A 20 años de Chernobyl:

Los mitos de la energía nuclear

24/04/2006
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1) El uso de la energía nuclear en el mundo es pujante y está en expansión: En el año 2000 había 436 reactores nucleares operando en el mundo, con una capacidad instalada de 352,000MW. A fines de 2004, había 440 reactores (solo 4 más que en 2000) con una capacidad de 365.000. Esta capacidad aumentó pues las unidades que se cerraron eran mas pequeñas que las que entraron en funcionamiento (desde 1977 se han aprobado 96 ampliaciones de potencia en plantas existentes, algunas de hasta 20%). En los últimos 12 años se han cerrado 32 reactores, y se han conectado 52 a la red eléctrica, lo que equivale a un incremento neto de 1 reactor y medio al año. Sólo 31 países (de los 191 estados miembros de la ONU) cuentan con energía nuclear. El máximo de 294 reactores en América del Norte y Europa Occidental se alcanzó en 1989, al finalizar la Guerra Fría. La cifra global tiende a la baja. De las 27 centrales actualmente en construcción 18 están en Asia (8 en India, 2 en Irán, 2 en Japón, 2 en Taiwán, 1 en China, 1en Corea del Norte, 1 en Corea del Sur) En Europa solo se encuentra 1 reactor en construcción en Finlandia.

2) La energía nuclear es rentable y despierta el interés de los inversores: Cuesta aproximadamente lo mismo cerrar una central nuclear y abrir una nueva, razón por la que, en la actualidad, las empresas de este sector ejercen presiones en todo el mundo para demorar el cierre previsto de sus centrales. En 2004, la Agencia Internacional de Energía señaló que la energía nuclear “se reducirá progresivamente” porque tendrá “problemas para competir con las tecnologías”. Incluso en un nuevo marco hipotético “alternativo” si se proyecta un incremento del 13 % de generación nuclear entre 2002 y 2030, su participación en la energía primaria en el mundo representaría sólo el 5%. Las inversiones en proyectos de generación de energía nuclear, además, implican hoy un costo de oportunidad al impedir que esos capitales se destinen al sector de tecnologías de eficiencia energética y energías renovables, que minimizan con mayor eficacia las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Un análisis realizado por Bill Keepin y Greg Kats, del Rocky Mountains Institute, señala que en los EEUU cada dólar invertido en eficiencia energética evita 7 veces más emisiones de CO2 que un dólar invertido en energía nuclear. Es decir, por cada 100 dólares invertidos en energía nuclear, se emite una tonelada de CO2 que se hubiera podido evitar si esos 100 dólares se hubieran invertido en eficiencia energética.

3) El tratamiento y disposición final de desechos nucleares es seguro y completo: Los residuos nucleares son uno de los principales problemas ambientales que enfrenta la humanidad. La mayor parte continua cerca de las plantas nucleares en depósitos de seguridad transitorios. Después de más de 60 años de desarrollo de esta tecnología aun no existe la tecnología para su disposición final segura. Algunos desechos radiactivos mantienen su peligrosidad por cientos de miles de años, y ninguna formación geológica natural asegura una estabilidad por tantos años. EEUU hoy estudia un depósito definitivo en el Yucca Mountain en el estado de Nevada, pero la Comisión de Regulación Nuclear de ese país aun no aprueba su construcción.

4) La energía nuclear no está ligada a la proliferación de armas nucleares: El Comité Achelson-Lilienthal del gobierno de EEUU, en su informe de 1946, señaló que “el desarrollo de la energía atómica con fines pacíficos y el desarrollo de la energía atómica para la fabricación de bombas son, en gran parte de sus trayectorias, recíprocos e interdependientes”. Esto, a causa de que un problema básico de los rectores comerciales es que generan cantidades importantes de plutonio como un derivado normal de la cadena de reacción dentro de las barras de combustible. El plutonio, una vez separado del combustible quemado, puede ser utilizado como material fisionable en un arma nuclear. Actualmente EEUU, la ex URSS, Francia, Inglaterra, tienen arsenales nucleares; India, China, Sudáfrica, Corea del Norte, Pakistán e Israel han desarrollado programas para uso bélico. Los conflictos recientes entre EEUU, Irak e Irán también se han basado en su capacidad tecnológica en áreas llamadas "sensibles" (o bélicas) de la energía nuclear. Adicionalmente, tanto plantas nucleares como transportes, o depósitos de residuos nucleares hoy son blancos estratégicos sensibles en cualquier conflicto bélico, y por ello factor de vulnerabilidad.

5) El proceso de fusión nuclear es una alternativa que solucionará para siempre las necesidades de energía de la humanidad: Proyectos como el Reactor Termonuclear Experimental- ITER, originalmente destinado a la cooperación para uso civil de la energía nuclear, presentan 3 problemáticas técnicas: producción de los elementos a fusionar, su resistencia a la fusión y el control de la reacción. A juicio de los físicos nucleares franceses Sebastián Balibar, Yves Pomeau y Jacques Treiner, este proyecto sólo se interesa por el último e “ignora los otros dos”, ya que para generar un Gigawatt de electricidad, un reactor de fusión nuclear necesitaría quemar 56 kilogramos de tritio, pero el ITER no considera el problema de producir ese isótopo, ni el de la basura nuclear que generaría esa producción. En suma, por tratarse de los mismos elementos, la fusión implica los mismos riesgos que la fisión.

6) La energía nuclear no tiene riesgo para la salud y no produce emisiones contaminantes: Las explosiones nucleares producen diversos tipos de impactos radiactivos, todos tremendamente destructivos. Se provocan efectos inmediatos o primarios y efectos retardados o secundarios. Entre los inmediatos están la onda expansiva, el pulso del calor, la radiación ionizante y el pulso electromagnético que pulverizan y calcinan seres vivos e infraestructura. Los efectos retardados impactan a la población por irradiación de tejidos, daños a las estructuras celulares y ADN una de cuyas expresiones es el cáncer. También daña irreversiblemente las fuentes de alimento, los ecosistemas y los hace inhabitables para los humanos. Adicionalmente contamina las infraestructuras y genera impactos sobre el clima. En caso de accidentes se puede afectar masivamente la salud física y mental de la población, tal como ocurrió con Chernobyl y destrozar la economía de una nación.

7) La energía nuclear es la solución al cambio climático porque no produce emisión de gases de efecto invernadero: Un correcto análisis de la relación entre energía nuclear y calentamiento global debe incluir las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por el reactor nuclear, por la minería y enriquecimiento de uranio, la fabricación de combustible y las etapas posteriores, como el reprocesamiento y la disposición final de los desechos radiactivos. El Modelo Global de Emisiones para Sistemas Integrados del OKO Instituto de Alemania calculo 34 gramos de CO2 por KW/h de electricidad para las centrales alemanas. Por Ejemplo una central nuclear estándar en Alemania (1.250 MW, 6,500 h/a) emite indirectamente 250.000 toneladas por año. La Agencia Internacional de Energía de Naciones Unidas -IEA, en 2004 calculo para la energía nuclear cifras superiores a 30 y 60 gramos de CO2 por KW/hora. En comparación con otras 10 fuentes de energía, el carbón es el mayor emisor de CO2, y la nuclear esta en quinto lugar. Por ello además de ser un riesgo radiactivo, tampoco es una solución al cambio climático. El estudio completo disponible aquí.

https://www.alainet.org/es/articulo/114967
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