El III Congreso de la Confederación de las Nacionalidades y Pueblos del Ecuador -CONAIE-concluyó sus deliberaciones en la madrugada del 13 de enero, señalando que “América Latina ha iniciado un profundo proceso de cambios estructurales”, del cual también forma parte Ecuador, “pero que el gobierno excluye a las organizaciones sociales que han luchado permanente y decididamente contra el neoliberalismo", puesto que fundamenta su proceso de revolución ciudadana "en la fortaleza del Estado y no de los pueblos organizados".
Durante el evento, que tuvo lugar en la ciudad de Santo Domingo de los Tsachilas, a partir del día 10, la tónica fue de inconformidad ante el régimen por las políticas ante los pueblos indígenas. El flamante presidente de la organización, Marlon Santi, en declaraciones para ALAI, precisó este sentir: el gobierno de Rafael Correa "no pone en su agenda la propuesta del movimiento indígena. Para ellos, todos somos ciudadanos, pero el Ecuador, desde la concepción de pueblos y nacionalidades, es un Ecuador plurinacional y pluricultural; ellos quieren borrar esa palabra. Yo digo, somos ciudadanos en la diversidad, somos diversos, con distintas expresiones culturales, formas de vida, espacios territoriales, entonces el gobierno tiene que respetar esa diversidad, que es el origen del estado ecuatoriano, antes de la creación de la República".
La propuesta de realizar una Asamblea Constituyente surgió primero del propio movimiento indígena, a inicios de los '90, nos recuerda el futuro vicepresidente de la CONAIE, Miguel Guatemal, precisando que “recién en la pasada campaña electoral fue recogida por Correa, quien, sin embargo, quiere poner en un solo lugar a todos, sin distinción, sin respetar nuestras identidades". Pregunta, por ejemplo, “¿qué pasará en el caso de los recursos naturales? En la campaña se habló de la nacionalización de los recursos naturales; en cambio, hoy está hablando del desarrollo de los recursos naturales, y ¿cómo está haciendo el desarrollo? está negociando con Japón. Pero ¿estará consultando con los Huaorani, estará consultando con los Shuar, Achuar?" Son estos temas, entre otros, que la CONAIE quiere ver garantizados en la nueva Constitución, actualmente en proceso de elaboración.
Un llamado a la unidad
El Congreso, que inscribió a 1300 delegados de las 14 Nacionalidades y de 18 Pueblos del Ecuador, se destacó por la voluntad de renovar las dirigencias, con una mayor inclusión de las distintas Nacionalidades y pueblos, logrando un cierto equilibrio entre la Sierra (cuya población es mayoritaria) y la Amazonia y Costa, hecho que se encuentra expresado en la nueva directiva. Un mensaje claro en tal sentido fue la elección por consenso del nuevo presidente: Marlon Santi, no solo como expresión de unidad, sino como un referente formado en las luchas por territorio y resistencia contra las petroleras en la emblemática Sarayacu, en la región amazónica.
Justamente, los dos principales retos que se plantea Santi, al asumir la presidencia, son, por una parte: "aglutinar a todas las nacionalidades, llamar a la unidad, nuevamente hacerle a la CONAIE como un movimiento fuerte en Latinoamérica"; para lo cual él se propone "caminar de base en base, de pueblo en pueblo". Y por otra, la lucha de la CONAIE "contra las transnacionales que están retaceando el territorio indígena. En el petróleo, minería, agua, bosque. Vamos a luchar contra eso porque eso es nuestro espacio de vida, es el futuro de nuestros hijos, el futuro de nuestros nietos y el futuro de la humanidad".
Entre las principales resoluciones del Congreso, destaca igualmente la disposición para que la CONAIE impulse la recuperación y defensa de las tierras y territorios ancestrales; la anulación de las concesiones petroleras, mineras, madereras, hidroeléctricas y otras que afectan a las nacionalidades y pueblos; la realización de estudios de impacto ambiental y la indemnización por daños. Se reivindica también el control de los pueblos sobre los recursos naturales y la democratización del acceso al agua; además de la desmilitarización de los territorios indígenas.
Respecto a la Asamblea Constituyente, señala Guatemal, la CONAIE ya presentó una propuesta de nueva Constitución, construida desde las bases, “ no solamente para el movimiento indígena, sino una reforma de todo el país, para todos los sectores". El congreso, para reforzar tal propuesta, dio particular énfasis al reclamo de declarar como Ley de la República la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas, aprobada por la ONU en septiembre pasado. Como también, al reconocimiento en la nueva Carta Magna del Ecuador como un Estado Plurinacional "basado en la existencia de la diversidad de las nacionalidades y pueblos, como entidades económicas, políticas, culturales e históricas diferentes" (La presente Constitución, de 1998, reconoce un Estado Pluricultural).
Asimismo, la organización indígena plantea que la Asamblea Constituyente declare a Ecuador como país libre de transgénicos y adopte la Ley de Biodiversidad formulada por ella. Para el efecto, Guatemal considera que es posible establecer acuerdos con un sector de asambleístas del oficialismo, para que -al menos en parte- sean incorporadas a la nueva Constitución. Pero cualquier diálogo irá de la mano de movilizaciones en apoyo a las demandas indígenas.
En lo internacional, la CONAIE comprometió una participación activa en el Día de Acción Global convocado por el Foro Social Mundial para el 26 de enero, con acciones de solidaridad con el gobierno de Evo Morales y el pueblo boliviano, y contra los megaproyectos privatizadores como el IIRSA. Denuncia las "políticas genocidas y etnocidas del gobierno de Chile respecto de los ataques y crímenes en contra del pueblo Mapuche, y del gobierno colombiano contra los pueblos indígenas".
Entre otros temas debatidos en las 12 mesas de trabajo, se incluye la afirmación de que los recursos genéticos indígenas son propiedad de los pueblos, tema que debería incluirse en la Constitución. Asimismo, se planteó la restitución de las áreas protegidas a los pueblos indígenas. Se habló de mecanismos para fortalecer el sistema educativo intercultural bilingüe, y para mejorar el currículo.
En el tema de salud, se resaltó que la medicina tradicional es uno de los valores a rescatar y fortalecer; y tanto en esa mesa como en la de seguridad alimentaria, se enfatizó en la necesidad de trabajar en el rescate y fortalecimiento del conocimiento tradicional, así como asegurar la alimentación para esta y las futuras generaciones. La juventud, por su parte, elaboró propuestas de crear espacios propios y tener mayor participación en el proceso general.
Jonson Cerda, quien presidió el congreso, concluye que la CONAIE ha salido fortalecida de este tercer Congreso. Tanto por los acuerdos logrados, como porque "existía una fuerte presión a las organizaciones por tratar de debilitarlas, desde grupos vinculados a empresas extractivas -según afirmó en entrevista con ALAI-; gente vinculada al tema petrolero, a las mineras, que lograron, de algún modo, desestabilizar. Pero nos hemos fortalecido; hemos podido ver aquí la presencia de todas las nacionalidades y con propuestas. Eso nos ha hecho ver que hemos superado este golpe que hemos recibido por parte de estas empresas".