SUNASS, agente de la privatización
13/01/2006
- Opinión
Fue la campaña a favor de la privatización del "Servicio de Agua
Potable y Alcantarillado de Lima (SEDAPAL) la que introdujo el
concepto de que las inversiones necesarias para resolver los problemas
del agua eran tan inmensas que ni el Estado ni la empresa pública
podían reunir los fondos suficientes para financiarlas. Si los
postulantes a hacerse del negocio del agua potable hubiesen tenido que
presentar su plan de inversiones a todo costo a la Superintendencia
Nacional de Servicios de Saneamiento (SUNASS) para los próximos cinco
años, ¿cuánto creen que habría sido la propuesta de aumento de
tarifas?, ¿o es que alguien cree todavía que las trasnacionales
regalan dinero?, ¿cuánto costaría sumarle a la inversión de base la
rentabilidad de las nuevas operadoras que será siempre más elevada si
son mayores los factores de riesgo (tamaño de la población de Lima,
sequía crónica, resistencia a la gestión privada, etc.)?
Lo que sí podemos afirmar con absoluta certeza es que los chicos del
órgano regulador no harían público el expediente de los privados, ni
entregarían a la jauría de los medios de prensa el dato demoledor del
incremento. Eso lo saben esconder muy bien en fórmula de progresión
como han hecho con el contrato de concesión de Tumbes. Pero lo que la
experiencia en otros lugares (Cochabamba, Buenos Aires, Tucumán), es
que con la intervención privada el alza es mucho más rápida y
contundente. Si el 137% en cinco años de Sedapal es excesivo y debería
revisarse en función a mecanismos de ahorro; tarifas diferenciadas
según consumo, estratos sociales y tipo de uso del recurso; y
financiamiento con fondos públicos; habría que preguntarse cómo se
sentirían los saltos vistos en Argentina, Bolivia, Chile, de más de
100% en un solo golpe. Con la obvia convulsión social que eso contrae.
Pero aquí nos han querido convencer que el asunto del precio del agua
y la protección al consumidor, no era importante y que apenas habría
un ajuste chiquito; y que sería bastante solidario con los pobres sin
agua que ahora pagan tanto a las cisternas, si es que los demás nos
mojábamos con un sacrificio económico para que todos tengan agua.
Puedo citar uno por uno los artículos con los que he polemizado en los
que se dice que eso del salto tarifario es trampa estatista para
asustar a la gente Así que, en resumen, habría que hacer grandes
inversiones pero sin fuertes exigencias tarifarias. Casi el paraíso.
Sólo que ahora nos quieren convencer de lo contrario, que la amenaza
contra nuestros bolsillos proviene de la gestión pública del servicio
y que para salvarnos debemos recurrir a la generosidad de los privados,
que tendrían alguna manera de realizar la misma inversión pero sin
trasladarnos el gasto. Bastaría ver lo que pasa con las eléctricas, la
Telefónica, los peajes, las tarifas del aeropuerto y otras para saber
lo que esto significa.
Más aún, el concepto gubernamental el 2002 era que no había ninguna
urgencia de tomar el crédito japonés para el proyecto Marca II, que se
propone revertir agua de la vertiente del Atlántico hacia el Pacífico
aumentando las reservas de la empresa. Pedro Pablo Kusinski (ministro
de Economía), PPK, dejó morir este préstamo que hubiera amortiguado
en el tiempo el costo de inversión, no provocando aumentos traumáticos,
y preparado a la ciudad para afrontar su propio crecimiento y los
efectos de la variabilidad climática. Pero ahora, cuando hacen la
simulación de inversiones pretenden que de la tarifa de los años
siguientes salga el financiamiento íntegro de esta formidable obra. Es
una exigencia aparentemente ingenua de la SUNASS para que Sedapal le
diga cuánto costaría hacer todo lo que está pendiente, que ha derivado
en el lío reciente, en el que el órgano regulador denuncia a su
regulado por estar pretendiendo cargarle al público un volumen de
inversiones desmesurado.
La manipulación PPK-SUNASS está a la vista. Han desfinanciado
consistentemente a Sedapal todos los años, bloqueando su plan de
inversión y los ajustes tarifarios progresivos para mejorar sus
ingresos. La han paralizado hasta donde han podido, dejando que sus
enemigos la tachen de ineficiente y fallida para incorporar a la
población periférica sin agua. Y apenas ha sonado la alarma de la
escasez, han vuelto al ataque para culpar al esquema de gestión
estatal de todos los problemas. Son municiones regaladas a la campaña
de privatización. El Estado contra el Estado, SUNASS contra SEDAPAL,
PPK contra el mundo.
Cosas que suceden con un gobierno lobbista. Aupado al poder para
servir intereses extranjeros y sociedades oscuras entre el poder y los
dueños del dinero.
https://www.alainet.org/es/active/10360
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