El nuevo fiscal especial
14/03/2007
- Opinión
Sin mayor protocolo, ni siquiera una presentación sobria, el doctor en derecho Octavio Alberto Orellana Wiarco, asumió la difícil titularidad de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra Periodistas, que depende de varias instancias: primeramente de la Subprocuraduría de Derechos Humanos, Atención a Víctimas y Servicios a la Comunidad, a cargo del más que jurisperito, ideólogo del panismo Juan de Dios Castro Lozano, y de la propia Procuraduría General de la República, a cargo del licenciado y ex policía Eduardo Medina Mora Icaza.
Como es de sobra conocida, la historia de la oficina de defensa de los comunicadores se crea ante la ola de crímenes de todos tipos cometidos contra los periodistas, y ante la demanda ante el Ejecutivo Federal, entonces en manos del enemigo número uno del periodismo, Vicente Fox Quesada, por parte del gremio organizado, de legisladores, de ONG´s y de la propia Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Antes, el mencionado Vicente Fox, como acostumbra, incumplió su compromiso y primeramente designó a una agente del Ministerio Público especial en cada una de las entidades federativas del país, cuya actuación fue tan magra, que la crítica se le vino encima, y pese a su formación mental y seudo intelectual en contra de la libre comunicación se vio en la necesidad de crear, por decreto, dicha fiscalía especial, sin el sustento jurídico que le era necesario, y solo fue un anexo administrativo de la propia Procuraduría General de la República.
Fue nombrado como titular el doctor David Vega Vera, distinguido jurisperito y periodista, que inició un trabajo, cuando menos de construcción de esa oficina, que le es ampliamente reconocido. Cuando estaba en el momento culmínate de esa tarea abrumadora, ante el crecimiento preocupante de toda clase de atentados a los periodistas, se entorpeció el camino por el proceso electoral Federal, la muy difícil toma de posesión del Presidente Felipe Calderón Hinojosa y luego el nombramiento de Juan de Dios Castro Lozano al frente de la Subprocuraduría mencionada.
Para propiciar la salida de David Vega Vera, se inició el desmantelamiento, no obstante el cúmulo de trabajo de esa oficina; de 66 elementos de personal fue reducida a 16, sin importarles que seguía creciendo en forma más que alarmante los atentados a periodistas.
Si tomamos en cuenta que de 1983 a la fecha han sido asesinados 66 periodistas, 6 han sido desaparecidos y se han registrado cientos de todo tipo de atentados a comunicadores, resulta todavía más preocupante que a partir del 2000 al 2006, en el periodo del supuesto gobierno del cambio de Fox Quesada, nos mataron a 32 periodistas y ocurrieron las 6 desapariciones, una de ellas, al ser encontrado muerto uno de los compañeros secuestrado, pasó a forma parte de la cifra fatal de los 32 asesinados, esto se traduce en que hasta el año 2000 nos mataban a 2 periodistas por año y en el sexenio foxista, la cifra subió a más de 5 periodistas muertos por año.
Ante este reto tan brutal y despiadado, asume el doctor en derecho Octavio Alberto Orellana Wiarco, la titularidad de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra Periodistas. Ethel Riquelme, la encargada del enlace con medios, nos da a conocer su currículum. Brinca, Orellana Wiarco de una notaría a una tarea tan difícil, pero hay algunos rastros alentadores en su carrera:
En verdad difícil el reto para un profesionista que fue nombrado sin consenso de los periodistas, ni de las demás organizaciones inmersas en éste mar de impunidades que priva en nuestro país. En fin, como siempre lo hemos hecho, otorguémosles la gracia de la duda, no solamente por el bien de los periodistas, sino por el bien del pueblo de México todo. Esperemos que el nuevo fiscal especial, doctor en derecho Octavio Alberto Orellana Wiarco, cumpla estrictamente con la grave y difícil tarea que él mismo aceptó.
Como es de sobra conocida, la historia de la oficina de defensa de los comunicadores se crea ante la ola de crímenes de todos tipos cometidos contra los periodistas, y ante la demanda ante el Ejecutivo Federal, entonces en manos del enemigo número uno del periodismo, Vicente Fox Quesada, por parte del gremio organizado, de legisladores, de ONG´s y de la propia Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Antes, el mencionado Vicente Fox, como acostumbra, incumplió su compromiso y primeramente designó a una agente del Ministerio Público especial en cada una de las entidades federativas del país, cuya actuación fue tan magra, que la crítica se le vino encima, y pese a su formación mental y seudo intelectual en contra de la libre comunicación se vio en la necesidad de crear, por decreto, dicha fiscalía especial, sin el sustento jurídico que le era necesario, y solo fue un anexo administrativo de la propia Procuraduría General de la República.
Fue nombrado como titular el doctor David Vega Vera, distinguido jurisperito y periodista, que inició un trabajo, cuando menos de construcción de esa oficina, que le es ampliamente reconocido. Cuando estaba en el momento culmínate de esa tarea abrumadora, ante el crecimiento preocupante de toda clase de atentados a los periodistas, se entorpeció el camino por el proceso electoral Federal, la muy difícil toma de posesión del Presidente Felipe Calderón Hinojosa y luego el nombramiento de Juan de Dios Castro Lozano al frente de la Subprocuraduría mencionada.
Para propiciar la salida de David Vega Vera, se inició el desmantelamiento, no obstante el cúmulo de trabajo de esa oficina; de 66 elementos de personal fue reducida a 16, sin importarles que seguía creciendo en forma más que alarmante los atentados a periodistas.
Si tomamos en cuenta que de 1983 a la fecha han sido asesinados 66 periodistas, 6 han sido desaparecidos y se han registrado cientos de todo tipo de atentados a comunicadores, resulta todavía más preocupante que a partir del 2000 al 2006, en el periodo del supuesto gobierno del cambio de Fox Quesada, nos mataron a 32 periodistas y ocurrieron las 6 desapariciones, una de ellas, al ser encontrado muerto uno de los compañeros secuestrado, pasó a forma parte de la cifra fatal de los 32 asesinados, esto se traduce en que hasta el año 2000 nos mataban a 2 periodistas por año y en el sexenio foxista, la cifra subió a más de 5 periodistas muertos por año.
Ante este reto tan brutal y despiadado, asume el doctor en derecho Octavio Alberto Orellana Wiarco, la titularidad de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra Periodistas. Ethel Riquelme, la encargada del enlace con medios, nos da a conocer su currículum. Brinca, Orellana Wiarco de una notaría a una tarea tan difícil, pero hay algunos rastros alentadores en su carrera:
En verdad difícil el reto para un profesionista que fue nombrado sin consenso de los periodistas, ni de las demás organizaciones inmersas en éste mar de impunidades que priva en nuestro país. En fin, como siempre lo hemos hecho, otorguémosles la gracia de la duda, no solamente por el bien de los periodistas, sino por el bien del pueblo de México todo. Esperemos que el nuevo fiscal especial, doctor en derecho Octavio Alberto Orellana Wiarco, cumpla estrictamente con la grave y difícil tarea que él mismo aceptó.
- Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor mexicano, vicepresidente de
https://www.alainet.org/es/articulo/119980
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