Protesta en Cumbre Social
29/06/2000
- Opinión
Las ONGs piden a la ONU que retire su aval
al documento "Un mundo mejor para todos"
"Un mundo mejor para todos" - Declaración conjunta de los Caucuses de las
ONGs
Las ONGs, las organizaciones y movimientos populares, organizadas en los
Caucuses están escandalizados con el documento entregado el lunes 26 de junio
en la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas dedicado
al tema de la Cumbre Social +5 (UNGASS, siglas en inglés), denominado "Un
mundo mejor para todos".
Proceso descarrilado
"Un mundo mejor para todos" fue puesto en circulación como un documento
conjunto producido por la Organización para la Cooperación y Desarrollo
Económicos (OCDE), el FMI, el Banco Mundial y las Naciones Unidas. Se basa
en los 7 compromisos contraídos por los países miembros de la OCDE en
"Shaping the 21st Century" (Modelando el Siglo 21), puesto en circulación en
1996; aunque se dice que estos compromisos fueron extraídos de las
Conferencias de la ONU y de la Cumbre Social, solo representaban una limitada
selección. La meta de reducir a la mitad la proporción de gente que vive en
la pobreza entre 1990 y el 2015 fue presentada como una nueva meta por la
OCDE. Con el creciente énfasis dado por los países industrializados a los
objetivos formulados por la OCDE, este nuevo objetivo ha sido asumido como el
principal. El FMI lo presentó como su principal objetivo el año pasado.
Siempre hemos aceptado los objetivos específicos y las metas fijadas a
plazos. Pero también hemos reconocido que se requieren procesos incluyentes
de negociación con procedimientos transparentes para acordar estos objetivos.
Mientras que la OCDE representa solo a los países del Norte, que al mismo
tiempo son los accionistas mayoritarios del Banco Mundial y del FMI, la ONU
representa a las naciones del mundo en pie de igualdad. Representa el
principal foro para alcanzar consensos políticos a través de procesos
participativos, que incluyen tanto al Norte como al Sur. Por lo tanto,
permite formular decisiones conjuntas de cómo abordar los problemas comunes
sobre la base de la responsabilidad compartida, el compromiso mutuo y
respetando la gobernanza de cada país. Antes que imponer políticas por medio
de condicionamientos, como lo hacen el FMI y el Banco Mundial, la fortaleza
de la ONU reside en su capacidad para promover la responsabilidad nacional en
un marco internacional compartido.
Este documento ha sido presentado como un nuevo consenso entre las Naciones
Unidas, la OCDE, el FMI y el Banco Mundial. De esta manera, reforzó las
perspectivas del Norte y desempoderó al Sur. Minó el mismo concepto de
inclusividad política que define a la ONU.
Socavando la UNGASS
El momento en que se entrega este documento es particularmente perjudicial.
Cuando UNGASS se encontraba en la fase final de negociar temas muy complejos,
el documento aboga por una parcializada visión de futuro. Este mensaje
parcializado fue enfatizado por el Secretario General en sus declaraciones
iniciales tanto en la Asamblea General como en el Foro Ginebra 2000. Al
hacerlo, se adelantó a las negociaciones de UNGASS y desvalorizó su propio
proceso.
El Secretario General se rinde ante Bretton Woods
La Carta de la ONU distinguió claramente entre la ONU y sus organismos
especializados, incluyendo las instituciones de Bretton Woods. Al hacerlo,
separó el proceso político de la responsabilidad ejecutiva con el objetivo de
aumentar la rendición de cuentas a nivel político de los gobiernos nacionales
ante sus ciudadanos. Por lo tanto, impugnamos el mismo estatus otorgado a los
firmantes del documento: las Naciones Unidas, representada por el Secretario
General, y el Banco Mundial, el FMI y la OCDE.
Paternalismo con los pobres - Ignorar la pobreza en el Norte
Estamos horrorizados por el contenido del informe. En Copenhague avanzamos en
cambiar la noción de "los pobres" como "víctimas de la pobreza" a "gente que
vive en la pobreza" que son "ciudadanos / as con el derecho universal al
desarrollo y a gozar plenamente de los derechos económicos, sociales,
culturales, civiles y políticos". "Un mundo mejor para todos" conlleva la
imagen de gente pobre que necesita ayuda y que estará agradecida cuando le
asistan. La promoción de esta imagen no empodera a la gente que vive en la
pobreza a demandar sus derechos. "Un mundo mejor para todos" muestra la
pobreza solo como un problema del Sur. No proporciona estadísticas de la
pobreza en el Norte. Al abordar la pobreza mundial, el documento ignora
totalmente la persistencia de la pobreza en el Norte. Las imágenes muestran
la real naturaleza del nuevo consenso: el Norte identificando los problemas
del Sur y proporcionando las soluciones para el Sur.
Contradicciones
La importancia de Copenhague residió en el reconocimiento que el desarrollo
social solo se puede lograr en un entorno político y económico propicio. Está
claro que en "Un mundo mejor para todos" ha debilitado el ambiente político.
Aunque de labios para afuera habla de la necesidad de "empoderar a los
pobres", de hecho los menosprecia. Mientras habla de la importancia de la
"democracia incluyente", realmente la socava. La introducción del concepto
"crecimiento pro-pobres" coloca la responsabilidad de salir de la pobreza
sobre los hombros de los pobres, particularmente en el Sur.
Retrocesos
"Un mundo mejor para todos" también retrocede en las nociones desarrolladas
en Copenhague sobre el entorno económico propicio. No reconoce el rol que las
Instituciones Financieras Internacionales (IFIs) jugaron en demandar
políticas económicas que generaron pobreza. Las mismas políticas de Bretton
Woods centradas en el crecimiento dirigido por las exportaciones y que no
consideraban la distribución de la riqueza y la sustentabilidad ambiental han
sido un obstáculo para que los gobiernos nacionales desarrollen políticas
sociales. La globalización ha incumplido en respetar los derechos de los
trabajadores/as, incluyendo los principios contenidos en la Declaración de la
OIT sobre los Principios Fundamentales y Derechos del Trabajo; y en
proporcionar trabajo decente para la mayoría de la gente del mundo. Esto ha
tenido consecuencias devastadoras para los trabajadores/as y la gente en
general, especialmente para las mujeres y la niñez. En vez de reconocer cómo
contribuir a mejorar el entorno económico, "Un mundo mejor para todos"
propone que la erradicación de la pobreza solo se puede lograr abriendo aún
más los mercados de los países en desarrollo. Evidentemente estas políticas
son insostenibles, tomando como ejemplos las recientes crisis financieras que
afectó a los países del Sudeste Asiático y en otras regiones, que son el
resultado principalmente de la rápida liberalización financiera.
Las IFIs aumentan la pobreza
Sin alterar la esencia de sus políticas, las instituciones de Bretton Woods
han estado intentado colocar las políticas macroeconómicas que promueven,
dentro de un marco de erradicación de la pobreza. Dentro de este plan global,
el FMI cambió el nombre de la Servicio Reforzado de Ajuste Estructural (SRAE)
hacia el Servicio para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (SCLP). El
Banco Mundial y el FMI esperan que los Documentos de Estrategia de Lucha
contra la Pobreza (DELP), se convertirán en un instrumento clave para las
relaciones de los países con la comunidad de donantes. Estos planes también
proporcionarían la base para los préstamos concesionales del Banco y del
Fondo para apoyar al país, así como el alivio de la deuda bajo la iniciativa
PPME (Países Pobres Muy Endeudados). El DELP enfatiza -correctamente- que los
gobiernos nacionales son responsables del desarrollo social. Sin embargo, las
políticas de las instituciones de Bretton Woods desarrolladas para reducir la
pobreza no han resuelto la contradicción fundamental entre las políticas de
ajuste estructural, recetadas por quienes formulan políticas en Washington
para los gobiernos nacionales, y el Desarrollo Social.
Aunque el DELP es un intento de promover el desarrollo social, no han
cambiado las condiciones macroeconómicas de los IFIs para préstamos y el
alivio de la deuda. Estas condiciones -que incluyen las reformas
administrativa y fiscal en el contexto de los programas de austeridad así
como medidas para una mayor liberalización del comercio y las finanzas- han
destruido la capacidad productiva local, han aumentado el desempleo y
degradado la calidad de los servicios sociales públicos. La globalización y
el sistema neoliberal simplemente no son compatibles con el Desarrollo
Social.
Dentro del DELP no hay mecanismos para responder a los efectos adversos del
Ajuste Estructural ni tampoco arreglos para medios adecuados y adicionales
para la inversión en los sectores sociales. Es casi inevitable, que el DELP
es una oportunidad para mayor condicionalidad por parte de los donantes a los
gobiernos nacionales. Esto hará que los gobiernos nacionales sean
responsables del desarrollo social sin controlar los medios o recursos para
implementar políticas que fomentan el Desarrollo Social.
¿Bretton Woods para todos?
Creemos que la publicación de este documento pone en peligro el resultado de
UNGASS. El resultado ya no tiene más credibilidad con relación a una serie de
nuevas iniciativas que rectifiquen la falta de implementación, que todos
observan. Específicamente exige que las naciones ricas demuestren su
compromiso con las metas de Copenhague y del sistema de la ONU en su
conjunto, implementando medidas que honren los compromisos asumidos en 1995.
Por lo tanto llamamos a los Estados miembros a:
1. Demostrar el compromiso al proceso UNGASS Desarrollo Social + 5
analizando las raíces de la pobreza y de la inequidad de género dentro del
marco macro-económico actual de la globalización en el Sur y en el Norte.
2. Comprometerse a revertir el descenso de la Ayuda al Desarrollo (ODA) y
establecer un cronograma por el cual se cumpla el objetivo de la ONU fijado
en 0,7 % del PNB hasta el 2005. Cumplir este compromiso largamente
establecido es fundamental para reconstruir la confianza entre los países en
desarrollo y los países industrializados y proporcionar los recursos
necesarios para alcanzar las metas del desarrollo social.
3. La cancelación inmediata y total de la deuda de los países en
desarrollo para liberar recursos para la inversión en el desarrollo social.
La carga de la deuda constituye un obstáculo al derecho al desarrollo. La
cancelación total de la deuda de los países en desarrollo demostraría el
compromiso político con el desarrollo social y sería una respuesta adecuada a
las intensas campañas de la sociedad civil.
4. La introducción de un Impuesto de Transferencia de Divisas (ITD) para
contrarrestar la inestabilidad de las transacciones mundiales de capital y
para movilizar mayores recursos para el desarrollo social. Un ITD sería un
medio efectivo para contrarrestar la excesiva volatilidad de las
transacciones de capital a corto plazo. Potencialmente proporcionaría
recursos adicionales para el Desarrollo Social.
Metas inalcanzables
Las metas de Copenhague no se pueden alcanzar si los países en desarrollo son
marginados del proceso de toma de decisiones en las instituciones
internacionales. No deberían aceptarlo y de hecho no lo aceptarán. Aún cuando
gran parte de la responsabilidad debe ser asumida a escala nacional para
lograr el desarrollo social y la erradicación de la pobreza, esto no puede
tener éxito sin un entorno propicio internacional que incluye el suministro
de recursos adecuados.
Las ONGs apelan a una Cumbre en el 2005
La Cumbre de Copenhague fue el espacio de encuentro más grande de líderes
mundiales en la historia. Se debe demostrar la importancia de la Cumbre por
medio de resultados concretos que puedan ser monitoreados. Por lo tanto es
imperativo que el 2005, fecha intermedia entre la Cumbre histórica y la fecha
fijada para lograr muchos de los objetivos críticos, sea marcado por otro
encuentro de líderes mundiales. Esta es la mejor manera de reafirmar la
centralidad de los compromisos de Copenhague al inicio del nuevo milenio y
asegurar que reciban la atención política que merecen.
ONGs apelan a los Estados miembros a rechazar el documento
Las ONGs llaman a los Miembros de las Naciones Unidas a disociarse del
documento. El contenido del mismo no refleja el espíritu, la opinión y las
posiciones del conjunto de las Naciones Unidas ni de la sociedad civil.
Además, los organismos de la ONU han publicado documentos que aportan una
visión diferente y proponen políticas que contradicen al documento ?Un mundo
mejor para todos". Las ONGs participantes en esta Conferencia se han
comprometido a continuar intensificando la campaña mundial contra la visión
presentada en este documento parcializado.
Ginebra, 28 de junio de 2000
al documento "Un mundo mejor para todos"
"Un mundo mejor para todos" - Declaración conjunta de los Caucuses de las
ONGs
Las ONGs, las organizaciones y movimientos populares, organizadas en los
Caucuses están escandalizados con el documento entregado el lunes 26 de junio
en la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas dedicado
al tema de la Cumbre Social +5 (UNGASS, siglas en inglés), denominado "Un
mundo mejor para todos".
Proceso descarrilado
"Un mundo mejor para todos" fue puesto en circulación como un documento
conjunto producido por la Organización para la Cooperación y Desarrollo
Económicos (OCDE), el FMI, el Banco Mundial y las Naciones Unidas. Se basa
en los 7 compromisos contraídos por los países miembros de la OCDE en
"Shaping the 21st Century" (Modelando el Siglo 21), puesto en circulación en
1996; aunque se dice que estos compromisos fueron extraídos de las
Conferencias de la ONU y de la Cumbre Social, solo representaban una limitada
selección. La meta de reducir a la mitad la proporción de gente que vive en
la pobreza entre 1990 y el 2015 fue presentada como una nueva meta por la
OCDE. Con el creciente énfasis dado por los países industrializados a los
objetivos formulados por la OCDE, este nuevo objetivo ha sido asumido como el
principal. El FMI lo presentó como su principal objetivo el año pasado.
Siempre hemos aceptado los objetivos específicos y las metas fijadas a
plazos. Pero también hemos reconocido que se requieren procesos incluyentes
de negociación con procedimientos transparentes para acordar estos objetivos.
Mientras que la OCDE representa solo a los países del Norte, que al mismo
tiempo son los accionistas mayoritarios del Banco Mundial y del FMI, la ONU
representa a las naciones del mundo en pie de igualdad. Representa el
principal foro para alcanzar consensos políticos a través de procesos
participativos, que incluyen tanto al Norte como al Sur. Por lo tanto,
permite formular decisiones conjuntas de cómo abordar los problemas comunes
sobre la base de la responsabilidad compartida, el compromiso mutuo y
respetando la gobernanza de cada país. Antes que imponer políticas por medio
de condicionamientos, como lo hacen el FMI y el Banco Mundial, la fortaleza
de la ONU reside en su capacidad para promover la responsabilidad nacional en
un marco internacional compartido.
Este documento ha sido presentado como un nuevo consenso entre las Naciones
Unidas, la OCDE, el FMI y el Banco Mundial. De esta manera, reforzó las
perspectivas del Norte y desempoderó al Sur. Minó el mismo concepto de
inclusividad política que define a la ONU.
Socavando la UNGASS
El momento en que se entrega este documento es particularmente perjudicial.
Cuando UNGASS se encontraba en la fase final de negociar temas muy complejos,
el documento aboga por una parcializada visión de futuro. Este mensaje
parcializado fue enfatizado por el Secretario General en sus declaraciones
iniciales tanto en la Asamblea General como en el Foro Ginebra 2000. Al
hacerlo, se adelantó a las negociaciones de UNGASS y desvalorizó su propio
proceso.
El Secretario General se rinde ante Bretton Woods
La Carta de la ONU distinguió claramente entre la ONU y sus organismos
especializados, incluyendo las instituciones de Bretton Woods. Al hacerlo,
separó el proceso político de la responsabilidad ejecutiva con el objetivo de
aumentar la rendición de cuentas a nivel político de los gobiernos nacionales
ante sus ciudadanos. Por lo tanto, impugnamos el mismo estatus otorgado a los
firmantes del documento: las Naciones Unidas, representada por el Secretario
General, y el Banco Mundial, el FMI y la OCDE.
Paternalismo con los pobres - Ignorar la pobreza en el Norte
Estamos horrorizados por el contenido del informe. En Copenhague avanzamos en
cambiar la noción de "los pobres" como "víctimas de la pobreza" a "gente que
vive en la pobreza" que son "ciudadanos / as con el derecho universal al
desarrollo y a gozar plenamente de los derechos económicos, sociales,
culturales, civiles y políticos". "Un mundo mejor para todos" conlleva la
imagen de gente pobre que necesita ayuda y que estará agradecida cuando le
asistan. La promoción de esta imagen no empodera a la gente que vive en la
pobreza a demandar sus derechos. "Un mundo mejor para todos" muestra la
pobreza solo como un problema del Sur. No proporciona estadísticas de la
pobreza en el Norte. Al abordar la pobreza mundial, el documento ignora
totalmente la persistencia de la pobreza en el Norte. Las imágenes muestran
la real naturaleza del nuevo consenso: el Norte identificando los problemas
del Sur y proporcionando las soluciones para el Sur.
Contradicciones
La importancia de Copenhague residió en el reconocimiento que el desarrollo
social solo se puede lograr en un entorno político y económico propicio. Está
claro que en "Un mundo mejor para todos" ha debilitado el ambiente político.
Aunque de labios para afuera habla de la necesidad de "empoderar a los
pobres", de hecho los menosprecia. Mientras habla de la importancia de la
"democracia incluyente", realmente la socava. La introducción del concepto
"crecimiento pro-pobres" coloca la responsabilidad de salir de la pobreza
sobre los hombros de los pobres, particularmente en el Sur.
Retrocesos
"Un mundo mejor para todos" también retrocede en las nociones desarrolladas
en Copenhague sobre el entorno económico propicio. No reconoce el rol que las
Instituciones Financieras Internacionales (IFIs) jugaron en demandar
políticas económicas que generaron pobreza. Las mismas políticas de Bretton
Woods centradas en el crecimiento dirigido por las exportaciones y que no
consideraban la distribución de la riqueza y la sustentabilidad ambiental han
sido un obstáculo para que los gobiernos nacionales desarrollen políticas
sociales. La globalización ha incumplido en respetar los derechos de los
trabajadores/as, incluyendo los principios contenidos en la Declaración de la
OIT sobre los Principios Fundamentales y Derechos del Trabajo; y en
proporcionar trabajo decente para la mayoría de la gente del mundo. Esto ha
tenido consecuencias devastadoras para los trabajadores/as y la gente en
general, especialmente para las mujeres y la niñez. En vez de reconocer cómo
contribuir a mejorar el entorno económico, "Un mundo mejor para todos"
propone que la erradicación de la pobreza solo se puede lograr abriendo aún
más los mercados de los países en desarrollo. Evidentemente estas políticas
son insostenibles, tomando como ejemplos las recientes crisis financieras que
afectó a los países del Sudeste Asiático y en otras regiones, que son el
resultado principalmente de la rápida liberalización financiera.
Las IFIs aumentan la pobreza
Sin alterar la esencia de sus políticas, las instituciones de Bretton Woods
han estado intentado colocar las políticas macroeconómicas que promueven,
dentro de un marco de erradicación de la pobreza. Dentro de este plan global,
el FMI cambió el nombre de la Servicio Reforzado de Ajuste Estructural (SRAE)
hacia el Servicio para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (SCLP). El
Banco Mundial y el FMI esperan que los Documentos de Estrategia de Lucha
contra la Pobreza (DELP), se convertirán en un instrumento clave para las
relaciones de los países con la comunidad de donantes. Estos planes también
proporcionarían la base para los préstamos concesionales del Banco y del
Fondo para apoyar al país, así como el alivio de la deuda bajo la iniciativa
PPME (Países Pobres Muy Endeudados). El DELP enfatiza -correctamente- que los
gobiernos nacionales son responsables del desarrollo social. Sin embargo, las
políticas de las instituciones de Bretton Woods desarrolladas para reducir la
pobreza no han resuelto la contradicción fundamental entre las políticas de
ajuste estructural, recetadas por quienes formulan políticas en Washington
para los gobiernos nacionales, y el Desarrollo Social.
Aunque el DELP es un intento de promover el desarrollo social, no han
cambiado las condiciones macroeconómicas de los IFIs para préstamos y el
alivio de la deuda. Estas condiciones -que incluyen las reformas
administrativa y fiscal en el contexto de los programas de austeridad así
como medidas para una mayor liberalización del comercio y las finanzas- han
destruido la capacidad productiva local, han aumentado el desempleo y
degradado la calidad de los servicios sociales públicos. La globalización y
el sistema neoliberal simplemente no son compatibles con el Desarrollo
Social.
Dentro del DELP no hay mecanismos para responder a los efectos adversos del
Ajuste Estructural ni tampoco arreglos para medios adecuados y adicionales
para la inversión en los sectores sociales. Es casi inevitable, que el DELP
es una oportunidad para mayor condicionalidad por parte de los donantes a los
gobiernos nacionales. Esto hará que los gobiernos nacionales sean
responsables del desarrollo social sin controlar los medios o recursos para
implementar políticas que fomentan el Desarrollo Social.
¿Bretton Woods para todos?
Creemos que la publicación de este documento pone en peligro el resultado de
UNGASS. El resultado ya no tiene más credibilidad con relación a una serie de
nuevas iniciativas que rectifiquen la falta de implementación, que todos
observan. Específicamente exige que las naciones ricas demuestren su
compromiso con las metas de Copenhague y del sistema de la ONU en su
conjunto, implementando medidas que honren los compromisos asumidos en 1995.
Por lo tanto llamamos a los Estados miembros a:
1. Demostrar el compromiso al proceso UNGASS Desarrollo Social + 5
analizando las raíces de la pobreza y de la inequidad de género dentro del
marco macro-económico actual de la globalización en el Sur y en el Norte.
2. Comprometerse a revertir el descenso de la Ayuda al Desarrollo (ODA) y
establecer un cronograma por el cual se cumpla el objetivo de la ONU fijado
en 0,7 % del PNB hasta el 2005. Cumplir este compromiso largamente
establecido es fundamental para reconstruir la confianza entre los países en
desarrollo y los países industrializados y proporcionar los recursos
necesarios para alcanzar las metas del desarrollo social.
3. La cancelación inmediata y total de la deuda de los países en
desarrollo para liberar recursos para la inversión en el desarrollo social.
La carga de la deuda constituye un obstáculo al derecho al desarrollo. La
cancelación total de la deuda de los países en desarrollo demostraría el
compromiso político con el desarrollo social y sería una respuesta adecuada a
las intensas campañas de la sociedad civil.
4. La introducción de un Impuesto de Transferencia de Divisas (ITD) para
contrarrestar la inestabilidad de las transacciones mundiales de capital y
para movilizar mayores recursos para el desarrollo social. Un ITD sería un
medio efectivo para contrarrestar la excesiva volatilidad de las
transacciones de capital a corto plazo. Potencialmente proporcionaría
recursos adicionales para el Desarrollo Social.
Metas inalcanzables
Las metas de Copenhague no se pueden alcanzar si los países en desarrollo son
marginados del proceso de toma de decisiones en las instituciones
internacionales. No deberían aceptarlo y de hecho no lo aceptarán. Aún cuando
gran parte de la responsabilidad debe ser asumida a escala nacional para
lograr el desarrollo social y la erradicación de la pobreza, esto no puede
tener éxito sin un entorno propicio internacional que incluye el suministro
de recursos adecuados.
Las ONGs apelan a una Cumbre en el 2005
La Cumbre de Copenhague fue el espacio de encuentro más grande de líderes
mundiales en la historia. Se debe demostrar la importancia de la Cumbre por
medio de resultados concretos que puedan ser monitoreados. Por lo tanto es
imperativo que el 2005, fecha intermedia entre la Cumbre histórica y la fecha
fijada para lograr muchos de los objetivos críticos, sea marcado por otro
encuentro de líderes mundiales. Esta es la mejor manera de reafirmar la
centralidad de los compromisos de Copenhague al inicio del nuevo milenio y
asegurar que reciban la atención política que merecen.
ONGs apelan a los Estados miembros a rechazar el documento
Las ONGs llaman a los Miembros de las Naciones Unidas a disociarse del
documento. El contenido del mismo no refleja el espíritu, la opinión y las
posiciones del conjunto de las Naciones Unidas ni de la sociedad civil.
Además, los organismos de la ONU han publicado documentos que aportan una
visión diferente y proponen políticas que contradicen al documento ?Un mundo
mejor para todos". Las ONGs participantes en esta Conferencia se han
comprometido a continuar intensificando la campaña mundial contra la visión
presentada en este documento parcializado.
Ginebra, 28 de junio de 2000
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