La ausencia de propuestas caracteriza la campaña presidencial de 2004

23/03/2004
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El 2 de mayo de 2004 se efectuarán las elecciones generales en Panamá cuyos resultados arrojarán un nuevo presidente de la República, 75 legisladores, 66 alcaldes y 616 representantes. Los servidores públicos electos durarán cinco años en sus puestos, hasta septiembre de 2009. Entre los candidatos a la Presidencia se encuentran Martín Torrijos (40 años de edad), hijo del general populista que negoció los tratados del Canal firmados en 1979 que puso fin a la presencia colonial norteamericana en Panamá. También está Guillermo Endara (67 años de edad), quien llegó al solio presidencial después de la invasión militar norteamericana en 1989. Además, José Miguel Alemán (50 años), delfín de la saliente presidenta Mireya Moscoso. El cuarto candidato es Ricardo Martinelli (53 años) miembro de los últimos gobiernos de turno quien asegura que es un empresario sin interés en la política. La campaña presidencial de 2004 se ha caracterizado por la ausencia de propuestas. Los candidatos han evadido pronunciarse sobre los problemas más importantes del país. Contrasta la actitud de los candidatos con las campañas realizadas en las últimas tres elecciones. En 1989 la campaña estuvo dominada por la cuestión democrática y la presencia de un régimen militar autoritario. En 1994 la campaña giró en torno a la economía, las privatizaciones y la flexibilización. En 1999 el debate se centró nuevamente en la economía pero en la necesidad de humanizar las medidas neoliberales que habían lanzado a más de la mitad de la población del país por debajo de la línea de la pobreza. Ningún candidato aborda las causas de los problemas La falta de propuestas políticas puede ser el resultado, por un lado, del desconocimiento de los problemas o, por el otro, de querer evadir las responsabilidades. Probablemente sea una combinación de ignorancia y de irresponsabilidad. Ninguno de los cuatro candidatos ofrece propuestas para enfrentar el deterioro de la situación económica. El fracaso del modelo económico neoliberal (privatizaciones, flexibilización y desregularización) no ha generado entre los candidatos oferta alternativa alguna. Todos reconocen los efectos de la crisis – desempleo, pobreza y violencia – pero ninguno aborda las causas para encontrarle la mejor solución a los problemas. La crisis del sector agropecuario, base de cualquier política económica a mediano plazo, tampoco es abordada. Se sigue manejando la idea de que los campesinos expulsados del campo serán absorbidos por la dinámica urbana. Sin embargo, la política neoliberal frenó el desarrollo secundario y la masa trabajadora fue lanzada al sector informal de la economía. En el caso particular del Canal de Panamá, los candidatos se han declarado desconocedores de la importancia de esa estratégica obra de ingeniería que une los dos océanos. Existe incertidumbre en el país en torno al futuro del Canal de Panamá. La junta directiva de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) tiene una agenda que no comparte con el resto del país. Los trabajadores organizados, los gremios empresariales y otros sectores sólo esperan sorpresas. Incluso los campesinos chocan con la ACP y los ambientalistas mantienen una vigilia constante sobre los abusos de la ACP. Los candidatos no quieren inmiscuirse en asuntos del Canal. (En medio de la incertidumbre, Martín Torrijos seleccionó sin razón aparente a un miembro de la junta directiva de la ACP para que fuera su candidato a vice-presidente). Martín Torrijos plantea en su programa que promoverá el turismo y el transporte marítimo durante sus cinco años de gobierno. Apuesta a lo que considera un ganador seguro ya que ambos sectores son de los pocos que han tenido algún crecimiento en los últimos años. En materia de política internacional dice que "respetará los derechos humanos". Alemán, por su lado, asegura que continuará con la labor social desarrollada por la presidenta Moscoso, especialmente en las áreas rurales. Además, apunta que no permitirá que se agudice la corrupción que afecta a todos los niveles. Endara señala que cuando llegue a la Presidencia anunciará su programa de trabajo. Promete convocar una constituyente para modificar las normas que sirven de base para gobernar actualmente el país. Martinelli centra su oferta en la creación de empleos y en "caminar en los zapatos del pueblo". El silencio de la campaña, interrumpida por los pitazos de las caravanas de "todo-terrenos" que se pasean por las ciudades del país durante los debates televisivos, se hace aún más ensordecedor entre los candidatos para puestos de legislador, alcalde y representantes. En estos casos, la mayor parte de los candidatos compiten por demostrar su inventiva para crear imágenes inexistentes, demostrando altos niveles de desconocimiento del país. En un momento, el enfrentamiento entre el actual alcalde de la ciudad de Panamá, Juan C. Navarro, quien busca su reelección, y Marco Ameglio, quien fuera precandidato del oficialismo a la Presidencia, generó algo de entusiasmo. Sin embargo, ambos aparentemente decidieron guardar sus propuestas y no invertir en una campaña de ideas y de planteamientos. La juventud desorientada y el movimiento popular en receso Las políticas de ajuste de los últimos gobiernos han perjudicado, sobre todo, a la juventud del país. La tasa de desempleo en los sectores más jóvenes de la población trabajadora fluctúa cerca del 30 por ciento, la calidad de la educación ha disminuido y el sistema los empuja hacia la delincuencia. Como consecuencia, la juventud no busca alternativas políticas. Los sectores populares, cuyas luchas reivindicativas frenan los apetitos desmedidos de los grupos gobernantes, no intervienen en los procesos electorales. Tanto jóvenes como trabajadores participan de la "fiesta" pre-electoral que organizan los candidatos pero son marginados de los programas. Según las encuestas, Torrijos ganará las elecciones con un margen bastante cómodo. Ha logrado controlar la embestida inicial de la candidatura de Guillermo Endara, que recoge el "voto castigo" contra el delfín de la presidenta, José Miguel Alemán. Torrijos podría acercarse al 40 por ciento de los votos debido a la impopularidad de Alemán y las limitaciones de Endara cuya oferta sólo atraería el 30 por ciento de los votos. Las elecciones de 2004 pueden presentar un escenario abstencionista debido a la falta de interés que han despertado las propuestas de los candidatos. Además, muchos sectores sociales están lanzando la consigna del voto en blanco. Torrijos es el probable ganador, pero sin mandato claro o preciso, con una agenda neoliberal fracasada que intentará imponer a pesar de la resistencia popular. La privatización de la educación, la salud, la seguridad social y el abandono del sector agropecuario son los problemas que dominarán el próximo período presidencial sea quien sea elegido presidente el próximo 2 de mayo. * Marco A. Gandásegui, hijo es profesor de Sociología
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