Comprendiendo el intento de fraude

25/02/2004
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  • Opinión
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En Venezuela se están llevando a cabo sesenta y dos (62) procesos de solicitud de referendo revocatorio. Dichos procesos se refieren a la solicitud de revocación de mandatos a 37 diputados de la oposición, 24 diputados que apoyan al Gobierno y uno referido al Presidente de la República. Sin embargo, para la prensa nacional e internacional pareciera existir un sólo proceso de solicitud de referendo: el del Presidente de la República. La oposición permanentemente ha declarado que el Presidente no tiene legitimidad por cuanto perdió ese cuantioso apoyo popular que tuvo en un principio, por eso se embarcó en la aventura de solicitar un referendo revocatorio. Es conveniente aclarar que el Presidente de la República fue electo con más de 3,7 millones de votos, pero la oposición sólo logró reunir, según ellos, 3,4 millones de firmas. Ahora bien, para que el referendo revocatorio pueda ser convocado, deben haber por lo menos, 2,4 millones de firmas. El Presidente Chávez ha repetido innumerables veces que si las firmas son suficientes y válidas, se sometería, democráticamente, a la voluntad popular, es decir, aceptaría la convocatoria a un referendo revocatorio. Pero ¿son válidas las firmas? Firmas rechazadas. Se recibieron alrededor de 380.000 planillas con las firmas de quienes solicitaban el referendo revocatorio presidencial. De ese total, alrededor de un 2% fueron rechazadas por estar mal direccionadas, es decir, se enviaron a sitios que no correspondían con el correcto. Alrededor de un 1% se rechazaron por estar en el acta de entrega de las planillas a los centros de recolección y que luego no aparecieron en las actas de cierre. Casi un 5% de las planillas se rechazaron por estar en las actas de cierre pero no aparecieron en las actas de entrega, es decir, son planillas que llegaron a las totalizaciones sin saberse de dónde habían salido. Algo más del 2% se rechazaron por no estar reflejadas en las actas de cierre y casi un 2% se rechazaron por estar en blanco. Estos últimos casos fueron evidentemente hechos con la convicción de que el Consejo Nacional Electoral no iba a revisar en forma exhaustiva las firmas. Aparte de estas firmas rechazadas, alrededor de un 7% de firmas fueron rechazadas por presentar errores graves, como por ejemplo que no aparezca la firma, o que las mismas estén repetidas, o que las cédulas sean incorrectas, etc. Luego de este análisis se tiene que del total de firmas entregadas por la oposición, 3,4 millones, sólo le quedan un poco menos de 2,7 millones de firmas. Con lo cual se podría convocar el referendo revocatorio presidencial si no fuese por el detalle de las "planillas planas". Las "planillas planas" o de caligrafía similar Cuando se comenzaron a revisar las planillas que solicitaban el referendo, uno de los primeros hechos que llamó la atención fue la gran cantidad de planillas con caligrafía similar o "planillas planas" como se le conoce coloquialmente. En estas planillas los datos de quienes firmaban están escritos por una sola persona y en algunos casos, hasta las firmas son hasta similares. La oposición señala que lo que vale son las firmas y no la transcripción de los datos. El Gobierno ha dicho que estas firmas esconden el fraude. En total se tiene que son 148.000 planillas las que se determinaron como "planillas planas", esto equivale a 1.320.000 firmas aproximadamente. Si esto se le descuenta a los 2,7 millones de firmas que quedaron después de quitar las planillas no válidas, queda un total de firmas que NO es suficiente para convocar a un referendo revocatorio presidencial. ¿Por qué no son válidas las "planillas planas" o de caligrafía similar? Las normas establecidas para regular los procesos de referendos revocatorios de mandatos de cargos de elección popular, en su artículo 22 señalan que "la solicitud de convocatoria de referendo es un acto personalísimo" (se puede consultar el reglamento en la página Web del Consejo Nacional Electoral en http://www.cne.gov.ve/documentos/reg_referenda01.asp). Desde el principio estuvo claro en la convocatoria que los datos, la firma y la huella dactilar las debía colocar el solicitante, pero en ningún momento se habló de sólo firmar la planilla. Lo que realmente esconden las "planillas planas" es la gigantesca coacción que significaron estas planillas. Son múltiples las denuncias de lugares en donde se llenaron las planillas con los datos de personas que luego fueron obligadas a firmar, bien sea para no perder su puesto de trabajo, bien sea con la promesa de conseguir empleo, entre otros motivos. Tenemos informaciones de numerosas denuncias de algunos bancos, empresas de telefonía, franquicias, instituciones educativas, etc., en donde se presionó a las personas para que firmaran, y en donde se utilizó al personal secretarial para transcribir las nóminas completas de manera que los empleados asistieran sólo a firmar. Incluso hay muchas "planillas planas" en donde se pueden observar renglones de personas que no firmaron, lo que supone que estas personas o se negaron o no asistieron a sus puestos de trabajo. La coacción y las amenazas no han terminado, y si las planillas se llevan a reparo, estas personas serían obligadas a firmar nuevamente, por eso, las "planillas planas" deben ser declaradas nulas por contravenir directamente la norma que dice que el acto de firmar es un acto personalísimo, y porque, en el fondo, las mismas esconden la coacción y las amenazas de los poderosos en contra de los débiles.
https://www.alainet.org/es/active/5671?language=en
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