Universidad Pública, compromiso y libertad: El ejemplo de la Universidad de El Salvador

14/11/2005
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La Universidad de El Salvador estuvo ocupada por las fuerzas militares de uno de los regimenes más represivos del continente durante treinta años. Esta es la única universidad pública de ese país centroamericano. La represión oficial no solamente la destruyo físicamente sino que la convirtió en su cuartel y en uno de los peores centros de tortura y de terror del continente. Así, destruida y ensangrentada la encontró la Doctora Maria Isabel Rodríguez, su actual rectora. Maria Isabel fue Decana de la Facultad de Medicina hace más de treinta años. Antes de que comenzara la destrucción. Esta mujer ejemplar, que el sábado anterior cumpliera 84 años, se convirtió durante su largo exilio en maestra inigualada de gestores de nuevos caminos libertarios en todo el continente. Desde Venezuela, México, Republica Dominicana y desde muchos otros países y cargos en todo el continente, Maria Isabel educa, convoca y desafía el pensamiento, la creatividad, la creación de conocimientos, el compromiso social y el derecho a la justicia social y a la vida. Sus alumnas y alumnos estamos en todas las Américas y en el mundo siguiendo su ejemplo. Hace 5 años, la eligen rectora y en menos de 2 años reconstruye física y académicamente la Universidad. Es el comienzo de un proceso que se proyecta a mediano y largo plazo. Por eso hace 2 años la re-eligen para un segundo termino sobre la base de un proyecto de fortalecimiento de la UES. El equipo directivo de la Universidad bajo la dirección de la rectora, inicia un proceso de gestión para lograr el fortalecimiento de la educación superior de carácter público, el acceso a la misma para sectores populares, el abordaje de los mayores desafíos y necesidades del país y de sus mayorías y la sostenibilidad de todo lo anterior. Este ambicioso proyecto queda incorporado en un Plan Quinquenal que requiere más de 300 millones de dólares en un contexto Latino Americano y global en el que se privatizan y cierran las universidades públicas y los gobiernos les quitan los recursos. Pero esta mujer extraordinaria y su equipo, están acostumbrados a andar en contravia por el derecho de los pueblos y es así como convencen al Gobierno de El Salvador de cumplir con sus promesas electorales y apoyar el plan quinquenal. El Gobierno gestiona con el BID un préstamo por 25 millones de dólares. La Universidad se enfrasca en el proceso de negociación de manera que el BID tenga que respetar la autonomía, la dignidad, la soberanía y el contenido y sentido integrales de la propuesta. Y lo han conseguido. El proyecto de fortalecimiento de la UES no es un proyecto del BID. Es un proyecto de la Universidad Pública Nacional de El Salvador, para el pueblo de El Salvador. Los recursos los obtiene el Gobierno a través del BID. De manera desinformada y absurda, un sector minoritario de la universidad acusa a la rectora de querer privatizar la universidad y de entregarla a los poderes imperiales del BID. Nada más contrario a la verdad. Lo doloroso es que en los cargos administrativos y directivos se encuentran luchadores por la soberanía, la justicia y la dignidad del pueblo salvadoreño, que tienen toda una vida para demostrar su integridad, y son estas personas intachables las que vienen siendo calumniadas injustamente. Lo irónico y paradójico es que mientras Maria Isabel y su equipo luchan contra la injerencia corporativa, norteamericana y la de la banca multilateral en defensa de un proyecto soberano, quienes la acusan y atacan, lo hagan a nombre de la soberanía y contra el BID. La explicación de esta paradoja no la encontraremos en posiciones ideológicas sino en intereses particulares disfrazados de argumentos ideológicos. Quienes coordinan los ataques al equipo de la rectoría de la Universidad, no atacan al BID, ni al imperialismo norteamericano, ni a la globalización, ni a los poderes corporativos, sino a la rectora y a su equipo, porque se inicia un periodo electoral por la rectoría de la UES. Muchos de quienes los siguen, engañados, están equivocadamente convencidos de estar luchando contra el imperio y por la Universidad Publica. Es que además, el liderazgo de Maria Isabel Rodríguez ha convertido la rectoría Universitaria en la voz más importante y legitima en el debate de las ideas en El Salvador. Mucho mas importante que el de los Gobernantes y parlamentarios. Los miércoles en la noche, tres rectores debaten en un programa televisado de una hora, los principales temas del país. En ese espacio de discusión informada de ideas, se silencian las demagogias y la propaganda para abrir espacio al saber y a la palabra madura. Ahora mismo, en El Salvador se libra una batalla que nos afecta y nos concierne a todas y todos en el continente: la lucha de los pueblos por sus derechos hechos realidad desde la Universidad verdaderamente Pública y comprometida con la realidad a través de un plan de fortalecimiento autónomo, consecuente y comprometido. Los enemigos son el proyecto imperial corporativo y globalizador. Pero también, tristemente, el egoísmo autoritario de un proyecto de intereses particulares enmascarado con un lenguaje y actos supuestamente revolucionarios, que confunde y convoca el derecho a la rebeldía y termina convocando y confundiendo para servir las intenciones de los enemigos de los pueblos y a su derecho a la libertad. O los pueblos ejercen su autonomía y la defienden a conciencia, o a nombre de los pueblos y del derecho a la rebeldía y a la justicia, se impone el egoísmo que destruye el camino de las palabras. ¡Por una universidad pública autónoma, fuerte y al servicio de los pueblos: solidaridad!
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