El FMI fracasó en Bolivia
26/11/2004
- Opinión
"¡Definitiva y rotundamente, no!". Tajante y sin vacilación
alguna responde Cecilia Ramos tan pronto comienza el diálogo en
el marco de su reciente visita a Suiza para participar en un
seminario de debate organizado por la "Declaración de Berna".
La pregunta "irritativa", el tema de convocatoria de dicho foro:
¿pueden servir las políticas del Fondo Monetario Internacional
(FMI) para resolver la situación de pobreza que vive una gran
mayoría de sus compatriotas? Ramos es economista, investigadora
y ha trabajado durante varios años en el terreno de la
cooperación internacional. Hoy colabora con el Ministerio de
Asuntos Indígenas.
Protesta social vs. FMI
Paralelo a las recetas del Fondo Monetario Internacional (FMI),
entre ellas las que proclaman la reducción de la pobreza, "ésta
ha aumentado considerablemente" enfatizó Ramos con estadísticas
en la mano. Hoy, en Bolivia, el 20 % de los más ricos controla
el 60 % de la riqueza, en tanto el 20 % de los habitantes más
pobres accede, escasamente, al 3 %, subraya.
Para la joven economista "las sucesivas explosiones sociales
que ha vivido Bolivia en los últimos lustros y particularmente
desde el 2000 hasta ahora, son una muestra de la inviabilidad de
las opciones de los organismos financieros internacionales". El
punto culminante lo constituyó la gran movilización popular de
octubre del 2003 , la que , "al costo de más de 100 muertos,
logró cambiar un presidente" que había intentado ciegamente
aplicar esas recetas.
Fue una protesta anti-Fondo Monetario Internacional, anti-Banco
Mundial. "Muy significativo y sugestivo porque estos años tan
convulsivos de la historia boliviana y las repuestas
contundentes, coinciden, justamente, con la denominada
estrategia boliviana para la reducción de la pobreza". Un gran
fiasco, una burbuja de jabón sin solución real alguna…,
puntualiza. "La gente está harta del ajuste estructural"…
Al drama de la concentración del poder económico en sectores
reducidos de la población, se le suma el de las escandalosas
privatizaciones de las empresas estatales, explica la economista
sudamericana. "Ejemplos como la compañía aérea nacional o los
hidrocarburos son contundentes. Se vende a precios regalado el
patrimonio del Estado, incluso las empresas que eran rentables …
y que luego, una vez privatizadas, dejan de funcionar
correctamente"
"Lo único que rebalsa es la miseria"
A pesar del discurso oficial, las propuestas del FMI, "no logran
reactivar la economía. El famoso y esperado efecto rebalse –
desborde del crecimiento para ser distribuido socialmente- no
se da. La torta es pequeña y los sectores acomodados no la
quieren repartir con los demás", enfatiza Ramos.
La historia del "milagro neo-liberal" se remonta a varias
décadas. El discurso de "redistribución" como consecuencia del
crecimiento viene de 1999, explica la economista boliviana. "Sus
recetas macro son siempre las mismas…ahora, con un pequeño
acápite de *lucha contra la pobreza*. Pero nada de lo esencial
ha cambiado. Ni las prioridades de sus políticas, ni el tipo de
inversiones que preconizan. Al contrario, todo se ha endurecido
con esas privatizaciones anti-sociales" y con el "crecimiento de
la deuda multilateral que sigue siendo la más grande y pesada".
Lo que sorprende, agrega Ramos, es que nada funciona aunque
siempre "los gobiernos bolivianos recientes han sido los alumnos
latinoamericanos más disciplinados del modelo impuesto por las
instituciones financieras internacionales"
Las alternativas
Del diagnóstico a las alternativas…un camino a recorrer. "Hay
mucho que aprender. Pero es un desafío no sólo boliviano sino
mundial. En nuestro caso, con un 60 % de la población que se
reconoce como indígena, tal vez de ahí mismo vengan pistas de
futuro". Su intuición se corresponde con hechos: "se empieza a
teorizar sobre sobre la economía comunal alternativa al modelo
capitalista. Hay algunos libros al respecto. Si bien las
comunidades indígenas no pueden escapar al mercado, tampoco
están presas del mismo. "Sus formas de vida cotidiana son
diferentes que las que impone el capitalismo salvaje".
Y también esa alternativa debe consolidarse en lo político. Es
un proceso. "Hay señales positivas. Me refiero, por ejemplo a
Evo Morales y su partido MAS (Movimiento al Socialismo). Si bien
no significa hoy una propuesta teórica acabada para salir del
sistema capitalista…está dando pasos". Pasos que también
recorren, según Ramos, otros países latinoamericanos como
Venezuela o Brasil…
Bolivia hoy, una gran nebulosa que busca clarificarse. Bolivia
mañana, "la explosividad social permanente" si el sistema y las
instituciones financieras internacionales no entienden el
mensaje de la revuelta social…
* Sergio Ferrari. Colaboración E-CHANGER
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