Entrevista con Frei Betto, teólogo y militante
Cada día se caen varias torres gemelas en silencio...
04/03/2004
- Opinión
Amigo personal y estrecho consejero del presidente Lula, no dudó a
inicios del año pasado dejar su fraternidad dominica de San Pablo
para trasladarse a Brasilia. No como funcionario ni como ministro,
sino como simple militante, a su franco decir. En la capital,
Carlos Alberto Libânio Christo, más conocido como Frei Betto, es el
responsable de Movilización Social del programa « Hambre Cero » que
busca reducir este flagelo que golpea a 45 millones de brasileros.
Diálogo abierto con un hombre de izquierda, ex-preso político,
periodista, escritor de unos 50 libros, religioso y además, uno de
los padres de la Teología de la Liberación latinoamericana.
El hambre hace distinción de clases
P: ¿Cuál es la base conceptual que sustenta la campaña « Hambre Cero
» que viene implementando el gobierno brasilero a nivel nacional?
R: Mucha gente piensa que son tres las causas principales de muertes
en el mundo: la guerra, el terrorismo y el SIDA. ¡ No es para nada
verdad! Lo que más mata es el hambre. 842 millones de seres humanos
viven en situación de desnutrición crónica. Las estadísticas hablan
de 100 mil muertes diarias por esa causa, de las cuales 30 mil niños
en edades que oscilan entre los 0 y 5 años. ¡Varias Torres Gemelas
cada día! Pero son muertes anónimas, nadie las llora, pocos se
indignan, no hay monumentos con sus nombres. Hay 45 millones de
personas con SIDA en el mundo. Y es importante hacer campañas. Pero
el hambre mata veinte veces más que el SIDA... ¿ Porqué no hay,
proporcionalmente, tantas campañas contra el hambre?
P: ¿ Tiene la respuesta?
R: Tengo una sola un tanto cínica. El hambre hace distinción de
clases. A los ricos no les toca, por lo tanto no se preocupan... Y
por eso Lula impulsa el programa « Hambre Cero » y en el plano
internacional promueve la creación de un Fondo, sobre la base de
aplicar una especie deTasa Tobin sobre las relaciones comerciales
en los paraísos fiscales (ndr o sobre la compra-venta de armas)
El asistencialismo del norte
P: Paradójicamente esa propuesta fue bien recibida por algunos
gobernantes, entre ellos algunos europeos, que no son muy «
sociales » ni progresistas...
R: No tenemos ningún prejuicio. Aceptamos a todo aquél que quiera
sumarse para enfrentar la pobreza y el hambre. Una cosa sí que me
preocupa, es la concepción asistencialista que se sigue teniendo en
Europa. Combatir el hambre no es donar comida a los *pobres*. Esa es
la peor manera de combatirlo porque desestimula la producción local;
incentiva la corrupción de muchos políticos que negocian alimentos a
cambio de apoyo electoral y justifica los subsidios en el Norte.
P: ¿ Cómo lograr entonces, por ejemplo, que Hambre Cero no caiga en
esa misma desviación?
R: Hambre Cero no es asistencialista sino un programa de inclusión
social. Busca crear condiciones de sustentabilidad. No es una
propuesta de distribución de alimentos, sino de inserción social a
través de una redistribución de los ingresos. A partir de fomentar,
paralelamente, el cooperativismo, el micro crédito, la educación
ciudadana, la reforma agraria.
P:¿ Un esfuerzo por aumentar la conciencia y la organización de los
beneficiados por el programa?
R: En efecto. Hemos estructurado una red organizada en todos los
Estados de Brasil que se llama « Talher », que en portugués hace
referencia a los instrumentos para comer y a la capacitación.
Contamos ya con 540 educadores formados y con 10 funcionarios del
Gobierno Federal que trabajan en mi oficina. Implementado la
pedagogía de Paulo Freire.
P: ¿ Cómo se implementa ese enunciado pedagógico en un programa como
el que usted coordina?
R: Cuando llegamos a una familia y le damos una tarjeta magnética -
que se llama tarjeta ciudadana- para sacar cada mes su dinero del
banco federal, exigimos que no haya ningún analfabeto (y si lo
hubiera debería comenzar de inmediato su alfabetización) ; que los
chicos vayan a la escuela; que participen de un programa de salud;
de clases de cooperativismo o microcréditos...Ahí entra lo de la
educación popular y ciudadana. Un esfuerzo para que la gente
adquiera conciencia sobre los derechos de la familia, de
planeamiento familiar -¡que no es control de natalidad!-...Toda una
estrategia integral. A este ejercicio le llamamos condicionalidad.
Un concepto creado por los políticos para complicar las cosas
(señala jocosamente)...pero que habla en nuestro caso de derechos y
deberes.
P: Hubo críticas sobre una cierta lentitud para aplicar Hambre
Cero... ¿ Por lo que Usted dice todo marcha bien?
R: Este año que terminó ha sido un gran éxito. Pensábamos favorecer
a un millón de familias en 1000 municipios. Llegamos a 3 millones 615
mil familias en 2.340 municipios, más de la mitad de los que existen
en Brasil. Se priorizaron las regiones casi desérticas del nor-este;
aldeas indígenas; grupos de sin tierra; habitantes de basurales y
las comunidades *kilombolas* descendientes de esclavos. Se lograron
unificar todas las políticas estatales ligadas al combate contra el
hambre. Y , adicionalmente, cuando se beneficia a un grupo humano,
llegan los agentes de nuestro programa para promover la salud
pública, la educación, los huertos comunitarios y domésticos, la
educación nutricional etc. Ahora promovemos también la construcción
de una cisterna en cada casa beneficiada. Un método muy simple
inventando por un campesino que permite recolectar, aún en las zonas
más secas, hasta 16 mil litros de agua de lluvia del techo de la
vivienda. Cada una cuesta 450 dólares, tiene una vida útil de 40
años y es construida por el mismo grupo familiar, lo que contiene
desde el inicio un condimento significativamente educativo.
Las resistencias a los cambios
P: ¿Hay resistencias en Brasil al programa Hambre Cero?
R: No al programa. Pero sí a las reformas estructurales que deben
implementarse y sin las cuales Hambre Cero no puede tener éxito. Me
refiero especialmente a la reforma agraria ...
P: Que sigue siendo muy lenta en su aplicación tal como lo señalan
algunas voces críticas de trabajadores sin tierra...
R: Hay ya un plan listo para asentar 530 mil familias en 4 años. El
Movimiento de los trabajadores rurales sin Tierra (MST) pedía un
millón. En lo inmediato el Gobierno asegura un poco más de la mitad
de esa demanda. Este año serán 115 mil familias. En eso no se quiere
pecar de demagogia y de promesas que no se pueden cumplir.
P: ¿ Quién se opone realmente a esa reforma?
R: En el país hay unas 600 millones de hectáreas cultivables. De
ese total, un tercio se puede afectar a la reforma agraria porque
son tierras ocupadas por propietarios ilegales, grandes
latifundistas.
P: Cuando se habla del tema de la tierra viene automáticamente una
pregunta sensible: la relación del Gobierno con los movimientos
sociales. ¿ Sigue vigente el *casamiento* que se produjo cuando Lula
llegó al gobierno en enero del 2003?
R: Lo que sigue vigente es una relación crítica entre contrapartes.
En todo este tiempo ningún movimiento social ha roto con el Gobierno
de Lula. Hay críticas que consideramos positivas. Pero es
inobjetable que Lula viene de esos movimientos y conoce en carne
propia la miseria. Y es muy claro en su idea de evitar dos errores
que serían garrafales. Uno, el *capitalista*, que sería
criminalizar al movimiento social. El otro, el *socialista*, que
sería el de considerar a los movimientos sociales como correas de
transmisión de la política de Estado lo que atentaría contra su
necesaria autonomía.
P: ¿ Se mantiene la paciencia de esos movimientos a pesar de los
cambios son más lentos de lo que se esperaba? Hay sectores que han
roto con el Partido de los Trabajadores en el gobierno...
R: Se mantienen las expectativas. Las primeras encuestas indicaban
que la gente le daba al Gobierno un crédito de dos años. Hasta ahora
sólo dos o tres sectores, sin contar la extrema derecha o la
oposición , se han distanciado. Unos pocos parlamentarios de extrema
izquierda y algunos intelectuales...
« Hambre Cero », versión política del milagro bíblico
« En términos del Evangelio el pan y la fe están íntimamente
ligados. Creo en Dios que dijo que es el pan y la vida » enfatiza
Frei Betto al explicar su nuevo compromiso cercano a las esferas de
poder.
A pesar de esa cercanía, « no he cambiado en nada en mis
convicciones y práctica. Sigo trabajando con la gente más pobre y lo
considero como un trabajo pastoral »
*Hambre Cero* prioriza a los más humildes y marginados. « Para mí
es la versión política de la multiplicación de los panes y peces
hecho por Jesús »
No se puede olvidar, señala Betto, que « la oración que nos enseñó
Jesús tiene dos refranes: Padre nuestro y pan nuestro. Puedo llamar
a Dios como Padre si lucho para que el alimento sea no sólo mío sino
de todos » (Sergio Ferrari)
Tensiones internas y corrupción
En noviembre del 2003, cuatro parlamentarios nacionales -tres
diputados y una senadora- fueron expulsados del Partido de los
Trabajadores (PT) Al origen de esta medida, sus voces críticas
contra la ley de jubilación de la función pública y sus votos
negativos en el Parlamento contra medidas a las que consideraron
*antipopulares*. Fue el primer signo de la tensión interna desde que
Lula llegara al gobierno en enero del 2003. Sobre el tema, Frei
Betto se muestra cauto y un tanto distante: « yo no soy militante
del PT y me cuesta opinar sobre una institución a la que no
pertenezco », enfatiza. Para agregar de inmediato: « pienso que en
cualquier estructura si uno no acepta la decisión democrática de la
mayoría tiene que salir. No habría manera, por ejemplo, de seguir en
la iglesia si no estuviera de acuerdo con lo que ésta determina».
Incluso si hubo un mayoría cualificada en el Directorio Nacional del
PT para exigir la disciplina del grupo parlamentario, la posición
del partido significó un cambio de fondo, tal como lo subrayó la
senadora disidente Héloisa Helena. Durante el Gobierno precedente de
Fernando Henrique Cardoso, el PT se había opuesto radicalmente a
iniciativas como las que luego votó el año pasado, provocando la
tensión interna. Con respecto al reciente y más sonado caso de
corrupción que involucra a Waldomiro Diniz, la posición del
teólogo-militante es radical. «Es un caso aislado. Por la
información que dispongo se trata de un hombre corrupto. Fue
inmediatamente sancionado. Ya ha sido exhonerado de su
responsabilidad por Lula y ahora será sancionado por la justicia.
Este tipo de hechos no podemos soportarlo. La ética no es sólo un
principio básico sino un signo distintivo del gobierno de Lula.
Cualquier caso de corrupción debe ser ejemplarmente sancionado.
Pienso que la prensa ha jugado muy bien su trabajo, de denunciar y
comprobar los hechos»
https://www.alainet.org/es/articulo/109529?language=es
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