Bolivia 1952-2002:

De la revolución del MNR a la rEVOlución

14/07/2002
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Un analista del Miami Herald ha descrito el aluvión electoral de Evo Morales como una revolución contra la segregación racial tan grande como la acontecida en Sudáfrica. Sin embargo, el sindicalista campesino está muy a la izquierda de Mandela y él propone hacer una Cuba en el altiplano. Bolivia es el país de las revoluciones. En 1952 el MNR comandó la única revolución social contemporánea sudamericana. Los campesinos recibieron la tierra y el voto mucho antes que en el Perú y las grandes minas fueron nacionalizadas. El país quedó en manos de las milicias del MNR y de la Central Obrera. El MNR se iría transformando de ser un partido anti-EEUU en uno conservador. 33 años después de haber encabezado una revolución 'anti-oligárquica' Paz Estenssoro decidió demoler el modelo estatista y proteccionista que creó para dar paso a una de las reformas neo-liberales más osadas. Gonzalo Sánchez de Lozada, predilecto de Washington y de los inversionistas extranjeros, fue el autor del nuevo sistema monetarista. Los sindicalistas e izquierdistas tras Morales sostienen que Bolivia ha vuelto a ser un Estado oligárquico y sin soberanía nacional, como aquel contra el cual irrumpió el MNR hace medio siglo. Para ellos el MNR sería el bastión del viejo orden. Por el momento la rEVOlución apunta a una nueva asamblea constituyente boliviana que reforme al modelo de libre mercado. Mas, el MAS apunta a un choque fuerte con EEUU pues quiere echar a la DEA, liberalizar la producción e industrialización de la coca, volver a nacionalizar los hidrocarburos y empresas privatizadas, redistribuir la tierra y reinstalar subsidios sociales. Este programa iría en contra de la evolución del continente. Los moderados creen que podría reproducir la hiper-inflación del gobierno centro- izquierdista (1982-85). Como condición para que se le permita acceder al gobierno Morales podría ir girando a la derecha al igual que Lula, Lagos o Mandela. Es también factible que la tremenda crisis económica y social boliviana sumada a la ascensión de un nuevo presidente con poco respaldo popular y parlamentario podría inducir a otra explosión revolucionaria. Esta vez la cabeza inicial del movimiento la tendrían sindicalistas campesinos y no la clase media como en 1952. Dicha revolución se basaría en huelgas y bloqueos y contagiaría a toda la región. El singular sistema de partidos en Bolivia Bolivia es un país con características únicas. No sólo es una de las repúblicas que más golpes militares ha tenido (tantos como sus 177 años de vida independiente) sino que más siglas políticas produce. Ante cada nueva elección aparecen como hongos nuevos membretes que muchas veces acaban produciendo nuevas fragmentaciones. Para diferenciarse de con quiénes se han dividido a las distintas siglas se le agrega un guión seguido del nuevo apellido, el cual puede ser un número. Por ejemplo, al partirse el Partido Socialista en la corte se inscribió el PS número 1. El partido que ha ganado las últimas elecciones, ha llegado ha producir decenas de desgajamientos que ponían distintos apellidos al membrete 'MNR'. Posiblemente ningún otro país en el mundo tenga un número tan alto de siglas partidarias en relación a sus habitantes. Muchas veces, debido a las alianzas, el nombre completo de una lista inscrita puede componerse en base a una sopa de siglas. Además, un alto porcentaje de los 4 millones de bolivianos habilitados para sufragar no saben leer. Por eso es que la corte electoral imprime una sábana de papel en la cual cada lista inscrita tiene su propio recuadro que se distingue de los demás por poner la foto del líder, el símbolo partidario y determinados colores. A veces la proliferación de colores llega a extremos. Esta vez el candidato que ha ganado los comicios está registrado en la corte oficial con el nombre de Gonzalo y el extenso apellido Sánchez De Lozada Sánchez Bustamante. En la papeleta electoral el nombre de la sigla es MNR Nueva Alianza. En la parte de arriba está el signo de la V de la victoria y en la de abajo la pluma y el sol del Movimiento Bolivia Libre. Dicho recuadro lleva los colores tradicionales rosados del MNR pero en la parte inferior aparece una ola roji-amarilla tipo Coca-Cola que denota que el MBL va en dicha lista. La proliferación de tantas agrupaciones ha hecho que para el hombre de la calle sea usual hablar de los taxi-partidos. Estos serían tan pequeños que sus cuadros entran en un carro y su trayectoria duraría tanto como una carrera de taxi. Los partidos bolivianos carecen de estructuras sólidas y son capaces de producir las más dispares evoluciones. El último presidente electo constitucionalmente en Bolivia fue el general Hugo Bánzer. Mientras que los dictadores anticomunistas chilenos, argentinos, uruguayos o brasileros cayeron en desgracia, Bánzer es el único implicado en el Plan Cóndor de represión internacional a los sindicalistas y la izquierda que ha logrado volver al poder. En 1971 él tomó palacio en un golpe de extrema derecha. Sin embargo, el dictador se recicló y gradualmente se fue tornando demócrata a punto de llegar a co-gobernar en 1989-93 con el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, que él tanto persiguió en su septenio. En 1997 él se convertiría en el único dictador contemporáneo sudamericano que volvería a la presidencia en una elección multi-partidaria y con el apoyo parlamentario de 4 de los 5 principales partidos. Quien venía siendo el favorito en las últimas encuestas pre-electorales del 2002 era Manfred Reyes Villa. Este ex-alcalde cochabambino buscaba aparecer como un hombre de centro y centrado que busca la completa renovación y el cambio. Sin embargo, sus primeros pasos en la política fueron como oficial militar que apoyaban las juntas militares 'narcos' de 1980-82 donde su padre fue ministro de defensa y su tío, Torrelio, llegó a ser presidente. Los partidos que ambos caudillos han formado han sido básicamente extensiones de sus respectivas personalidades. La Acción Democrática Nacional de Bánzer no ha sobrevivido a la muerte de su jefe y en los últimos comicios se redujo a menos del 3.5%. El partido de MaNFRed tiene el mismo nombre de las 3 letras intermedias de su nombre propio. Este es una coalición heterogénea donde hay desde personas involucradas en el golpe de 1980 y de la secta coreana Moon hasta el ex-candidato presidencial de la Izquierda Unida, el líder campesino Alejo Véliz. Hasta hace poco en Bolivia habían dos partidos que agrupaban juntos a un tercio de los votos válidos. Estos eran Conciencia de Patria (CONDEPA) del dueño de un canal de radio y TV, el 'compadre' Palenque, y la Unión Cívica Solidaridad, del empresario cervecero Max Fernández. Ninguno de éstos tenía un programa claro y el dueño de la cervecería boliviana llegó a declarar que él no quería mostrar su programa para que otros no se le copien. Ambos partidos se basaban en el clientelismo y el asistencialismo y tampoco han sobrevivido el fallecimiento de sus creadores. El país de los movimientos En Bolivia lo que está de moda son las organizaciones cuyos nombres empiezan con el membrete de 'movimientos'. En la mayor parte de los países del mundo los partidos generalmente se denominan como tales. Posiblemente en ninguna otra parte del globo hayan tantas agrupaciones políticas que se denominen 'movimientos'. La lista ganadora es la del MOVIMIENTO Nacionalista Revolucionaria, la misma que fue en la 'nueva alianza' con el MOVIMIENTO Bolivia Libre. De las otras cuatro listas que obtuvieron más del 6% tres llevan el nombre de MOVIMIENTO: Al Socialismo (MAS), de Izquierda Revolucionaria (MIR) e Indígena Pachakuti (MIP). La primera vez que Sánchez de Lozada llegó a la presidencia lo hizo en alianza con quien sería el primer aymará en llegar a la vicepresidencia, Víctor Hugo Cárdenas, cuya organización se denominaba MOVIMIENTO Revolucionario Túpak Katari. El MIP tiene sus orígenes en otro MOVIMIENTO: el Indígena Túpak Katari. Desde el restablecimiento de la democracia representativa en 1982 todos los presidentes, a excepción del gobierno saliente 1997-2002 han sido los jefes de sus respectivos MOVIMIENTOS. El primero fue Hernán Siles Suazo del MOVIMIENTO Nacionalista Revolucionario de Izquierda (1982-85). En 1985-89 gobernó el MNR apoyado por el MIR. En 1989-93 la presidencia la tuvo el MIR y en 1993-97 el MNR. A la hora de definir quién será el nuevo presidente boliviano el congreso boliviano debe escoger entre el MOVIMIENTO Nacionalista Revolucionario y el MOVIMIENTO Al Socialismo. La proliferación de 'movimientos' es relativamente nueva en Bolivia. Hasta antes de 1941, cuando se funda el MNR, la mayor parte de los partidos bolivianos se denominaban partidos. Los entonces partidos tradicionales eran los republicanos o el nacional, y en la izquierda estaban los partidos Obrero Revolucionario (POR), Socialista Obrero Boliviano (PSOB) o de Izquierda Revolucionaria (PIR), del cual surgiría más tarde el Partido Comunista. De 1941 a 1971 el MNR fue la única fuerza política significativa que llevaba la denominación de 'movimiento'. Las dos escisiones que tuvo acabaron volviendo a retomar el nombre de partido. Por la derecha surgieron el Partido Revolucionario Auténtico (PRA) y por el laborismo el Revolucionario de Izquierda Nacional (PRIN). En 1971 aparece el primer nuevo movimiento: el MIR. Este se escindirá en la Segunda mitad de los 1980s cuando el ala izquierda forme el MBL. Poco después el ala de Siles Suazo que se niega a seguir a Paz Estenssoro apoyando el golpe de Bánzer conformará el MNR de Izquierda. En el bienio 1978-80 caracterizado por tres elecciones generales y varios golpes, irrumpen los distintos movimientos kataristas (del cual el MIP busca ser su heredero más radical). A fines de los 1980s el ala 'izquierda' de la ex- fascista Falange se constituye como MAS-Unzaguista, formación que acabará siendo apropiada por los cocaleros de Evo Morales. Desde 1941 el término 'movimientismo' era utilizado para designar a los partidarios del MNR. Sin embargo, hoy el grueso del espectro político boliviano está movimientizado en otro sentido. El denominativo 'movimiento' tiende a reflejar una formación política más difusa y amplia que un simple partido. Mientras el término partido se asocia a una organización unida en torno a claros lineamientos programáticos y estructuras, los 'movimientos' pueden hacer hincapié en su carácter más laxo, heterogéneo y pragmático. El MNR inicialmente se reivindicaba como un movimiento de varias clases en contraposición a partidos que representaban a una determinada clase o fracción de ésta. Todos los actuales 'movimientos' bolivianos hacen mención en su carácter poli-clasista y en sus intentos de abarcar a un amplio abanico social. El pragmatismo de todos los 'movimientos' es algo que tiene pocos parangones en el resto del globo. El MNR nació en 1941 como un partido que imitaba el nombre, la simbología y la declaración de principios del nacional socialismo alemán. En aquel año Hitler conquistaba Europa y el MNR recibía financiamiento de la embajada germana. Pese a que Bolivia era uno de los países occidentales con menos judíos el MNR se gestaba buscando evitar la inmigración de los semitas perseguidos por las SS. Gradualmente el partido tildado de 'nazi-fascista' por el resto del espectro político fue adoptando lenguaje marxista y hasta trotskista. En 1952 el MNR encabezó la única revolución social sudamericana. La boliviana fue una revolución singular en el mundo pues fue la única en la postguerra dirigida por un partido inicialmente asociado al eje que había perdido la segunda guerra mundial, y que también finalmente contó con el apoyo de los EEUU. El MNR, que en 1952 nacionalizó las minas y dio paso a uno de los modelos más estatistas y proteccionistas del continente, sería el mismo que un tercio de siglo después iniciaría una de las mayores reformas neo-liberales privatizantes sudamericanas. El partido que irrumpió contra la 'rosca' acabó siendo acusado de crear una nueva y desmantelar su propio modelo creado en 1952. Cincuenta años después de haber comandado la revolución 'anti-oligárquica' y 'anti-imperialista', el MNR aparece como el partido que encarna el conservadurismo social, y es tildado por el resto de ser el más pro-EEUU y oligárquico. El MIR también ha tenido una evolución sinuosa. Nacido en 1971 como una organización castrista de extrema izquierda que planteaba una lucha armada contra la dictadura de Bánzer, éste acabaría llegando a la presidencia en 1989 gracias a los votos del ex-dictador y en base a tener que aplicar el programa banzerista. El MIR ha llegado a estar aliado con todo el abanico político nacional. En 1971 conformó el Frente revolucionario Antimperialista con el POR y la izquierda más radical. Luego se uniría al MNR de Izquierda y al Partido Comunista en la UDP, con la cual llegaría a palacio en 1982-85. En 1985 apuntalaría al MNR para vetar a Bánzer y hacer que llegue a la presidencia. Sin embargo, en 1989 se alían a sus antiguos perseguidores para hacer un gobierno con ellos hasta 1993. En 1997-2002 entran a la 'mega-coalición' con la derecha empresarial. El partido que nació para promover una revolución socialista a la cubana acabó imponiendo estados de sitio para consolidar el modelo de privatizaciones y liberalización económica. El MBL, que surgió como un desprendimiento izquierdista del MIR, ha culminado en la lista de Gonzalo Sánchez de Lozada, el artífice del modelo monetarista. El MAS, curiosamente, tiene sus orígenes en el partido tradicional de la extrema derecha fascista: la Falange. A fines de los 1980s el ala falangista de Añez Pedrasa se constituye como MAS-Unzaguista. Unzaga fue el formador de los cuadros de choque anti-comunistas y el gran complotador de la contra-revolución desde 1952. El unzaguismo que en 1952 defendía a los terratenientes blancoides contra las sublevaciones campesinas indias, terminó dando paso a un partido (el MAS) que acabaría siendo el vehículo izquierdista de la protesta del movimiento indígena campesino. El MIP de Felipe Quispe es producto de la evolución del antiguo Ejército Guerrillero Túpak katari de orígenes marxistas y leninistas en una formación que rechaza a lo blancoide y occidental y que se centra en un nacionalismo indio milenarista. Para el marxismo clásico la explicación de semejantes giros radicaría en la incapacidad de la pequeña burguesía o de la burguesía nacional en ofrecer un programa de democratización y soberanía nacional, para lo cual los movimientos que inicialmente surgen como radicales acaban inevitablemente tras el imperialismo y la clase dominante. Los movimientos políticos bolivianos no solo que han sido capaces de operar las más increíbles transformaciones sino que en el futuro podrán dar nuevas sorpresas. Giros y alianzas imprevisibles es algo que no podrá estar descartado en ellos. Isaac Bigio: Especialista en Bolivia en la London School of Economics & Political Sciences
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