Los tiempos en la actual coyuntura política
01/04/2007
- Opinión
Con profunda decisión militante he asistido a reuniones convocadas por distintas organizaciones políticas, sindicales y gremiales, para tratar sobre la Asamblea Constituyente. Igualmente, sigo con especial atención otros eventos convocados en ese propósito, a los cuales no puedo asistir, a pesar de mi decisión de apoyarlos. Los objetivos y conclusiones a los que se arriban en las distintas reuniones mencionadas, señalan la necesidad impostergable de insistir sobre los tiempos a considerar en la actual coyuntura política.
Efectivamente, se constata que el lugar común de todas las reuniones es el plantear como objetivos principales: la modalidad para la selección de asambleístas, el optar por listas únicas o múltiples, e incluso la selección inmediata y la casi proclamación de candidatos. Relegada al segundo plano, se ubica la discusión, con mayor o menor profundidad, sobre algunos contenidos de la Constitución de la República vigente que ameritan ser reformados. La política de alianzas no se la menciona ni se la discute, puesto que parecen considerar que el mero hecho de reunirse es ya una clara demostración de una férrea alianza, todo ello a pesar de que las reuniones terminan fracturándose cuando afloran las apetencias de los potenciales candidatos.
La discusión seria sobre la forma de encarar la votación en la Consulta Popular es la gran ausente en todos los eventos referidos, a pesar de la importancia crucial que esta tiene. Un falso triunfalismo parece haberse aposentado en el seno de las fuerzas pro constituyente, por lo que parece consideran que este tema es intrascendente ante las bastardas apetencias personales por ser “electos” asambleístas, con artimañas o sin ellas.
El panorama breve y duramente descrito, es especialmente preocupante y peligroso, si se consideran las siguientes circunstancias:
1. La derecha, encabezada por la Democracia Cristiana, autora principal de la Constitución de 1998, cuyo contenido responde al ideario neoliberal rechazado, encabeza un gran frente por el NO en la Consulta, que se apresta a dar dura batalla;
2. La Democracia Cristiana, no sólo lucha desde fuera del gobierno, sino que lo hace, en forma soterrada, a través de sus miembros de siempre, que ocupan algunos de los más altos cargos en el gobierno del Presidente Rafael Correa;
3. La Democracia Cristiana y el Movimiento Libertario, las fuerzas visibles que luchan por el NO en la Consulta Popular son las únicas organizaciones políticas que registraron tesorero para la campaña para la Consulta Popular. Ningún partido o movimiento que lucha por el SI inscribió tesorero;
4. Las fuerzas pro constituyente, parecen no tener conciencia de que el triunfe del SI, sólo será posible si nuestra votación supera a la suma de los votos que se manifiesten por el NO, los blancos y nulos, toda vez que el artículo 115 de la Ley de Elecciones establece que: “La decisión adoptada será obligatoria si el pronunciamiento popular contare con el respaldo de la mayoría absoluta de votantes”.
5. Tampoco las fuerzas pro constituyente parecen entender que el número de votos que deberemos alcanzar oscilará alrededor de los 3 millones quinientos mil, esto es una votación similar a la alcanzada por el presidente Correa en la segunda vuelta;
6. Las fuerzas pro constituyente, tampoco parecen otorgar importancia a un hecho irrefutable: todos los grandes medios de información se alinean con el NO, como lo demuestra los grandes espacios de entrevistas que conceden a los voceros del NO. La concesión de ¾ de página por parte de El Comercio a Oswaldo Hurtado Larrea en su edición del día de hoy domingo 1 de abril, o la posición de casi todos los editorialistas a favor del NO confirman nuestro aserto; y,
7. Las fuerzas pro constituyente parecen igualmente no advertir que, en la consulta popular en marcha, el imperialismo y sus lacayos pondrán todas las castañas al fuego, seguro de que si triunfa el SI en el Ecuador y se realiza la Asamblea Constituyente se consolidará el camino hacia el cambio y la transformación en América Latina.
En ese marco, los ingentes esfuerzos que realiza diariamente el Presidente Correa y algunas de las fuerzas que apoyan el SI por la constituyente, podrían no ser suficientes para el aplastante triunfo que debemos obtener para evitar cualquier intento de la derecha por deslegitimar los resultados de la Consulta Popular.
En esa perspectiva, los tiempos del accionar de las fuerzas que apoyamos la Asamblea Constituyente , debe priorizar, colocar en el primer lugar de la agenda, la lucha por ganar la Consulta Popular. Para lograr la confluencia de esfuerzos, en contraposición al frente constituido por la derecha, debemos crear una gran alianza única por el SI, abandonando, por lo menos momentáneamente, las aspiraciones parciales por captar puestos en las listas de asambleístas. Debemos entender que sólo el triunfo del SI, posibilitará el entrar en un segundo momento, en el estudio y definición puntual de las modificaciones a la Constitución vigente y, sobre esta base, seleccionar a los asambleístas que mejor lleven adelante la concreción de las modificaciones que se definan en el nuevo texto constitucional.
Es impostergable entonces que constituyamos ese gran frente por el SI. El continuar en la lucha por captar posiciones como potenciales asambleístas sin asegurar el triunfo en la Consulta Popular no solamente es una política irresponsable, es un juego tonto a favor de la derecha. Significa , conciente o inconscientemente, alinearse contra el futuro del Ecuador. Favorecer a los intereses del imperio en América Latina.
Quito, 1 de abril del 2007.
Efectivamente, se constata que el lugar común de todas las reuniones es el plantear como objetivos principales: la modalidad para la selección de asambleístas, el optar por listas únicas o múltiples, e incluso la selección inmediata y la casi proclamación de candidatos. Relegada al segundo plano, se ubica la discusión, con mayor o menor profundidad, sobre algunos contenidos de la Constitución de la República vigente que ameritan ser reformados. La política de alianzas no se la menciona ni se la discute, puesto que parecen considerar que el mero hecho de reunirse es ya una clara demostración de una férrea alianza, todo ello a pesar de que las reuniones terminan fracturándose cuando afloran las apetencias de los potenciales candidatos.
La discusión seria sobre la forma de encarar la votación en la Consulta Popular es la gran ausente en todos los eventos referidos, a pesar de la importancia crucial que esta tiene. Un falso triunfalismo parece haberse aposentado en el seno de las fuerzas pro constituyente, por lo que parece consideran que este tema es intrascendente ante las bastardas apetencias personales por ser “electos” asambleístas, con artimañas o sin ellas.
El panorama breve y duramente descrito, es especialmente preocupante y peligroso, si se consideran las siguientes circunstancias:
1. La derecha, encabezada por la Democracia Cristiana, autora principal de la Constitución de 1998, cuyo contenido responde al ideario neoliberal rechazado, encabeza un gran frente por el NO en la Consulta, que se apresta a dar dura batalla;
2. La Democracia Cristiana, no sólo lucha desde fuera del gobierno, sino que lo hace, en forma soterrada, a través de sus miembros de siempre, que ocupan algunos de los más altos cargos en el gobierno del Presidente Rafael Correa;
3. La Democracia Cristiana y el Movimiento Libertario, las fuerzas visibles que luchan por el NO en la Consulta Popular son las únicas organizaciones políticas que registraron tesorero para la campaña para la Consulta Popular. Ningún partido o movimiento que lucha por el SI inscribió tesorero;
4. Las fuerzas pro constituyente, parecen no tener conciencia de que el triunfe del SI, sólo será posible si nuestra votación supera a la suma de los votos que se manifiesten por el NO, los blancos y nulos, toda vez que el artículo 115 de la Ley de Elecciones establece que: “La decisión adoptada será obligatoria si el pronunciamiento popular contare con el respaldo de la mayoría absoluta de votantes”.
5. Tampoco las fuerzas pro constituyente parecen entender que el número de votos que deberemos alcanzar oscilará alrededor de los 3 millones quinientos mil, esto es una votación similar a la alcanzada por el presidente Correa en la segunda vuelta;
6. Las fuerzas pro constituyente, tampoco parecen otorgar importancia a un hecho irrefutable: todos los grandes medios de información se alinean con el NO, como lo demuestra los grandes espacios de entrevistas que conceden a los voceros del NO. La concesión de ¾ de página por parte de El Comercio a Oswaldo Hurtado Larrea en su edición del día de hoy domingo 1 de abril, o la posición de casi todos los editorialistas a favor del NO confirman nuestro aserto; y,
7. Las fuerzas pro constituyente parecen igualmente no advertir que, en la consulta popular en marcha, el imperialismo y sus lacayos pondrán todas las castañas al fuego, seguro de que si triunfa el SI en el Ecuador y se realiza la Asamblea Constituyente se consolidará el camino hacia el cambio y la transformación en América Latina.
En ese marco, los ingentes esfuerzos que realiza diariamente el Presidente Correa y algunas de las fuerzas que apoyan el SI por la constituyente, podrían no ser suficientes para el aplastante triunfo que debemos obtener para evitar cualquier intento de la derecha por deslegitimar los resultados de la Consulta Popular.
En esa perspectiva, los tiempos del accionar de las fuerzas que apoyamos la Asamblea Constituyente , debe priorizar, colocar en el primer lugar de la agenda, la lucha por ganar la Consulta Popular. Para lograr la confluencia de esfuerzos, en contraposición al frente constituido por la derecha, debemos crear una gran alianza única por el SI, abandonando, por lo menos momentáneamente, las aspiraciones parciales por captar puestos en las listas de asambleístas. Debemos entender que sólo el triunfo del SI, posibilitará el entrar en un segundo momento, en el estudio y definición puntual de las modificaciones a la Constitución vigente y, sobre esta base, seleccionar a los asambleístas que mejor lleven adelante la concreción de las modificaciones que se definan en el nuevo texto constitucional.
Es impostergable entonces que constituyamos ese gran frente por el SI. El continuar en la lucha por captar posiciones como potenciales asambleístas sin asegurar el triunfo en la Consulta Popular no solamente es una política irresponsable, es un juego tonto a favor de la derecha. Significa , conciente o inconscientemente, alinearse contra el futuro del Ecuador. Favorecer a los intereses del imperio en América Latina.
Quito, 1 de abril del 2007.
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