La libertad de expresión en Venezuela

10/11/2012
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"Artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión." El lunes 3 de mayo se celebró el día mundial de la libertad de prensa auspiciado por las Naciones Unidas. Con el Tema: "¿Quién decide cuanto se informa?" se inició la sesión del Comité de información, con intervenciones del Secretario General, Kofi Annan y del Presidente del Comité, Iftekhar Ahmed Chowdhury. El Sr. Kofi Annan señaló que "no hay duda de que la información es poder".

 

Los señalamientos del Sr. Annan son cruciales para entender la realidad venezolana. La información es poder y aquí el poder no ha estado de parte de la Revolución. Por el contrario, los grandes medios de comunicación, a través de los cuales se hace llegar la información, están en manos de las oligarquías que detentan el poder económico en Venezuela. A nivel internacional, existe un proceso de fusiones y alianzas tendientes a conformar una concentración monopólica de proporcionas inimaginables.

 

Más adelante señaló el Sr. Kofi Annan que "las personas que tienen acceso a medios de comunicación libres e independientes tienen más opciones a su alcance..." Indirectamente se hace una referencia a lo que ha sido el drama de la mayoría de venezolanos. No hemos tenido, por mucho tiempo, medios de comunicación libres e independientes, por lo que las opciones de los venezolanos han sido muy restringidas hasta ahora. Sin embargo, hay una fractura en el monopolio de la comunicación. Por las rendijas de esa fractura se está colando un nuevo actor que ha aparecido en la escena comunicacional: los medios alternativos. Los grandes medios de comunicación privados mantienen la verdad y por ende la libertad, terriblemente secuestradas.

 

La libertad de prensa es esencial para que exista libertad de expresión. Sin embargo, en Venezuela, y a pesar de existir absoluta libertad de prensa, la de expresión está seriamente amenazada. Quienes la tienen acorralada, son precisamente los que hacen uso de la libertad de prensa para mentir, engañar, agredir y ocultar la verdad, negando el derecho de todos los ciudadanos a la información veraz. ¿De qué vale tener libertad de expresión, si no puede expresarse el ciudadano en los medios de comunicación privados? ¿Qué importa que se pueda expresar libremente lo que se piensa, si esto no puede ser difundido por los grandes medios de comunicación? Existen ejemplos de sobra acerca de esta materia.

 

El pasado viernes 30 de abril, se alcanzó la asombrosa cifra de 1.273.000 ciudadanos alfabetizados. La cifra es, en si misma, una gran Revolución. Sin embargo, los grandes medios callaron. No dieron la cobertura debida. Otro caso, si se quiere emblemático, fue el de la cobertura de los medios a los sucesos del 13 de abril de 2002.

 

La cobertura fue nula y se pudo sentir directamente, cómo al pueblo venezolano le fue impedido el legítimo derecho a expresarse. Recientemente, el martes 4 de mayo, el Ministro de Comunicación e Información, Jesse Chacón declaró que "los grandes medios de comunicación niegan el derecho a estar informados a los ciudadanos, cuando censuran hechos que según su criterio, no deben ser escuchados ni vistos por los venezolanos". Estas declaraciones se dan porque los grandes medios de comunicación venezolanos se dieron a la tarea de no informar lo ocurrido con las fotos de las torturas y vejaciones que los soldados estadounidenses e ingleses han cometido contra los prisioneros iraquíes.

 

Una noticia que ha dado la vuelta al mundo y que ha generado las más variadas polémicas, aquí ha sido deliberadamente ocultada. A nivel local, hace poco en un espectáculo presentado por el Banco Banesco, ocurrió un accidente en el que fallecieron varias personas, pero la prensa local para nada lo reportó. Fue necesario crear un escándalo para que se le prestara atención a esto. Como consecuencia de los manejos perversos de la información, y luego del sabotaje petrolero de diciembre del 2002 y principios del 2003, la prensa escrita sufrió una transformación en nuestro país. El diario El Universal, que tradicionalmente editaba 104 páginas diariamente, en cuatro cuerpos, de la noche a la mañana tuvo que reducir sus ediciones a la mitad. El diario El Nacional también se vio obligado a reducir su edición impresa y a cobrar la edición digital. Incluso la audiencia de los noticieros y de los mismos medios ha bajado también, por las mismas razones.

 

Por último, es conveniente destacar que estos ataques a la libertad de expresión que se dan en Venezuela, son parte de los que se dan a nivel mundial. Los grandes monopolios de la información siguen concentrando en sus manos el negocio informativo mundial y tienen en televisoras como Globovisión y Venevision sus franquicias nacionales para difundir, arreglar y acomodar las noticias de acuerdo a sus intereses.

 

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