el 2% de las CTA podría asumir dichas cargas sin un retorno directo. Pero más aún, y más triste es la realidad que nos da a conocer el mismo Gobierno cuando sostiene que los balances de la actividad empresarial de las CTA están muy por debajo del crecimiento de los demás sectores económicos, incluso del sector solidario, con márgenes netos de tan sólo el 0,53%, ó de cada peso que ingresa tan sólo $0,05 (cinco centavos) se convierten en excedentes cooperativos; por consiguiente, “se evidencia que este subsector de la economía es extremadamente sensible a los riesgos externos generados por el impacto económico de las normas, en este caso de las fiscales”.
Luego, gravar con un 10% aproximadamente a los “asociados” (trabajadores) para la previsión social (ICBF, SENA, CCF), más las cargas tributarias y complementarias de
Lo que el Gobierno oculta es que la contribución parafiscal de esos 500.000 “asociados” (trabajadores) es necesaria para poder sostener el Sistema de Protección Social, no como componente del Estado Social de Derecho, sino como una medida de solventar los estragos del modelo neo-liberal o de acumulación de riquezas que ha dejado el 51% (23’400.000) de la población en línea de pobreza y a 7’691.000 personas en indigencia, según sus propias cifras. Lo grave es que estas cargas recaen sobre el trabajo y no sobre los que acumulan las ganancias (el patrón o empresario). ¿Por qué no gravar a las llamadas EMPRESAS/CLIENTES que hacen uso de esta descarada intermediación laboral?
El debate está planteado. Aspiro a que los gremios, en especial los sindicatos, las centrales obreras, las agremiaciones y representantes del sector solidario participen o nos hagan llegar sus planteamientos; estaremos atentos a ello.
Bogotá, 19 de enero de 2008
Notas
(1) Ver Gaceta No.479 del 27/09/2007. Exposición de Motivos, Diego Palacio Betancourt.
(2) Ibidem. Les invitamos a leer más artículos de la autoría del Honorable Representante German Reyes. Para ello, el siguiente vínculo: http://www.codeliberar.org/noticias/articulos_german.html
- Germán Enrique Reyes Forero es representante a
https://www.alainet.org/es/active/21803?language=en
Del mismo autor
- En el caso de Yidis, a quién acusar? 26/06/2008
- Estado comunitario, Estado de derecho o Estado de bienestar 12/06/2008
- Si el internacionalismo proletario se da en los golpes al TLC, ¡bienvenido sea! 25/04/2008
- Los trabajadores de las Cooperativas de Trabajo Asociado contra la pared 19/01/2008
- Los biocombustibles, un debate por promover 09/08/2007
- Agenda legislativa manchada por la parapolítica 23/02/2007
- Un Proyecto de Ley en contra del interés nacional y regional 19/11/2006
Clasificado en
Clasificado en:
