Manifiesto de los trabajadores del arte y la cultura
12/10/2003
- Opinión
Los sucesos que vivimos en estos días son una siniestra repetición de
las prácticas de exclusión y autoritarismo de los gobernantes, que
han convertido a la democracia en un espacio de prebenda, corrupción
y represión. Debemos recordarle al gobierno del MNR que el porcentaje
de aceptación por el que llegaron al poder, los descalifica
moralmente para tomar decisiones sin consultar a las mayorías. Es
obvio que este gobierno está sustentado solamente por la política
guerrerista de la embajada Norteamericana. Así mismo, el concurso de
sus socios del MIR, UCS y NFR en estas decisiones los convierte
también en responsables directos de este genocidio.
Los vecinos de la ciudad del El Alto, armados de coraje y piedras
ante tanques, helicópteros, regimientos de ejército, combaten de
manera desigual por causas comunes a los bolivianos: no enajenar el
gas y mejorar las condiciones de vida a la que tenemos derecho.
Existe descontento en varios sectores de las Fuerzas Armadas y la
policía pese al Bono de Fidelidad que instrumentó Sánchez Berzaín,
estos bolivianos dignos no están de acuerdo en utilizar las armas que
compra el pueblo boliviano para volcarlos contra ellos.
Los escritores y artistas del país exigimos al gobierno que abra
diálogo sin condiciones, la derogatoria de la Ley de hidrocarburos,
la convocatoria a la Asamblea Constituyente y que sea un referéndum
el que decida la suerte de nuestros recursos naturales. Su
resistencia a tratar el tema nos hace pensar que efectivamente
existieron negociaciones a espaldas del pueblo boliviano. Además debe
ordenar a las fuerzas represoras que vuelvan inmediatamente a sus
cuarteles para que cese la masacre.
No se puede eludir la responsabilidad que tenemos, como trabajadores
del arte y la cultura, en esta contienda desigual entre el poder y
los oprimidos, entre el bastón del mando (que ahora se ha convertido
en un fusil de mando) y los explotados.
El poder ha profanado la vida, el derecho a la disidencia, el derecho
a la protesta con balas y autoritarismo.
A los que consienten con su silencio esta masacre, a los que padecen
el mal de la indiferencia les decimos: los muertos claman por este
crimen disfrazado y nuestras conciencias no abran cumplido su papel,
si es que no decimos nuestra palabra en esta hora aciaga.
¡Alto a esta cruzada bestial!
¡Morir antes que hambrientos vivir!
¡Muera el mal gobierno!
Marcela Gutiérrez- escritora
Norma Merlo- actriz
Alejandro Salazar- artista plástico
Edgar Arandia- artista plástico
Roberto Echazú- poeta
Jaime Nisthauz- escritor
Jesús Urzagasti- escritor
David Arequipa- familia Galán
Virginia Ayllón- escritora
Antonio Toro- artista plástico
Juan Bustillos- escultor
Cergio Prudencio- músico compositor
Rodolfo Ortiz- poeta
Jorge Campero- Poeta
Marcelo Villena- escritor
David Barrientos- arquitecto
Gustavo Cardozo- editor
Mario Conde- artista plástico
Quilco Paz- músico grupo Atajo
Sergio Mendieta- músico grupo Scoria
Humberto Quino- poeta
Esteban Ticona - antropólogo
Eduardo Espinoza- artista plástico
Benjamín Chávez- poeta.
David Mondaca- actor.
Manuel Vargas- escritor.
Blanca Wietuchter- escritora.
Jhony Quevedo- escultor.
Martín García- escritor.
Raúl Beltrán- actor.
Wilma Tapia- escritora.
Ana Maria Condori- actriz.
Jacqueline Calatayud- escritora.
Ernesto Duran- músico grupo Scoria.
Silvia Peñaloza- artista plástica.
Zulma Montero- artista plástica y poeta.
Elizabeth Machicao- fotógrafa.
Corina Barrero- poeta.
Rubén Vargas- escritor.
Jenny Cárdenas- cantautora.
Guido Arze- escritor.
Giovanna Rivero-escritora.
Omar Rocha- escritor.
Oscar Vega- editor.
Max Aruquipa- artista plástico.
Martín Céspedes- actor.
Edgar Mendieta- músico grupo Scoria.
Alberto Medina- pintor.
Ramiro Mendieta- pintor.
Maria Domínguez- música.
Isabel Domínguez- bailarina.
Raquel Romero- videasta.
https://www.alainet.org/es/articulo/108572
Clasificado en
