La decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, de sólo recontar un poco más del 9 por ciento de los sufragios en cerca del 50 por ciento de los distritos electorales, sin duda alguna se enmarca en la dinámica de la actual política, pero desde luego que se pueden advertir cuando menos dos escenarios: uno no deseable de extrema gravedad y el otro que pudiera concretar la distensión que tanto requiere el país para reencontrarse en el camino de la estabilidad y el desarrollo. La lectura menos deseable sería la de que la Coalición por el Bien de Todos y su candidato, Andrés Manuel López Obrador, además de rechazar la decisión de la autoridad, extremaran la Resistencia Civil, que ya anunció que continuará, y pudiera provocar la intervención de la fuerza pública por parte de las autoridades federales. La segunda consistiría en que todos los actores políticos, asumieran una actitud de madurez mientras se realiza el conteo del 9.07 por ciento de los votos, que dará por consecuencia la decisión final sobre la elección presidencial. Aunque algunos ya se dan por triunfadores, deben de calmar sus ánimos porque el recuento, que por cierto representa una grave descalificación a la actuación del Instituto Federal Electoral, pudiera dar a conocer situaciones anómalas que podrían llevar a otras medidas de la autoridad. Por ello mientras no termine todo el proceso electoral, México seguirá huérfano de Presidente Electo. Fueron los siete magistrados que componen la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, los que por unanimidad decidieron desechar la petición de la Coalición por el Bien de Todos de contar voto por voto y casilla por casilla y sólo acordaron un nuevo escrutinio y cómputo en 11 mil 839 casillas, 9.07 por ciento de 149 distritos, un poco menos del 50 por ciento, ubicados en 26 entidades del país. Si tomamos en cuenta que el 2 de julio fueron instaladas 130 mil 477 casillas, luego entonces si se van a recontar los votos en las mencionadas 11 mil 839, nos da como el resultado el porcentaje anotado del 9.07 por ciento. Falta saber qué número de votos serán recontados. El magistrado presidente, Leonel Castillo González, explicó que como consecuencia del análisis y evaluación de los 174 incidentes, antes del singular pronunciamiento, decidieron que 25 se consideraron infundados, seis debidamente fundados y 143 parcialmente fundados. Faltó al Tribunal altura de miras afirmó Andrés Manuel López Obrador, mientras la Coalición se crispaba ante la decisión de la autoridad electoral. Las otras fuerzas políticas se ciñeron al cartabón anunciado de aceptación. El perredista anunció que continuará la resistencia civil y otras acciones, que esperamos dentro de lo deseable, se lleven al cabo pacífica y civilizadamente. Al referirse a la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación de concretarse sólo el recuento del 9.07% de las casillas, López Obrador declaró además que tal "decisión es legalmente endeble, no tiene argumentación suficiente y de fondo..." Demuestra un “criterio estrecho y muy limitado” a los argumentos utilizados por los magistrados del tribunal y acusó que “faltó, con todo respeto, altura de miras”. Sintetizó: “Basta preguntar con qué criterio el Tribunal decide abrir sólo 11 mil 839 casillas con errores aritméticos cuando hay un total de 72 mil casillas con las mismas características. A pesar de las declaraciones triunfalistas el proceso electoral no ha terminado. Queremos pensar en el mejor de los escenarios para bien del país. La papa caliente, por lo pronto, continúa en las manos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. - Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor, vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP.