El liderazgo feminista en la era de la comunicación

16/10/1997
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Señalar los desafios del liderazgo feminista en el proceso de la globalización, en el nuevo desorden mundial, es un desafío multidimensional, que apela, entre otros, a ubicar las prioridades de las mujeres en el nuevo contexto. También apela a ubicar los nuevos escenarios que se presentan en un mundo, vinculado por la comunicación, que ya no se concibe más como una sumatoria de países, sino bajo la perspectiva de un nuevo contexto unificador -bajo las condiciones del mercado- con sus propias lógicas, dinámicas y contradicciones. Visto desde el Sur, es de vital importancia el entendimiento de este nuevo momento, tanto para reubicar y reforzar el proceso organizativo de las mujeres como para lograr la elaboración de una agenda global de prioridades, que ubique las problemáticas nodales que afectan a la humanidad (ej. exclusión social, racismo, homofóbia), y encamine hacia la obtención de las propuestas de igualdad entre los géneros y de justicia económica y social en general. Para el movimiento, los desafíos que plantea la globalización son múltiples, entre ellos: la necesidad de reconocer y entender cuales son los cambios reales que se han operado en el mundo -principalmente, aunque no únicamente, las implicaciones de las estructuras comunicacionales globales- y otro de los desafios es desarrollar los útiles políticos y teóricos apropiados para conceptualizar las dinámicas que se desprenden de la globalización. Desde la perspectiva del Sur, entender este proceso demanda el hacer una lectura de la llamada nueva cultura global, de su significado y terminología, en un momento en el cual la palabra global se consume con todas las salsas. Actualmente, es cada vez más reconocido el rol considerable que juegan las estrucutras comunicacionales y las redes de información para el establecimiento del nuevo espacio global. De allí que este aspecto es uno de los puntos centrales a tener en cuenta en la comprensión del momento, lo que implica también examinar el papel de los medios de comunicación y los productos culturales en el contexto globalizado. Históricamente, las discusiones sobre globalización han estado vinculadas a los enfoques relativos a los sistemas de comunicación. Es más, muchos de los aspectos y perspectivas relativos a la globalzación se basan en los enfoques de la comunicación internacional y de la comunicación para el desarrollo. Asimismo, el desarrollo e implantación de las nuevas tecnologías de la comunicación han generado cambios en todas las esferas del quehacer humano, que van de la mano con la reestructuración política, económica e ideológica. En otras palabras, estamos frente a un cambio de paradigma, cuyos valores son la información, la comunicación y el conocimiento. La capacidad de transmitir grandes volumenes de información y conocimiento en tiempo real, que se hacen factibles a través de las nuevas tecnologías, facilitan el incremento de las interacciones económicas a escala global, pero también abren la posibilidad de desarrollar acciones sociales en beneficio de los sectores excluidos en igual escala. La intensificación de las interacciones sociales a escala global son parte de este nuevo contexto e implican el desarrollo de nuevos referentes conceptuales y nuevas formas organizacionales de las mujeres. Por eso, visualizar las posibilidades que se abren para que las mujeres puedan coordinar a nivel mundial, con nuevas modalidades de empoderamiento y de desarrollo de ciudadanía global, depende en mucho de cuanto el movimiento feminista y de mujeres se apropien y reivindiquen la comunicación como un derecho humano. Es decir asumir y luchar por el derecho a la expresión, a la información y al conocimiento, como elementos centrales de la conformación del poder global y como aspectos indispensables para asegurar la participación democrática de las mujeres en los cambios mundiales. Nuevos escenarios y espacios En el nuevo contexto, han surgido nueva formas de articulación social y política, nuevos espacios y presencias tales como los espacios mediáticos y la opinión pública, que son areas indispensables para la acción y el liderazgo local o global. Ello implica actuar estratégicamente en un contexto en el cual los medios han llegado ha tener tanta relevancia social y un poder e influencia sin precedentes, hasta llegar a determinar una nueva forma de exclusión social que afecta, entre otros sectores a las mujeres. Pero la comunicación ahora no se limita a los medios, ella incorpora elementos que nos llevan a analizar: cómo la sociedad se expresa a través de ellos, cómo la ciudadanía se apropia de los espacios comunicacionales, y como los movimientos se organizan y coordinan internamente. En la actualidad la comunicación y el acceso a la información son indispensables para cualquier intervención social oportuna. Así, el desarrollo de políticas y estrategias de comunicación en los movimientos deviene un elemento indispensable para actuar con eficiencia en este contexto. Además, la emergencia de nuevas formas de interrelación social en la era de la comunicación, plantea el desafío de renovar los liderazgos, presentar nuevas propuestas y perfiles. Comunicar para desarrollar nuevos valores éticos y democráticos El nuevo contexto apela a la creación de una perspectiva global y el fortalecimiento de valores éticos encaminados a desarrollar una verdadera democracia mundial, basada en la igualdad de género y el respeto de todas las diversidades. Involucra el analisis de las interrelaciones entre los niveles locales y los globales de participación, entre sus numerosas inserciones (y a veces polarizaciones). En el contexto del liderazgo feminista, la comunicación tiene que ver, entre otros, con: la democracia interna; el debate de los temas centrales al interior del movimiento; la información para la acción social y el desarrollo de propuestas, la proyección social de dichas propuestas; y en cómo crear e influenciar en la opinión pública. En la práctica, eso significa: el desarrollo de la capacidad para formular propuestas y respuestas efectivas en el campo de la comunicación. Esos desafíos incluyen la necesidad de desarrollar políticas y estrategias de comunicación en las siguientes áreas: a. La defensa del derecho de las mujeres a la comunicación (en plataformas, propuestas, acciones, ubicando el enfoque de género en ella) b. Buscar impacto en la opinión pública; para proyectar socialmente el liderazgo feminista. c. Fortalecer la organización y las coordinaciones internas en el movimiento: esto es la democratización de los liderazgos a nivel interno. d. Desarrollar alianzas con otros movimientos sociales; para hacer avanzar las propuestas de género en ellos. Ubicar el rol central que juega la comunicación en el momento actual implica visualizar el impacto de los medios transnacionales, pero también ubicar el hecho de que la comunicación constituye un elemento definitivo en la concepción del desarrollo. Asimismo, implica entender el impacto estructural que acarrean los procesos comunicacionales en la organización de la sociedad, para traducirlos en prácticas democráticas. En este sentido, el movimiento feminista que tiende a adoptar formas horizontales, no jerárquicas de interrelación, por razones políticas: autonomía, cuestionamientos al poder, etc., tiene frente a si el desafío de apropiarse de los mecanismos necesarios para garantizar los flujos de información, sin los cuales cualquier forma de articulación global se convertirá en estructuras estáticas. El derecho a la comunicación Frente a esta realidad, y con el espíritu de lograr una participación democrática de las mujeres en los desafíos que plantea la nueva era, el movimiento de mujeres está llamado a evolucionar hacia reivindicaciones tales como el derecho a la información, a la comunicación, y a la participación de las mujeres en las decisiones científicas y tecnológicas, como requisitos básicos para garantizar la democracia y su participación ciudadana en el nuevo contexto. El desarrollo de estos acercamientos representa en sí, uno de los grandes desafíos sociales frente al tercer milenio. * Extracto de la presentación realizada en la Global Feminist Leadership Development Conference, Sudáfrica, sept 97
https://www.alainet.org/es/articulo/104720

Comunicación, Mujeres

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