Como seguramente es de su conocimiento por la información internacional, en las recientes elecciones generales del 9 de noviembre, el general Ríos Mont candidato del FRG fue derrotado y disputarán la presidencia y vicepresidencia de la Republica, los candidatos de la GANA, Oscar Berger y de la UNE, Alvaro Colom. Según los datos que hasta ahora se tienen, el Congreso de la Republica ha quedado bastante repartido entre los diferentes partidos GANA 49, FRG 44, UNE 34, PAN 15, ANN 7, Unionistas 5, URNG 2, UD 1 y Democracia Cristiana 1. A nivel de alcaldías municipales, el FRG obtuvo todavía la mayoría con 110, GANA 69, UNE 33, PAN 31. Los demás partidos, entre ellos la URNG (7) y la ANN (1) en los que se dividió la antigua guerrilla, obtuvieron muy pocas alcaldías. El proceso electoral fue una lucha de propagandas, regalos y manipulaciones de la opinión publica con falsas promesas electorales, a través del control de los medios de comunicación, más que una competencia entre propuestas de planes de gobierno y de desarrollo. Los niveles de abstencionismo, que se pensó serian menores que en elecciones anteriores, realmente mejoraron en el área metropolitana y las áreas urbanas, no así en el área rural en las cuales todavía fueron altos, producto de las deficiencias del sistema electoral, del temor, de la todavía poca formación política, de la falta de alternativas que se identificaran realmente con los intereses de la población mas pobre que es la indígena rural y de la atomización y debilidad de los partidos que pudieron ser su expresión. Mucha gente no hallaba por quien votar, principalmente a nivel de candidatos a Presidente y Vicepresidente y diputados. El problema persiste, pues, la campaña para la segunda vuelta electoral, se presenta con las mismas características de superficialidad y confiando siempre en la manipulación de la opinión publica y el éxito de las campañas publicitarias, que en el planteamiento de respuestas a los graves problemas que enfrenta la sociedad guatemalteca y especialmente los sectores mas pobres y excluidos, enfrentados a la agudización del desempleo que ha provocado el deterioro de las exportaciones de café. Además, en este periodo entre las dos vueltas electorales, se han manifestado brotes de violencia. En alrededor de 20 municipios hay diferentes tipos de conflicto, incluso con tomas y quemas de municipalidades, los cuales en primera instancia han sido atribuidos a los expatrulleros o a caudas electorales, pero también ha habido varios atentados en contra de dirigentes de izquierda, como el asesinato hace dos días, del excandidato a diputado por la URNG en uno de los departamentos de la Costa Sur. No obstante la derrota de Ríos Mont, hay mucha preocupación por la supervivencia de la estructura paralela paramilitar contrainsurgente o los poderes ocultos, como también se les ha llamado, quienes además de tener muchos espacios de poder publico y militar todavía bajo su control, optaron también por infiltrarse en los otros partidos y entre ellos los que están disputándose la segunda vuelta electoral. Ellos seguramente tratarán de mantenerse articulados y fortaleciendo sus bases sociales, especialmente con los expatrulleros. De hecho, el 20% de votos obtenidos por el FRG es todavía un capital electoral a negociar con los contendientes a la segunda vuelta, cuya diferencia fue únicamente de un 8%. Entre la oligarquía tradicional, enfrentada en los últimos años a los nuevos grupos de poder económico de la contrainsurgencia, ha resurgido el triunfalismo, pero lo cierto es que el próximo Presidente tendrá muy poco poder desde el Organismo Ejecutivo, pues cualquiera de los dos candidatos tendrá un Congreso bien atomizado, tendrá elementos de las fuerzas paralelas infiltradas, y tendrá que enfrentar la fuerte oposición del FRG y la exigencia de los quinientos mil expatrulleros, a los que este partido, para fortalecer su base social, acordó retribuirles sus servicios contrainsurgentes durante el conflicto, teniendo todavía pendiente el pago de dos terceras partes, sin claridad de donde podrán obtener los recursos. Los sectores de USA que tienen intereses en Guatemala, redujeron, considerablemente unos meses antes de las elecciones el enfrentamiento que venían teniendo en contra de las fuerzas paralelas y el FRG, aparentemente porque tenían pendiente una negociación para el uso de aguas territoriales guatemaltecas y la negociación del TLC. No está clara cual será su posición frente al nuevo gobierno, el cual, sin embargo, por la debilidad de cualquiera de las dos alternativas electorales, estará a sus pies. Para el movimiento social, lo mas calamitoso de esta elección, es que a nivel municipal, por la desarticulación entre los varios partidos de la izquierda y los comités de la sociedad civil, muchas alcaldías fueran ganadas por el FRG de Ríos Mont, principalmente en el área rural y por los partidos que representan a los sectores oligárquicos en las áreas urbanas. Esto hace que las organizaciones sociales y populares pierdan mucho del poder local que se había conquistado en los años anteriores y que ahora la reestructuración de sus organizaciones y de la unidad local sea uno de los principales desafíos en los próximos meses. En la realidad, vemos que las cosas no cambiarán mucho con estas elecciones y que más bien las organizaciones sociales se han debilitado por la división y atomización en el nivel local, como consecuencia lamentable de la fantasía y las ambiciones electorales dentro de los partidos de la izquierda. Con todo esto vemos que la lucha y la presión internacional para la instalación y funcionamiento de la CICIAS, es decir la comisión para la desarticulación de las fuerzas paramilitares, debe continuarse ahora con mas fuerza, así como la presión para el cumplimiento de los acuerdos de paz, el incremento de la participación social, el reconocimiento de los pueblos indígenas, la vigencia el pacto fiscal y en general la construcción democrática del país No queriendo ser pesimistas y a pesar de todo lo sucedido, nos alegra que por lo menos no haya triunfado Rios Mont y esperamos que esto permita por lo menos instaurar un régimen de legalidad o democracia formal, que permita espacios de acción con menos peligro de violencia o de represión. La lucha por la democracia y el verdadero desarrollo sabemos que únicamente radica en el pueblo cuya organización, capacidad y poder deben seguirse fomentando e incrementando. * Manolo García es Director Institucional de SERJUS (Servicios Jurídicos y Sociales, S.C.).