Las elecciones departamentales del 8 de mayo

Una izquierda que gobierna y desbroza su camino

09/05/2005
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Los votantes se plantaron muy diferente a lo que los montevideanos pensaban que podía ocurrir, acostumbrados a que el Interior duerme la siesta y no entiende al mundo. Carlos Zapiola Existen varios encares para un análisis de lo ocurrido el pasado domingo (8 de mayo), día en que los habitantes del país decidieron cambiar rotundamente el mapa político del Uruguay, otorgándole la responsabilidad de ocho gobiernos comunales a la izquierda que, además, volvió a una proporcionalidad interna casi tradicional, modificando lo ocurrido en la elección nacional de octubre del año pasado. La del domingo fue una decisión popular trascendente por su volumen y por traspasar a la conducción de la izquierda una serie de departamentos importantes, entre los que se encuentran, analizando su desarrollo económico, varios de los que tienen más peso. Se dice que más del 75% del PBI será ahora administrado por los representantes del Encuentro Progresista- Frente Amplio- Nueva Mayoría. Por el litoral, nada menos, que Salto y Paysandú, por el este Canelones, Maldonado y Rocha, verdadero eje del turismo masivo al país, sin olvidar en la zona central a Florida y Treinta y Tres. La izquierda tendrá desde que asuman los nuevos intendentes un poder real solo comparable al obtenido en su momento, por el gobierno de Luís Alberto Lacalle. Pero en este triunfo de la izquierda, por supuesto, está implícita también la decisión de la gente de no solo modificar, como lo hizo en octubre, el signo del gobierno nacional, sino de concretarlo también a nivel departamental, donde las realidades son bien distintas a la que se observaron en lo nacional. Esa decisión que plantea incógnitas que deberán despejar los sociólogos, se verificó con toda claridad en Maldonado, donde el intendente saliente Antia, había logrado en las encuestas previas, una masiva aceptación a su gestión. Entonces, ¿a que se debe el triunfo de De los Santos? Es que la gente de Maldonado buscó el cambio, más allá de la gestión del anterior intendente que, pese a la aceptación, estuvo salpicada de denuncias sobre gastos faraónicos y clientelismo. Sentimiento preponderante que vehículizó a las tres candidaturas de la izquierda las que lograron acumular los votos necesarios para que De los Santos triunfara sobre la muy fuerte performance del nacionalista Antia. Esa correntada a favor del cambio, modificando diametralmente las tradicionales coordenadas que se verificaron en el país sirvió, además, para mostrar como las aguas, dentro de los caudales de la propia izquierda, volvieron a su cauce. Las proporciones logradas por los distintos sectores fueron distintas que las de octubre pero más parecidas a las que se concretaron en comicios anteriores, recuperando – por ejemplo – el Partido Socialista su tradicional lugar como una de las primeras fuerzas de la izquierda. Los socialistas, sin duda, están eufóricos porque volvieron a ser la primera fuerza de la izquierda en los departamentos de Cerro Largo, Durazno, Rivera, Tacuarembó, Rocha, San José, Soriano, Treinta y Tres y Salto. Ello le significa al PS la obtención de 52 ediles en el interior, de los cuales 23 son mujeres. Hay que sumarles los obtenidos en Montevideo y Canelones (6 en total). O sea que el partido fundado por Emilio Frugoni y del que es integrante el presidente de la República, Tabaré Vázquez, tendrá 58 ediles en todo el país, número que le da un peso importante en el panorama político nacional, ya que prácticamente tiene el 10 % de los todos los ediles del país y más del 24% de los obtenidos por la propia izquierda. También el PS logró el importante guarismo de ser la segunda fuerza en el departamento de Canelones, luego de haber sorteado una interna compleja que lo dejó maltrecho para encarar, en octubre pasado, las elecciones nacionales. Por otra parte en San José la votación lograda por Sellanes, aventó todos los análisis que sostenían que el ex nacionalista Cerdeña, era “la puerta de ingreso a la izquierda”. La definición del votante de izquierda a favor del candidato socialista fue más que significativa en el departamento en donde el herrerista Chiruchí mantuvo su indiscutible hegemonía. Además, como consecuencia del triunfo de Ramón Fonticiella en Salto, el PS logra sumar otro diputado por ese departamento, ya que ingresará ahora a la cámara baja la dirigente Alba Cocco. De acuerdo a los cómputos finales en el interior la lista 609 logró 21,8%, cayendo algunos puntos de lo obtenido en la elección de octubre, el PS acrecentó su peso electoral rondando el 17,5%, mientras los demás grupos obtuvieron la siguiente votación: 2121, 13%, 738, 8,9%, 77, 8,8%, 1001, 4,9. El corolario de todo esto determina que los socialistas, por primera vez en la historia del Uruguay, obtienen con candidatos que son afiliados o votantes 4 intendencias, ya que Julio Pintos, Artigas Barrios y Gerardo Amaral electos intendentes de Paysandú, Rocha y Treinta y Tres, son miembros del PS, y Juan Carlos Giachetto (Florida), tiene una relación menos orgánica, pero ha apoyado electoralmente desde siempre al socialismo. Por su parte el democristiano Ramón Fonticiella, próximo intendente de Salto, integra una coalición de la que el PS es su actor más importante, aliado con el MPP y el PC, extremo que quedó consolidado en la alta votación obtenida en ese departamento, en donde los socialistas fueron electoralmente el primer grupo de la izquierda. Sin duda que el PS surge como uno de los triunfadores más claros de esta elección departamental, siendo la fuerza decisiva y articuladora de la mayoría de las intendencias que pasaron a ser dirigidas por la izquierda. Fue uno del primer protagonista del terremoto electoral que derrumbó lo que parecían inconmovibles edificios de poder conservador. Sin duda, una rotunda transformación, ya que el PS en las elecciones del pasado octubre, que le dieron el triunfo al doctor Tabaré Vázquez, había tenido una performance desteñida, perdiendo dos de los cuatro senadores que poseía. Sin embargo, el pasado domingo, el interior modificó esa visión, mostrando la consolidación del sector dirigido por el diputado Roberto Conde. Los sociólogos deberán estudiar este fenómeno, las razones profundas de esta modificación radical, en que el viejo partido vuelve a ser un factor preponderante en el panorama político nacional, no solo siendo el sector del presidente de la República, sino también preponderante – como expresamos anteriormente - en por lo menos cinco de las importantes intendencias obtenidas el pasado domingo para la izquierda. De alguna manera las coordenadas del poder político, en el marco de un panorama renovado, pasan a las manos de un sector tradicional en la izquierda, mostrando como en menos de seis meses la arquitectura electoral aplicada mediante acuerdos y alianzas, determinó que sectores que hace algunos meses mostraban otra realidad, volvieran luego de las elecciones municipales, a convertirse en fuerzas que mantienen una preponderancia decisiva en el modificado panorama institucional del país. - Carlos Santiago es periodista.
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