Núcleo Bolivia y Venezuela para impulsar UNASUR y revolución bolivariana
- Opinión
Mayo 1809 se inicia rebelión americana en Charcas, abril 1810 sigue en Caracas y mayo nuevamente pero de 1810 continua en Buenos Aires. Fechas importante que resumen origen histórico de alianza Charcas, Caracas y Buenos Aires, que hoy se amplia a Bolivia, Perú, Argentina, Venezuela, Colombia, Paraguay, Uruguay y Ecuador. También a cada uno de países de Suramérica y Latinoamérica en conjunto.
Esta circunstancia histórica hizo que Simón Bolívar victorioso ya después de decenas de batallas, subiera a Cerro Rico Potosí en 1826, proclamando desde allí, junto a Sucre, Juana Azurduy y Gregorio Lanza - entre otros guerrilleros que aún quedaban vivos – la unidad indoamericana. Nadie más indicado que Bolívar y equipo para proclamar y llamar a construir unión sólida y desarrollo integral de pueblos rebeldes y repúblicas nacientes, como eran todos en ese momento.
Hoy, abril 2007, se ha creado UNASUR o Unión Naciones de Sudamérica en Cumbre Energética de Isla Margarita. Se ha firmado por totalidad presidentes de la región nacimiento y programa acción de UNASUR, es decir de sueño de Bolívar y cientos de líderes y mártires que concibieron una América democrática, social, digna y libre. Pero siempre ocurre en actos trascendentes de la historia, sólo un núcleo interior sólido y a prueba de toda dificultad puede dar impulso a esta obra inconclusa.
Ese núcleo - en circunstancias actuales y de principio siglo XXI - no puede ser otro que alianza sólida de Bolivia con Venezuela Bolivariana y también completando la misma con Argentina peronista y revolucionaria. En Bolivia existe Gobierno nacional que impulsa transformaciones sociales y políticas, en Venezuela Bolivariana hay conciencia elevada de pertenece al sur y Argentina conoce muy bien que por vía capitalista clásica y neoliberal no se desarrollará plenamente como se merece.
Países en la región han llegado tarde - aunque no necesariamente debió ser así – al desarrollo sostenido y modernización. Se adelantó en gran manera EE.UU., Japón y Europa, países que de hecho conforman alianza mundial para su propio beneficio. Japón invierte en EE.UU. y Japón mismo, pero no en tercer mundo. EE.UU. lo hace mayormente en EE.UU., Japón y Europa pero no en países pobres. Europa invierte en sí misma, Japón y EE.UU.., mayormente. Aunque entre ellos tienen contradicciones de fondo y forma, se han dado modos para no estorbarse en profundidad.
Cuando estos tres núcleos del norte ofrecen inversiones a resto del mundo, como China, India y Europa oriental, ponen al mismo tiempo condiciones que prácticamente les obligan a pagar poco a sus trabajadores y también a adherirse a guerras de petróleo, donde estos países no tienen nada que hacer. Peor es situación de África, Latinoamérica y Asia pobre, ya que ideología de globalización y liberalismo se debe imponer a costa de empobrecer a masas, casos concretos Brasil, Argentina, Colombia, Paraguay, Bolivia, Perú, Ecuador, Uruguay, Venezuela y también Chile.
Es decir en países de la región reina confusión, enajenación, pobreza creciente y violencia de mafias contra los Estados nacionales. Guerras abiertas con centenas de muertos en Río de Janeiro, San Pablo, Acapulco, México, Colombia y otros, muestran que en muchos casos mafias son más poderosas que policías locales y aún nacionales. Causa es pobreza, miseria, ignorancia, enfermedad y olvido de millones de relegados.
Solución existe para la región y consiste en programa UNASUR basado en siguientes puntos. Planificación energética a corto, mediano y largo plazo. Es decir que con recursos energéticos que posee la región, bien se puede y debe planear futuro energético de Sudamérica, Centroamérica y Caribe, en este caso. Esto ya de por sí diferencia a UNASUR de Comunidad Europea ( CE ), EE.UU., Japón y Canadá.
Es caso atípico y fuera de previsiones de economía capitalista - a la que todavía se debe la región - que países unidos por objetivos comunes de desarrollo integral, dignidad y libertad, planeen su futuro energético en forma pacífica. Energía es casi todo para desarrollo empresarial sostenible, plan energético lo es también, pero gerencia de este plan hasta su concreción y consolidación lo es todo prácticamente.
En este primer basamento es que Bolivia y Venezuela Bolivariana deben aspirar jugar rol esencial para construir gasoductos continentales y regionales, hidro- y termo- eléctricas, plantas GLP, GNL y GNC, petroquímicas, etc. Dos países que coinciden - como rara vez en historia universal esto es posible - en origen histórico y democrático, ideología libertaria, revolución bolivariana y poder popular, liderato revolucionario y protagónico de masas, materias primas e hidrocarburos en abundancia, potencial hidroeléctrico prácticamente ilimitado, especialmente en Bolivia, posición geopolítica y geoestratégica favorable, apoyo de países y pueblos hermanos y del mundo, etc.
Segundo basamento para unión es ALBA y su ampliación a todos y cada uno de los países UNASUR. ALBA da posibilidad de comerciar entre pueblos y empresas o agentes económicos no tradicionales. Cuba compra alimentos y Bolivia se los vende. Venezuela Bolivariana importa soya y carnes y Argentina con Bolivia se las proveen. Artesanos intercambian. Se promueve transferencia de tecnologías y experiencias.
Tercer basamento es Banco Sur que puede y de hecho lo hará cada vez con mayor fuerza, financiar a largo plazo y con bajos intereses proyectos industriales y agrícolas, energéticos, infraestructura, mineros, metalúrgicos, siderúrgicos, petroquímicos, telecomunicaciones, mecatrónica, robótica, biotecnologías, genética, etc.
Como alguien dijera hace pocos años, Sudamérica y Latinoamérica en conjunto con Caribe, está llamada a convertirse en nueva potencia mundial, pero esta vez inclusiva y pacífica. Planificación - que únicamente es propio de nuevas civilizaciones sociales o socialistas - evitará violencia y guerras de conquista. Algo que en siglo XXI sólo esta región, pero de hecho no EE.UU., Japón y CE, puede ofrecer al mundo como resultado de ejercitar pilares fundamentales de vía bolivariana hacia desarrollo integral ecológicamente sostenible, a saber tecnopolítica, tecnointeligencia, revolución conocimientos en cerebro masas populares y liderato popular protagónico.
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