Declaración final Seminario Internacional

Reforma agraria para la paz en Colombia

26/06/2001
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Nosotros y nosotras, más de 300 participantes en el Seminario Taller Internacional: Reforma Agraria para la paz en Colombia, delegados de Andalucía (España), Alemania, Holanda, México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Chile, Bolivia, Ecuador, Brasil, miembros del Movimiento Internacional Campesino Vía Campesina, y representantes de las organizaciones campesinas, negras, desplazados y de mujeres de Arauca, Casanare, Chocó, Santander, Nariño, Tolima, Huila, Cundinamarca, Bolivar, Atlántico, Risaralda, Caquetá, Córdoba, Sucre, Valle, Cauca, Caldas, Boyacá, Norte de Santander, Magdalena, Caquetá, Risaralda, Denunciamos ante los pueblos del mundo: 1. Una vez más constatamos las nefastas consecuencias del modelo neo liberal y sus políticas de ajuste estructural de la economía, reflejadas en el incremento del hambre y la miseria de la población rural y urbano marginal, así como el desplazamiento forzado de las comunidades campesinas, indígenas y negras de sus propios territorios, la imposición de planes internacionales orientados a mantener la hegemonía del imperialismo y de las transnacionales, destruyendo nuestros recursos naturales e intentando hacer desaparecer nuestra propia cultura y forma de vida. 2. La tragedia de los campesinos colombianos lleva años. Sabemos que no es primera vez que se vive un período de violencia extrema y desplazamientos. Por ejemplo entre 1948 y 1958 fueron desplazados al igual que en los últimos 15 años, dos millones de campesinos y además fueron asesinados 200 mil. Ahora hay un nuevo genocidio en el campo colombiano que causa diarias masacres, desplazamientos forzados masivos y que finalmente busca hacer imposible la posibilidad de vida del campesinado, su cultura y su economía. 3. En Colombia hay un sistema histórico que nutre su economía con la violencia y el desplazamiento de los campesinos. Para mantenerse, este sistema elimina toda oposición política y extermina la dirigencia autentica de las organizaciones sociales, destruyéndolas o imponiendo por vía del asesinato o el exilio, direcciones verticales afectas al régimen. Así se han liquidado los movimientos políticos alternativos. En Colombia se asesina el 60% de los sindicalistas asesinados en el mundo. La extrema militarización por parte del ejercito y paramilitares en consecuencia: masacres, asesinatos selectivos, desapariciones forzadas, desplazamientos y la restricción de las libertades fundamentales en franca y abierta violación a los derechos humanos individuales y colectivos. 4. El histórico conflicto armado en Colombia tiene sus raíces en la miseria, el hambre, la exclusión política, la ausencia de una verdadera reforma agraria y la falta de una real democracia. 5. En la raíz de la violencia y el conflicto está en la estructura del latifundio especulativo. Los grandes propietarios, que son sólo el 0,33% del total, cinco mil personas, pasaron de tener el 32% de la tierra en 1984 a tener ahora el 48%. Esta concentración se realiza mediante la expulsión violenta de las poblaciones rurales en beneficio de los megaproyectos multinacionales, viales, petroleros, mineros y de control de la biodiversidad. Utilizan la violencia para sacar a campesinos y afrocolombianos mediante tales proyectos y explotaciones que destruyen las culturas y pueblos indígenas y el medio ambiente, imponiendo políticas que desconocen la propiedad ancestral (de nuestros antepasados) de los territorios indígenas y afrocolombianos bajo el planteamiento que los indígenas y negros son obstáculo a las inversiones multinacionales. 6. Se ha visto seriamente afectada la producción alimentaria ya que en año 2000 cayó en un 43.4% y se importaron 7 millones de toneladas, ocho veces más que diez años antes. La libertad de las importaciones y la ruptura del Pacto Mundial del café han afectado gravemente la producción nacional y han hecho de la concentración de la tierra un mecanismo de especulación en contravía con la producción de alimentos, la soberanía y la seguridad alimentaria. 7. Este sistema solamente puede sostenerse gracias a la ayuda militar extranjera, proporcionada en interés de las transnacionales petroleras, mineras, de electricidad, construcción, banca, salud y servicios públicos, que se han apoderado y se apoderan cada vez más de la economía del país gracias a la llamada globalización. Las transnacionales en este momento de altos precios del petróleo y el gas, de crisis de la energía en Estados Unidos y en la coyuntura crítica denominada desaceleración en la economía de Estados Unidos y otros países desarrollados, requieren un dominio mayor de la economía latinoamericana y un control mayor del petróleo y los recursos y empresas energéticas. Con esta intención adelanta el Plan Colombia que hoy ya es una Iniciativa Andina con bases militares en Manta (Ecuador), Araba y Curazao. 8. El Plan Colombia es una estrategia política, económica y militar de las transnacionales, orientada a mantener la dominación de los Estados Unidos en Latinoamérica para garantizar los intereses e inversiones de estas bajo el pretexto de combatir el narcotráfico. Si el neoliberalismo llegó a América Latina en las botas de Pinocho, el tratado de libre comercio de las Américas ALCA quiere llegar volando en los helicópteros del Plan Colombia e instalarse con las operaciones militares que se adelantan en Paraguay y otros países, con los cuales se quiere controlar la protesta social creciente que se desarrolla en Ecuador, Bolivia, Paraguay, Brasil y demás países y obligar a Latinoamérica a ingresar al ALCA sin defensa común de sus intereses, completando el proceso de aniquilamiento de las agriculturas nacionales. 9. La llamada destrucción de cultivos ilegales mediante fumigaciones químicas y biológicas es solamente un pretexto para seguir desplazando al campesinado cada vez más lejos en la selva, de manera que los cultivos ilegales siguen creciendo a costa de los bosques y el negocio del narcotráfico sigue expandiéndose, fortaleciendo a la banca transnacional mediante el lavado de dólares, mientras se produce una sustitución de propietarios en las áreas fumigadas y los grandes terratenientes establecen plantaciones, especialmente la palma africana, aumentando el daño ecológico y poniendo la tierra de los campesinos, indígenas y afrocolombianos a su servicio y al de las transnacionales del aceite que cada día reducen el precio al productor a medida que extendido las plantaciones en Malasia, Indonesia, Nigeria, Guyana, Costa Rica, Colombia y otros países. 10. En Colombia, una vez más constatamos las nefastas consecuencias del modelo neoliberal y sus políticas de ajuste estructural de la economía y desmonte de la inversión social y los institutos de fomento agropecuario del Estado, reflejadas en el incremento en el incremento del hambre y la miseria de la población rural y urbano marginal, así como el desplazamiento forzado de las comunidades campesinas, indígenas y negras de sus propios territorios, la imposición de planes internacionales orientados a mantener la denominación del imperialismo de las transnacionales, destruyendo nuestros naturales e intentando hacer desaparecer nuestra propia cultura y forma de vida. Es el neoliberalismo el que ha provocado el desplazamiento de la agricultura colombiana hacia los cultivos ilegales y las plantaciones de palma y el país hacia la violencia y la pobreza. Por todo lo anteriormente mencionado, declaramos: 1. Nuestra decisión firme y solidaria de continuar luchando en forma organizada contra el modelo neoliberal y sus nefastas políticas de ajuste estructural exigiendo que se garantice el derecho humano a alimentarse y a la soberanía alimentaria de los pueblos, el respeto a la biodiversidad de nuestros propios recursos naturales, la eliminación de los organismos genéticamente modificados (transgénicos) por ser lesivos a la humanidad y el acceso de los campesinos, campesinas y pueblos étnicos a las tierras que históricamente les pertenecen. 2. Exigimos la suspensión inmediata del Plan Colombia el cual debe ser sustituido por un plan alternativo que debe ser concertado con todos los sectores sociales. 3. Reclamamos una reforma agraria integral y una política de fomento agrícola y de apoyo a la economía campesina y cooperativa, que responda a los intereses del pueblo en general y resuelva el problema del crédito, el mercadeo y el procesamiento de los productos como una condición indispensable para logro de una paz verdadera. Apoyamos decididamente la propuesta de reforma agraria de las organizaciones campesinas, indigenas y afrocolombianas presentada al parlamento nacional . Nos oponemos a la liquidación del Instituto Colombiano de Reforma Agraria, Incora y demás instituciones al servicio del desarrollo rural. 4. Exigimos el desmantelamiento de los grupos paramilitares y que se castigue a los responsables de los crímenes de Lesa Humanidad. 5. Apoyamos una solución política negociada al conflicto armado con plena participación de los movimientos sociales y que se esté orientado a eliminar las causas estructurales que originaron el conflicto. 6. Apoyamos la Caravana Internacional del Sur de Bolívar, la Cumbre de Soberanía Alimentaria de la Vía Campesina que se realizará en la Habana, Cuba, la Primera Asamblea de Jóvenes Rurales, la Segunda Asamblea de Mujeres y Tercer Congreso de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo, Cloc que se realizará en México. 7. Repudiamos el vil asesinato de Cristóbal Secué dirigente del pueblo y maestro en sabiduría de la Unesco y de Alirio Domico Gobernador mayor del Río Esmeralda de los Embera Katios, a la vez exigimos garantizar la vida y el retorno a la libertad del dirigente Kimi Pernia Domico 8. Hacemos un llamado a la unidad y a la lucha de las organizaciones agrarias, del pueblo colombiano y del mundo, como única alternativa para enfrentar los retos que nos impone el modelo neoliberal.
¡Globlicemos la Lucha, Globalicemos la Esperanza!
Colombia tiene derecho a una alternativa
Bogotá, junio 25 a 27 de 2001 Por la Vía Campesina Internacional:
Sindicato de Obreros del Campo (SOC-España); Movimiento de Trabajadores Sin Tierra del Brasil (MST); Coordinadora de Campesinos del Trópico de Bolivia; Federación Nacional de Organizaciones Indígenas y Negras del Ecuador (FENOCIN); Alianza Democrática Campesina (ADC); Consejo Coordinador de Organizaciones Campesinas de Honduras (COCOCH); Movimiento de Afectados por Represas del Brasil (MAB); Coordinadora de Organizaciones Nacionales Indígenas y Campesinas de Guatemala (CONIC); Coordinadora Nacional Plan de Ayala, México CENPA FIAN Internacional, Alemania Por la Vía Campesina en Colombia:
* Asociación Nacional de Usuarios Campesinos - Unidad y Reconstrucción (ANUC-UR) Por las organizaciones participantes:
* Consejo Nacional Campesino para la Acción Rural (CNC): Sindicato Nacional de Trabajadores del Incora (SINTRADIN); Federación Nacional de Cooperativas Agropecuarias (FENACOA); Federación Sindical de Trabajadores Agrícolas de Colombia (FESTRACOL); Asociación Nacional de Mujeres Campesinas e Indígenas de Colombia (ANMUCIC); Asociación Colombiana de Beneficiarios de la Reforma Agraria (ACBRA)
* Coordinador Nacional Agrario (CNA)
* Proceso de Comunidades Negras (PCN)
* Movimiento Popular de Mujeres (MPM)
* Coordinación Nacional de Desplazados (CND)
* Movimiento Nacional de Jóvenes Campesinos
* Asociación Campesina Integral del Atrato (ACIA)
https://www.alainet.org/es/articulo/105231
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