Se redefine tablero político
12/06/2000
- Opinión
Sabiéndose escaso de respaldo político y social, parecería que el gobierno del
presidente Gustavo Noboa aspira sortear la conflictividad que vive Ecuador
manejando los tiempos: dilató el anunció de las medidas del primer tramo del
paquete de ajuste económico, negociado con el FMI a mediados de abril, hasta que
pasen las elecciones seccionales del 21 de mayo y, cuando lo hizo, cuatro días
después, tales medidas habían perdido unos cuantos kilos de peso con relación a
lo inicialmente pactado con el organismo internacional, para atenuar la reacción
social. Por lo pronto, los movimientos sindicales y sociales han convocado para
el 15 de junio a una jornada de movilización nacional.
Si bien el electorado fue convocado a las urnas para renovar las dignidades
seccionales, la campaña adquirió un tinte nacional pues, por la gravedad de la
crisis, los candidatos no dudaron en abordar temas que escapan al ámbito
provincial o local, para promocionarse. Pero también se hicieron sentir los
ecos del levantamiento del 21 de enero siendo que la derecha política se había
empeñado en alentar a la ciudadanía para que emita un voto de castigo a los
"golpistas", anticipando que obtendría triunfos arrolladores.
Mas los cálculos fallaron. El derechista Partido Social Cristiano (PSC) que
aspiraba obtener alrededor de unas 10 prefecturas y unas 65 alcaldías, consiguió
4 y 59, respectivamente, pero como ganó la alcaldía de Guayaquil, la más
populosa del país, con un amplio margen de votos, se ha centrado en este hecho
para articular un discurso triunfalista.
De acuerdo a los medios de difusión, el otro gran vencedor de la jornada fue la
Izquierda Democrática (ID) por su triunfo para la alcaldía de Quito, la capital,
mas en conjunto se quedó por debajo de sus expectativas pues tan sólo ganó 2
prefecturas (otras 2 lo hizo en alianza con los partidos de izquierda) y 22
alcaldías.
Si nos atenemos a los resultados, no obstante, la fuerza que sí se puede
considerar como la gran triunfadora de la contienda es el Movimiento
Pachakutik-Nuevo País: alcanzó 5 prefecturas, 27 alcaldías y alrededor del 60%
de las juntas parroquiales. El poco destaque que ha tenido este hecho en la
opinión publicada y difundida, donde más bien se pretende minimizarlo con
comparaciones de la votación global, sin duda se debe a que este movimiento fue
protagonista del levantamiento del 21 de enero.
La disputa más intensa se dio en Quito donde el Gral. (r) Paco Moncayo,
postulado por la ID y respaldado por las demás fuerzas de izquierda, se impuso
por un amplio margen al actual alcalde Roque Sevilla, candidato de la DP.
Moncayo estaba siendo procesado por su participación en la jornada del 21 de
enero, en cuya ocasión renunció a su puesto de diputado nacional conjuntamente
con otro militar, el Gral (r) René Yandún, también vinculado a la ID, quien en
esta ocasión ganó la prefectura de la norteña provincia del Carchi.
En términos generales, estas elecciones han reconfirmado el sensible agotamiento
de los partidos políticos, que entre otras se expresa en alto incremento de los
votos nulos y blancos y el ausentismo. Según datos estimados, los primeros
superarían el 25% y el segundo el 35%. Además de este achicamiento, se registra
también un atrincheramiento regional, con la predominancia del PSC y el PRE en
la costa y los partidos del centro hacia la izquierda en la sierra y amazonia.
El paquete de medidas
Las anunciadas medidas económicas llegaron el 26 de mayo, precedidas de la
renuncia del Ministro de Finanzas Jorge Guzmán, quien fue el principal artífice
de la dolarización de la economía y era partidario de un paquete shock.
Tomándole la temperatura al país, el presidente Noboa optó por diferir algunas
medidas explosivas, como el incremento del precio del gas, e incluir un aumento
salarial de 30 dólares (750.000 sucres), aplicable a partir del 1 de junio. Con
todo, el golpe fue severo: las tarifas de gasolinas y diesel se incrementaron
entre el 60% y el 81%. Y pocos días después entró a regir un incremento gradual
en el precio de la electricidad hasta alcanzar el 400%. Y ya se está cocinando
un nuevo paquete para enero.
La otra carta que el régimen había colocado en el escenario político con miras a
reducir las tensiones internas, fue el pedido de amnistía para los civiles y
militares implicados en los hechos del 21 de enero, que remitió al parlamento en
la segunda semana de abril. Los resultados electorales terminaron por allanar
el camino para que los diputados se pronuncien con el voto favorable de todos
los partidos, salvo del PSC, por lo que se archivaron los procesos judiciales
que estaban en curso.
El clima social, sin embargo, permanece agitado. El magisterio, sectores de la
salud y otras dependencias públicas se mantienen en huelga desde hace unas
semanas. Las organizaciones sindicales y sociales han convocado a una
paralización nacional para el 15 de junio. Entre tanto, la Confederación de
Nacionalidades Indígenas (CONAIE) definirá su postura en una asamblea que se
reunirá el 12 y 13, aunque anticipó que continuará impulsando la "Consulta
Popular, como un espacio a través del cual será el pueblo ecuatoriano el que se
pronuncie si desea o no seguir siendo castigado por los gobiernos y sus
políticas antipopulares y antisoberanas".
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