Carta abierta al Papa
18/02/2003
- Opinión
Querido Papa Juan Pablo II, hermano y pastor universal de nuestra Iglesia:
La Cristiandad entera, reunida en el concilio ecuménico universal del
Vaticano II, nos legó pautas preciosas para asegurar el bien de la paz. Las
palabras de Jesús: "Bienaventurados los que construyen paz" conectan con los
anhelos más profundos de la humanidad, la cual es cada vez más consciente de su
unidad y de que es posible un mundo más justo y fraterno.
El mensaje del Evangelio, hecho eco en el Vaticano II, nos convoca a todos,
creyentes y no creyentes, a entender que " La paz nace del amor al prójimo y es
fruto de la justicia y exige de todos ampliar la mente más allá de las fronteras
de la propia nación, renunciar al egoísmo nacional y a la ambición de dominar a
otras naciones y alimentar un profundo respeto por la humanidad" (Gaudium et
Dspes).
Vemos, no obstante, con gran preocupación el peligro de que se desencadene
sobre la tierra y población de Irak una acción destructiva masiva, con
consecuencias incalculables de muerte y desolación.
Es demasiado público que esta guerra no tiene razón de ser y resulta, a
todas luces, ilegítima e inmoral. Y, con la misma claridad, el mundo sabe que las
razones originantes del conflicto pueden ser resueltas por vías del diálogo, de
la disuasión, de la negociación y de otros medios pacíficos. La guerra es un
anacronismo, una antigua esclavitud de la que la humanidad puede y debe
liberarse. No ignoramos, sobre todo, que las guerras tienen como grandes causas,
que las alimentan, las injusticias y las excesivas desigualdades económicas y el
deseo de dominación y desprecio por los pueblos.
Todo esto, con ser tan claro, no aquieta nuestro corazón y es por lo que
con premura y angustia acudimos a ti, como Pastor universal. Los afanes
belicistas son inmensos y frenéticos, y nos espanta que puedan acabar
imponiéndose, invocando incluso una carta de legalidad internacional.
La razón de nuestra llamada a ti es, porque estamos convencidos de que,
pese a tu edad y mermada salud, tu misión de Pastor Universal representa y
canaliza, con autoridad moral única, el inmenso poder de millones y millones de
católicos y de otras muchas gentes a favor de la vida, de la dignidad humana, de
la libertad y del respeto y cooperación de unos pueblos con otros. "Los Estados,
nos dice el Concilio, no pueden invocar el Derecho para someter a otras naciones.
La potencia bélica no legitima cualquier uso militar o político de ella".
Dada la magnitud del problema y tu voluntad de seguir visitando a las
Iglesias para confortadas y animadas en la fe , en el amor y en la unidad, te
pediríamos -te lo pide sobre todo el pueblo entero de Irak- que interpongas tu
influencia emprendiendo un viaje hacia su tierra, AHORA, con la seguridad de que
ninguna otra fuerza puede hacer tanto para evitar la guerra y preservar el bien
inmenso de sus vidas, de su tierra, de su historia y de su cultura. Ellos te lo
agradecerán infinitamente y nosotros, la cristiandad entera, te acompañará como
en ninguna otra ocasión, en esta nobilísima tarea, tan propia y amada por Dios,
Señor único y Padre universal de la vida y de la paz de todos.
Ante esta tu iniciativa, estamos seguros que otros Representantes
Religiosos y no pocos fieles y gentes amantes de la paz, se sumarán a tu viaje
para compartir y reforzar este tu gesto por la paz.
En comunión fraterna contigo y, sobre todo, con los más pobres y los que
más sufren, esperamos atiendas solícitamente esta nuestro clamor.
Iglesia de Base de Madrid
* Cuantos movimientos, colectivos, grupos y demás instancias civiles o
religiosas decidan suscribir esta Carta, no tiene más que mandar su
adhesión a:
1- Iglesia de Base de Madrid: E-Mail:
iglesia.base.madrid@nodo50.org
2- Nunciatura de España: E-Mail: nunap@planalfa.es
3- Conferencia Episcopal Española: E-Mail :
conferenciaepiscopal@planalfa.es
https://www.alainet.org/es/articulo/106991