Mientras el mundo se enfrenta a las ideas de terrorismo mundial y a nuevas epidemias alarmantes, otro problema mucho más peligroso y pernicioso está siendo completamente ignorado: la negación sistemática y generalizada del empleo a un amplio sector de la humanidad. En 1886, miles de trabajadores se echaron a la calle y arriesgaron su vida por conseguir sus derechos fundamentales como trabajadores, por la jornada laboral de 8 horas. Hoy, los jóvenes trabajadores continúan la lucha por un derecho humano fundamental, el derecho a un empleo seguro, el cual se expresa en la Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en el Artículo 23°, §1, adoptada en 1948 y que dice: "Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo." En este Primero de Mayo, la Juventud Obrera Cristiana Internacional (JOCI) quiere celebrar este día de los trabajadores, como también de los millones de jóvenes que siguen totalmente excluidos de la fuerza laboral. Los desempleados enfrentan situaciones de desesperación, viviendo a menudo con una sola comida por día, teniendo que resolver su miserable existencia recogiendo las migajas dejadas atrás por quienes tienen la suerte de participar. ¿Quién se preocupa de estos jóvenes desempleados? ¿Qué pueden celebrar estos jóvenes desempleados en un día como el Primero de Mayo? Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, "la tasa de desempleo está aumentando globalmente y de hecho hace falta crear más de mil millones de empleos entre ahora y 2010 para dar respuesta a la crisis del empleo e integrar a los jóvenes trabajadores en el mercado laboral" (Estado de la Población Mundial, UNFPA, 1998). Cinco años después, un reto como éste es una presión considerable sobre los gobiernos del mundo a que despierten y acaben con este terrorismo laboral que afecta en particular a los jóvenes. Dejar a tantos jóvenes sin empleo es un derroche total de un gran potencial humano para la sociedad. Después de décadas con tasas de desempleo tan absurdamente altas, ¿cuándo se va a reconocer la situación de los desempleados y la crisis que esta situación representa? La JOCI obra por la aplicación del derecho al trabajo con su campaña por "Un trabajo justo para todos". En cada región del mundo, la JOCI actúa para cambiar esta dura realidad y ofrecer a la juventud trabajadora dignidad y respeto. La JOCI organiza a los desempleados, reivindica la creación de empleos y el pago de subsidios sociales, defiende el derecho a compensaciones justas y a la formación y prestación de servicios para los desempleados, y reivindica la inclusión del empleo como derecho fundamental en las constituciones de los países. Ciento ochenta y nueve Estados miembros de las Naciones Unidas se comprometieron en la Declaración del Milenio a reducir la pobreza y el hambre. La JOCI desafía a los gobiernos, instituciones internacionales y mundo de las empresas en todo el mundo a cumplir con su obligación en este Primero de Mayo y a realizar su compromiso con pasos concretos para crear nuevas oportunidades de empleo que den dignidad y sentido a todos los desempleados, en particular a los jóvenes. * Anna Siroco. Juventud Obrera Cristiana Internacional (JOCI).