Demoras en las entregas de los documentos de identidad, “trabas” en el sistema de conteo de votos. Todo pareciera indicar que la derecha liberal -acompañada por Washington- esta empecinada en “embarrar” el normal desarrollo de los comicios. El jueves 12 de octubre el presidente de Nicaragua, Enrique Bolaños, anunció con “bombos y platillos” la sanción de la reforma a la Ley de Estabilidad Energética. Esta medida permitió entregar cinco millones de dólares a las empresas de energía eléctrica, para poder así garantizar el normal funcionamiento del servicio durante los días que se realicen las elecciones presidenciales. Pero lo curioso es que sólo dos días después que el gobierno liberal implementara esta medida, el Instituto Nicaragüense de Energía (INE) decidió multar con 2, 1 millones de dólares a la distribuidora eléctrica Unión FENOSA, reavivando la crisis energética que vive Nicaragua y el peligro que se registren apagones durante el 5 de Noviembre. Las sanciones más duras fueron aplicadas a las sucursales Disnorte y Dissur, debido a la supuesta entrega de información incompleta sobre la calidad del servicio que FENOSA presta en esas regiones del país. Jorge Katín, Gerente de Comunicaciones de la empresa, señaló que estas multas representan: “Una manera de represalia a un compromiso y a un esfuerzo del sector energético para garantizar la energía en las elecciones” .A su vez también agrego que “Si alguien dudada de que había intereses de afectar al sector energético, todas estas multas y sanciones dejan claro que hay intereses en golpear fuertemente al sector y hacerlo colapsar”. La derecha liberal sabe que si las elecciones se realizan con normalidad 5 de Noviembre, el ganador va a ser Daniel Ortega. Por esta razón buscan plantear un escenario que permita postergar los comicios, para poder así tejer más alianzas que permitan poner en mejor posición a la alicaída imagen del candidato preferido de la Casa Blanca: Eduardo Montealegre. El candidato de la Alianza Liberal Nicaragüense, sabe que por intermedio de la predica del miedo-argumentos como que si los sandinistas llegan al poder, los nicaragüenses más acomodados van a perder todos sus bienes personales- puede conseguir una buena cantidad de votos de las clases altas. Sin embargo su déficit es que no tiene ningún tipo de llegada en el área rural (principal bastión electoral del Frente Sandinista de Liberación Nacional). En una editorial del sábado 14 de Octubre, el periodista de El Nuevo diario, Oscar René Vargas, denuncio que en los últimos meses el gobierno de Bolaños ha estado realizando una “manipulación” de los diferentes organismos del Estado en favor de la candidatura “oficialista” de Montealegre. “La manera como ALN ha llegado a parte del electorado rural ha sido con una estrategia basada en el convencimiento de que los beneficios sociales, a los que constitucionalmente tiene derecho cualquier ciudadano por el simple hecho de ser nicaragüense, son -en realidad- una dádiva de ALN y que por tanto se debe apoyar al candidato Montealegre”, afirmó René Vargas. Sumado a esto, hay que destacar las declaraciones del jefe de la Misión de observación electoral en Nicaragua de la Organización de Estados Americanos (OEA), Gustavo Fernández. El funcionario demandó una mayor rapidez en el funcionamiento del Consejo Supremo Electoral, ya que todavía hay unas 200 mil cédulas de identidad y unos 214 mil documentos que aún no fueron entregados a la población nicaragüense. No obstante que esta es una obligación del estado, Fernández sostuvo que “no debemos esperar que las instituciones electorales lo hagan, es necesario que los ciudadanos vayan a buscar sus documentos”. Según el director ejecutivo del Instituto para la Democracia y el Desarrollo (IPADE), Mauricio Zúñiga, alrededor del diez por ciento de la población no podrá votar en estas elecciones, ya sea porque no tienen cedula o documento de identidad, o bien porque directamente no fueron inscriptos en el Registro Civil de las personas. Ahora bien: ¿a quien beneficia que este estrato de la población, básicamente campesinos rurales que viven con menos de dólares al día, quede al margen del proceso eleccionario? Sin lugar a dudas que a los liberales, ya que en el campo históricamente se han aglutinado las voces críticas hacia el modelo neoliberal, que concentra las riquezas en un pequeño estrato de la sociedad. Entonces implícitamente esta “falla” también beneficia a Eduardo Montealegre, ya que este representa una mera continuidad de la política neoliberal llevada adelante por el gobierno de Enrique Bolaños. El departamento de Estado de Estados Unidos ha intentado forzar en Nicaragua una polarización de la sociedad, entre sandinistas y antisandinistas. No obstante esta intención, pareciera que los “halcones” de Washington no están de acuerdo entre sí para determinar el perfil de la política norteamericana con respecto a las elecciones del 5 de noviembre. En una columna publicada en la revista Human Events, el coronel Oliver North (que se hizo celebre por su participación en la década del ochenta en el escándalo Irán-Contras) responsabilizo a la administración Bush ante un eventual triunfo del sandinismo. Según el ex marine, los "burócratas de pantalones rayados" del Departamento de Estado olvidan que en el país centroamericano existen solo dos partidos "que importan": el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y el Partido Liberal Constitucionalista (PLC). La fragmentación de las fuerzas liberales (PLC-ALN) y las dudas en Estados Unidos sobre lo que debe hacerse en Nicaragua, pareciera indicar que Daniel Ortega-no obstante la predica del “miedo” sobre la población nicaragüense- podrá obtener una victoria en primera vuelta en las elecciones presidenciales. Ni siquiera los apagones, la no entrega de documentos de identidad, el intervencionismo, podrá evitar el triunfo del FSLN. Ya que, de acuerdo a las palabras del periodista René Vargas, la población nicaragüense se cansó de que la riqueza se siga concentrando en una elite aristocrática y que no se de una mejoría en el ingreso general de la población. Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina
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