Movimiento por la Justicia Global
Un arma que necesita ser afilada
25/01/2004
- Opinión
Las marchas, aunque sean en todo el mundo y en ellas participen
millones de personas, no bastan. La escritora india Arundhati
Roy, una de las voces más reconocidas del llamado Movimiento por
una Justicia Global, alerta sobre el riesgo de que ese movimiento
se convierta en un "teatro político" y en "un activo para
nuestros enemigos". Para ella, es preciso afilar y reimaginar el
"arma preciosa" de la resistencia mundial. "Necesitamos
enfocarnos en blancos reales, librar batallas reales e infligir
un daño real". En otras palabras, realizar acciones que afecten
de verdad los intereses del poder económico y político global.
Porque al señor George W. Bush, las marchas domingueras le tienen
sin cuidado
MUMBAI. El pasado enero, miles de nosotros, de todo el mundo, nos
reunimos en Porto Alegre, en Brasil, y declaramos reiteramos que
Otro Mundo es Posible . A unos miles de kilómetros al norte, en
Washington, George W. Bush y sus asesores pensaban lo mismo.
Nuestro proyecto era el Foro Social Mundial. El suyo, continuar
lo que muchos llaman El Proyecto por un Nuevo Siglo
Estadunidense.
En las grandes ciudades de Europa y Estados Unidos, donde hace
unos años estas cosas sólo podrían haber sido pronunciadas en voz
baja, ahora la gente habla abiertamente sobre el lado bueno del
Imperialismo y la necesidad de un Imperio fuerte que patrulle un
mundo indócil. Los nuevos misioneros quieren orden a costa de
justicia. Disciplina a costa de la dignidad. Y superioridad a
cualquier precio. Ocasionalmente invitan a algunos de nosotros a
debatir el asunto en plataformas neutrales provistas por los
medios corporativos. Debatir el Imperialismo es un poco como
debatir los pros y contras de la violación. ¿Qué podemos decir?
¿Que realmente la extrañamos?
En cualquier caso, el Nuevo Imperialismo ya está aquí. Es una
versión remodelada, aerodinámica, de lo que alguna vez conocimos.
Por primera vez en la historia, un solo Imperio, con un arsenal
de armas que podría arrasar con el mundo en una tarde, tiene una
absoluta hegemonía unipolar económica y militar. Usa diferentes
armas para abrir a la fuerza diferentes mercados. No existe país
en la tierra de Dios que no esté en la mira del misil crucero
estadunidense y la chequera del FMI. Argentina era el modelo a
seguir si quieres ser el chico predilecto del capitalismo
neoliberal; Irak, si quieres ser la oveja negra.
Los países pobres que son de valor estratégico geopolítico para
el Imperio, o que tienen un mercado , de cualquier tamaño, o
infraestructura que puede ser privatizada, o, ni lo quiera Dios,
recursos naturales de valor petróleo, oro, diamantes, cobalto,
carbón deben hacer lo que se les diga o se convertirán en blancos
militares. Aquellos con las mayores reservas de riqueza natural
son los que más están en riesgo. A menos de que voluntariamente
entreguen sus recursos a la máquina corporativa, la agitación
civil será fomentada, o habrá guerra. En esta nueva era del
Imperio, en la que nada es lo que aparenta ser, se permite que
los ejecutivos de empresas interesadas influyan en las decisiones
de la política exterior. El Center for Public Integrity, en
Washington, encontró que nueve de los 30 miembros de la Junta de
Política de Defensa del gobierno estadunidense estaban
relacionados con compañías a las que se dieron contratos de
defensa por 76 mil millones de dólares entre 2001 y 2002. George
Schultz, ex secretario de Estado estadunidense, fue presidente
del Comité para la Liberación de Irak. También forma parte de la
junta de directores de Bechtel Group. Cuando se le preguntó si
existía un conflicto de intereses, en el caso de una guerra en
Irak, dijo: No sé si Bechtel se beneficiaría en particular de una
[guerra]. Pero si hay trabajo que hacer, Bechtel es el tipo de
compañía que podría hacerlo. Pero nadie lo ve como algo de lo
cual uno se beneficia . Tras la guerra, Bechtel firmó un contrato
por 680 millones de dólares para la reconstrucción en Irak.
El Nuevo Racismo
Este esquema brutal ha sido usado una y otra vez en América
Latina, Africa, Asia Central y Sudeste. Ha costado millones de
vidas. Sobra decir que cada guerra emprendida por el Imperio se
convierte en una Guerra Justa. Esto, en gran medida, se debe al
papel que han jugado los medios corporativos. Es importante
entender que los medios corporativos no sólo apoyan el proyecto
neoliberal. Son el proyecto neoliberal. No se trata de una
posición moral que escogieron asumir, es estructural. Es
intrínseco a los intereses económicos de los medios masivos.
La mayoría de las naciones tiene secretos familiares
adecuadamente atroces. Así que los medios no necesitan mentir a
menudo. El punto está en qué se enfatiza y qué se ignora.
Digamos, por ejemplo, que escogen a la India como blanco de una
guerra justa. El hecho de que unas 80 mil personas han sido
asesinadas en Cachemira desde 1989, la mayoría de ellas
musulmanas, la mayoría a manos de las Fuerzas de Seguridad
Indias; el hecho de que en febrero y marzo de 2002 más de 2 mil
musulmanes fueron asesinados en las calles de Gujarat, las
mujeres sufrieron violaciones tumultuarias, quemaron a niños
vivos y 150 mil personas fueron sacadas de sus hogares mientras
la policía y la administración miraban, y a veces participaban
activamente; el hecho de que nadie ha sido castigado por estos
crímenes y que el gobierno que los supervisó fue relegido... todo
esto daría titulares perfectos en los periódicos internacionales
en el preámbulo de la guerra.
Lo siguiente que sabríamos es que los misiles Crucero apuntarán
hacia nuestras ciudades, nuestros pueblos serán cercados con
alambre concertina, los soldados estadunidenses patrullarán
nuestras calles, y Narendra Modi, Pravin Togadia o cualquiera de
nuestros populares fanáticos intolerantes estarán, como Saddam
Hussein, bajo custodia estadunidense, revisándoles el cabello en
busca de piojos y las amalgamas de sus dientes serán examinadas
en horario triple A.
Pero mientras nuestros mercados estén abiertos, mientras a
corporaciones como Enron, Bechtel, Halliburton, Arthur Andersen
se les dé manga ancha, nuestros líderes elegidos democráticamente
pueden, sin temor alguno, borrar las líneas divisorias entre la
democracia, el mayoritarismo y el fascismo.
La cobarde disposición de nuestro gobierno de abandonar la
orgullosa tradición de India de ser No Alineado, su prisa por ser
el primero en la fila de los Completamente Alineados (la frase de
moda es aliado natural la India, Israel y Estados Unidos son
aliados naturales ) le ha dado el espacio para convertirse en un
régimen represor sin comprometer su legitimidad.
Las víctimas de un gobierno no sólo son aquellos a quienes mata y
aprisiona. Aquellos que son desplazados y desposeídos y
sentenciados a una vida de inanición y privaciones deben ser
incluidos entre las víctimas. Millones de personas han sido
desposeídas por proyectos de desarrollo . En los pasados 55 años,
sólo las Grandes Presas han desplazado entre 33 y 55 millones de
personas en la India. No tienen acceso a la justicia.
En los últimos dos años ha habido una serie de incidentes donde
la policía ha abierto fuego sobre manifestantes pacíficos, la
mayoría adivasi y dalit. Cuando se trata de los pobres, y en
particular de las comunidades dalit y adivasi, los matan por
invadir tierras forestales, y los matan cuando tratan de defender
las tierras forestales de invasiones de presas, minas, plantas
siderúrgicas y otros proyectos de desarrollo . En casi todas las
ocasiones en las que la policía abrió fuego, la estrategia
gubernamental ha sido decir que el tiroteo fue provocado por un
acto de violencia. Aquellos contra los que abrieron fuego
inmediatamente son llamados militantes.
En todo el país, miles de personas inocentes, incluso menores de
edad, han sido arrestados bajo la POTA (Ley de Prevención del
Terrorismo) y se les mantiene en la cárcel indefinidamente y sin
juicio. En la era de la Guerra contra el Terror, la pobreza es
astutamente mezclada con el terrorismo. En la era de la
globalización empresarial, la pobreza es un crimen. Protestar
contra un mayor empobrecimiento es terrorismo. Y ahora, nuestra
Corte Suprema dice que irse a huelga es un crimen. Criticar a la
Corte es, claro, un crimen también. Están sellando las salidas.
Como en el viejo Imperialismo, el éxito del Nuevo Imperialismo
también depende de una red de agentes elites locales corruptas
que sirven al Imperio. Todos conocemos la sórdida historia de
Enron en la India. El entonces gobierno Maharashtra firmó un
acuerdo de adquisición de energía que le dio a Enron ganancias
que ascendieron a 60% de todo el presupuesto de desarrollo rural
de la India. ¡Se le garantizó a una sola compañía estadunidense
una ganancia equivalente a los fondos para el desarrollo de
infraestructura para unas 500 millones de personas!
A diferencia de tiempos pasados, el Nuevo Imperialismo no
necesita caminar penosamente por el trópico arriesgándose a
contraer malaria o diarrea o una muerte temprana. El Nuevo
Imperialismo puede ser conducido a través del correo electrónico.
El vulgar racismo del Viejo Imperialismo, que se aplicaba
abiertamente, ya pasó de moda. La piedra angular del Nuevo
Imperialismo es el Nuevo Racismo.
Perdonar al pavo
En Estados Unidos, la tradición de otorgar el perdón al pavo es
una maravillosa alegoría del Nuevo Racismo. Todos los años, desde
1947, la Federación Nacional del Pavo le entrega al presidente
estadunidense un pavo para la Acción de Gracias . Cada año, en un
show de ceremonial magnanimidad, el presidente le perdona la vida
a ese pájaro (y se come otro). Tras recibir el perdón
presidencial, el Elegido es enviado a Frying Pan Park, en
Virginia, para acabar de vivir su vida natural. El resto de los
50 millones de pavos que se criaron para la Acción de Gracias son
sacrificados y comidos el Día de Acción de Gracias. ConAgra
Foods, la compañía que ganó el contrato del Pavo Presidencial,
dice que entrena a los suertudos pájaros para que sean sociables,
para que convivan con los dignatarios, los niños escolares y la
prensa. (¡Pronto hasta hablarán inglés!)
Así funciona el Nuevo Racismo en la era empresarial. A unos pocos
pavos cuidadosamente criados las elites locales de varios países,
una comunidad de adinerados inmigrantes, banqueros de inversión,
uno que otro Colin Powell o Condoleezza Rice, algunos cantantes,
algunos escritores (como yo) se les da la absolución y un pase a
Frying Pan Park. Los millones restantes pierden el empleo, son
desalojados de sus hogares, les cortan sus conexiones de
electricidad y agua, y mueren de sida. Básicamente, son para la
cazuela. Pero las Afortunadas Aves en Frying Pan Park la pasan
bien. Algunas de ellas hasta trabajan para el FMI y la OMC así
que, ¿quién puede acusar a estas organizaciones de estar en
contra de los pavos? Algunos son miembros de la Junta de la
Comisión que Elige los Pavos así que, ¿quién puede decir que los
pavos están en contra del Día de Acción de Gracias? ¡Participan
en él! ¿Quién puede decir que los pobres están en contra de la
globalización empresarial? Hay una estampida por entrar a Frying
Pan Park. ¿Y qué si la mayoría muere en el camino?
El Nuevo Genocidio
Parte del proyecto del Nuevo Racismo es el Nuevo Genocidio. En
esta nueva era de interdependencia económica, el Nuevo Genocidio
puede ser facilitado a través de sanciones económicas. Lo cual
significa crear las condiciones que lleven a una muerte masiva
sin tener que, efectivamente, salir a matar gente. Denis
Halliday, el coordinador humanitario de la ONU en Irak entre 1997
y 1998 (después, disgustado, renunció), usó el término genocidio
para describir las sanciones en Irak. En Irak, las sanciones
rebasaron los mejores esfuerzos de Saddam Hussein y cobraron la
vida de más de medio millón de niños.
En la nueva era, el Apartheid, como política formal, es anticuado
e innecesario. Los instrumentos comerciales y financieros
internacionales supervisan un complejo sistema de leyes
comerciales multilaterales y acuerdos financieros que mantienen a
los pobres en sus bantustanes [enormes guetos]. Su propósito es
institucionalizar la inequidad. ¿Por qué otra razón habría
Estados Unidos de tasar una prenda hecha por un manufacturero de
Bangladesh 20 veces más que lo que tasa una prenda hecha en Gran
Bretaña? ¿Por qué más sería que los países que cultivan 90% del
cacao sólo producen 5% del chocolate en el mundo? ¿Por qué más
sería que los países que cultivan el cacao, como Costa de Marfil
y Ghana, son expulsados del mercado a través de impuestos si
intentan convertirlo en chocolate? ¿Por qué más sería que los
países ricos, que gastan más de mil millones de dólares al día en
subsidios a los agricultores, demandan que los países pobres,
como la India, retiren todos los subsidios agrícolas, incluyendo
la electricidad subsidiada? ¿Por qué más sería que después de ser
saqueados por los regímenes colonizadores durante más de medio
siglo, las ex colonias están hasta el cuello en deudas contraídas
con esos mismos regímenes, y les pagan unos 382 mil millones de
dólares al año?
Por todas estas razones, el descarrilamiento de los acuerdos
comerciales en Cancún fue tan crucial para nosotros. Aunque
nuestros gobiernos intentan atribuirse el éxito, sabemos que fue
el resultado de años de lucha de muchos millones de personas en
muchos, muchos países. Lo que Cancún nos enseñó es que para poder
infligir daño real y forzar un cambio radical, es vital que los
movimientos de resistencia locales hagan alianzas
internacionales. De Cancún aprendimos la importancia de
globalizar la resistencia.
Cuando los héroes se hacen chiquitos
Ninguna nación individualmente puede enfrentarse sola al proyecto
de Globalización Empresarial. Una y otra vez hemos visto que
cuando se trata del proyecto neoliberal, los héroes de nuestro
tiempo de pronto se hacen chiquitos. Cuando los extraordinarios y
carismáticos hombres, gigantes de la Oposición, toman el poder y
se convierten en Cabezas del Estado, se vuelven impotentes en el
escenario global. Estoy pensando en el presidente Lula de Brasil.
Lula fue el héroe del Foro Social Mundial el año pasado. Este
año, está atareado poniendo en práctica los lineamientos del FMI,
reduciendo los beneficios de jubilación y purgando a los
radicales del Partido de los Trabajadores. También pienso en el
ex presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela. A los dos años de su
toma de posesión (1994), su gobierno se arrodilló, sin que
mediara advertencia, ante el Dios del Mercado. Instituyó un
programa de privatización y ajuste estructural que ha dejado a
millones de personas sin hogar, sin trabajo y sin agua y
electricidad.
¿Por qué sucede esto? No tiene caso golpearnos el pecho y
sentirnos traicionados. Lula y Mandela son, a todas luces,
hombres magníficos. Pero en el momento en que cruzan el umbral
entre Oposición y Gobierno, se vuelven rehenes de un espectro de
amenazas la más malévola es la amenaza de la fuga de capitales,
que puede destruir a cualquier gobierno de la noche a la mañana.
Imaginar que el carisma de un líder y un currículum de lucha
harán mella al Cartel Empresarial es no tener la más mínima
compresión de cómo funciona el Capitalismo, o, si a esas vamos,
de cómo funciona el poder. Un cambio radical no puede ser
negociado por los gobiernos; sólo puede ser realizado por el
pueblo.
Maravilloso, pero insuficiente
En el Foro Social Mundial, algunas de las mejores mentes del
mundo se juntan para intercambiar ideas sobre lo que pasa a
nuestro alrededor. Estas conversaciones afinan nuestra visión del
tipo de mundo por el cual estamos luchando. Es un proceso vital
que no debe ser socavado. Sin embargo, si todas nuestras energías
son desviadas hacia este proceso a costa de una acción política
real, entonces el FSM, que ha jugado un papel tan crucial en el
Movimiento por una Justicia Global, corre el riesgo de
convertirse en un activo para nuestros enemigos. Necesitamos
urgentemente discutir las estrategias de resistencia. Necesitamos
enfocarnos en blancos reales, librar batallas reales e infligir
un daño real. La Marcha de la Sal de Gandhi no sólo fue teatro
político. Cuando, en un simple acto de desafío, miles de indios
marcharon hacia el mar e hicieron su propia sal, rompieron las
leyes de impuestos sobre la sal. Fue un golpe directo al sostén
económico del Imperio Británico. Fue real. Si bien nuestro
movimiento ha ganado algunas victorias importantes, no debemos
permitir que la resistencia no violenta se atrofie y se convierta
en un teatro político inefectivo, de buenas intenciones. Es un
arma preciosa que constantemente necesita ser afilada y
reimaginada. No podemos permitir que se vuelva mero espectáculo;
una oportunidad de foto para los medios.
Fue maravilloso que el 15 de febrero del año pasado, en una
espectacular demostración de moralidad pública, 10 millones de
personas en cinco continentes marcharan contra la guerra en Irak.
Fue maravilloso, pero no fue suficiente. El 15 de febrero cayó en
fin de semana. Nadie tuvo que perder un día del trabajo. Las
protestas de vacaciones no paran las guerras. George Bush lo
sabe. La confianza con la que desairó la arrolladora opinión
pública debería de ser una lección para todos nosotros. Bush cree
que Irak puede ser ocupado y colonizado como se hizo con
Afganistán, como se hizo en Tibet, como se hace en Chechenia,
como antes se hizo en Timor del Este, como aún se hace en
Palestina. Piensa que lo único que tiene que hacer es mantenerse
agachado y esperar a que los medios, obsesionados con las crisis,
habiéndose comido esta crisis hasta el hueso, la tiren y
continúen su camino. Pronto, el cadáver cae en la lista de
popularidad de los best-sellers, y todos nosotros, los
indignados, perderemos interés. O eso esperan que suceda.
uuu
Este movimiento nuestro necesita una gran victoria global. No es
suficiente tener la razón. A veces, aunque sea sólo para probar
nuestra determinación, es importante ganar algo. Para ganar algo
necesitamos estar de acuerdo en algo. Ese algo no necesita ser
una predestinada ideología suprema en la cual hagamos que quepan
a la fuerza nuestros seres encantadoramente facciosos y
argumentativos. No necesita ser una lealtad incondicional a una u
otra forma de resistencia que excluya todo lo demás. Podría ser
una agenda mínima.
Si todos nosotros efectivamente estamos en contra del
Imperialismo y en contra del neoliberalismo, entonces volteemos
la mirada hacia Irak. Irak es la inevitable culminación de ambos.
Bastantes activistas contra la guerra han retrocedido confundidos
desde la captura de Saddam Hussein. ¿No está mejor el mundo sin
Saddam Hussein?, preguntan con timidez.
De una vez por todas, miremos esta cosa a los ojos. Aplaudir la
captura de Saddam Hussein y, por lo tanto, justificar la
ocupación de Irak, es como deificar a Jack El Destripador por
destripar al Estrangulador de Boston. Y eso, después de un cuarto
de siglo de ser socios, tiempo durante el cual Destripar y
Estrangular era una empresa común. Se trata de un altercado en
casa. Son compañeros de negocios que disputaron por un negocio
sucio. Jack es el ejecutivo en jefe.
Así que si estamos en contra del Imperialismo, ¿estaremos de
acuerdo en que estamos en contra de la ocupación iraquí y que
creemos que Estados Unidos debe retirarse de Irak y pagar
indemnizaciones al pueblo iraquí por el daño ocasionado por la
guerra?
¿Cómo comenzamos a armar nuestra resistencia? Comencemos con algo
realmente pequeño. El asunto no es apoyar la resistencia en Irak
contra la ocupación o discutir exactamente quién constituye la
resistencia. (¿Son viejos baatistas Asesinos, son
fundamentalistas islámicos?)
Tenemos que convertirnos en la resistencia global a la ocupación.
Nuestra resistencia debe comenzar por rehusarnos a aceptar la
legitimidad de la ocupación estadunidense de Irak. Lo cual
significa actuar para hacer que sea materialmente imposible que
el Imperio logre sus metas. Significa que los soldados se
deberían de rehusar a pelear, la reserva se debería de rehusar a
servir, los trabajadores se deberían de rehusar a cargar los
barcos y aviones con armas. Definitivamente significa que en
países como la India y Pakistán debemos bloquear los planes del
gobierno estadunidense de enviar soldados indios y paquistaníes a
Irak a limpiar tras ellos.
Sugiero que escojamos, de alguna manera, dos de las principales
empresas que están lucrando con la destrucción de Irak. Luego
podríamos enumerar todos los proyectos en los cuales están
involucrados. Podríamos localizar sus oficinas en todas las
ciudades y todos los países en todo el mundo. Podríamos ir tras
ellos. Podríamos hacer que cierren sus oficinas. Se trata de
juntar nuestra sabiduría colectiva y experiencia de luchas
pasadas y aplicarlas hacia un solo blanco. Se trata de desear el
triunfo.
El Proyecto del Nuevo Siglo Estadunidense busca perpetuar la
injusticia y establecer la hegemonía estadunidense al precio que
sea, aunque sea apocalíptico. El Foro Social Mundial demanda
justicia y supervivencia.
Por estas razones, debemos de considerarnos en guerra.
(Traducción: Tania Molina Ramírez. Se publica con la autorización
de la escritora)
La Jornada / Masiosare: MJG - 318 ° DOMINGO 25 DE ENERO DE 2004
https://www.alainet.org/es/articulo/109308
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