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Sesión Especial sobre Drogas de la ONU

09/06/1998
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Con el objetivo de tratar el problema de las drogas ilícitas en el mundo, del 8 al 10 de junio de 1998 tendrá lugar en Nueva York la Sesión Especial sobre Drogas de la Asamblea General de Naciones Unidas. Jefes de Estado, entre los cuales el presidente Clinton, así como importantes funcionarios de gobiernos han confirmado su asistencia, haciendo de éste el encuentro internacional más importante en materia de control de drogas, del cual saldrán las políticas a adoptar en los próximos años. Cada día se hace más evidente que la llamada "Guerra contra las Drogas" ha sido un fracaso total a la vez que ha generado efectos negativos. Quizás en ninguna parte del mundo se nota tanto el impacto negativo de estas políticas como en México, en donde, a nombre de la llamada guerra contra las drogas se han visto afectados los derechos humanos y el Ejército ha sido reforzado en detrimento de las instituciones civiles de la sociedad. Además, el "proceso de certificación" anual impuesto en este marco por Estados Unidos ha descompuesto las relaciones bilaterales limitando el desarrollo de otros intereses comunes de México y Estados Unidos al asunto exclusivo de las drogas. Sin embargo todo parece indicar que las actuales estrategias antinarcóticas no van a constituir un punto de debate en Nueva York. Por el contrario, la cumbre se ha desarrollado específicamente para evitar el debate y reforzar las políticas actuales. La iniciativa para la realización de esta reunión internacional provino del gobierno mexicano en 1993, inspirado en anteriores cumbres de las Naciones Unidas, como la de Río sobre el medio ambiente. En la propuesta original de los mexicanos se subrayaba que el encuentro debía entablar una amplia reflexión de la estrategia antidrogas de la última década. Pero después de muchas deliberaciones, valga decir, de la oposición de Inglaterra y Estados Unidos y varios países más a entablar una evaluación "independiente", finalmente se redujo la iniciativa a su forma actual de Sesión Especial enfocada al reforzamiento de las políticas actuales. ?Qué se ha obtenido a nivel internacional a cambio del alto costo que han pagado los llamados países productores y de los llamados "países de tránsito"? Según fuentes gubernamentales y agencias dedicadas al estudio del tema, las actuales políticas antidrogas se han revelado como un verdadero fracaso para detener tanto suministro como consumo. En este sentido sería de esperar que la Sesión Especial se convirtiera en un foro de la comunidad internacional que evaluase de manera crítica los actuales programas y estrategias de combate, al igual que plantease la necesidad de buscar alternativas más eficaces y viables. Desafortunadamente, el encuentro va a estar enfocado hacia un reforzamiento de las políticas en vigencia, lo cual excluye de entrada la posibilidad de un análisis objetivo de éstas, perdiéndose excelente oportunidad de dar inicio a un debate objetivo. Otra inconveniencia es que el encuentro no cuenta con la participación de ningún sector no oficial, especialistas en el tema, académicos, ni de las víctimas del abuso de drogas o de las políticas antinarcóticas. En América Latina los esfuerzos internacionales antidroga están teniendo consecuencias desastrosas, socavando las democracias, estimulando la militarización de las zonas en conflicto, violaciones a los derechos humanos y la degradación del medio ambiente. A pesar de una inversión de más de 25 mil millones de dólares sólo por parte de Estados Unidos en programas de interdicción y erradicación durante los últimos 15 años, la cocaína y la heroína se obtienen tan fácilmente a como se obtenían a comienzos de los años 80. Y a un precio más bajo. Mientras tanto, la violencia y corrupción que genera el narcotráfico están erosionando economías y sistemas judiciales a lo largo y ancho del hemisferio. En México la proliferación rápida de mafias de drogas ha ido acompañada de un creciente aumento de la corrupción en todos los estamentos de la sociedad mexicana, intensificando la inestabilidad y restringiendo los procesos de democratización. Cada vez es más grande la brecha que se ha abierto entre especialistas en asuntos de narcóticos por un lado, quienes reconocen las deficiencias de las estrategias aplicadas, y por otro los políticos y funcionarios de gobierno, para quienes el temor de ser vistos como "blandos" en cuestión de drogas no les permite abordar una reflexión franca de las actuales estrategias. La reunión en Nueva York promete más de lo mismo, y al final los resultados no se traducirán en otra cosa que en una revalidación y un reforzamiento de las políticas existentes. * WOLA -Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos
https://www.alainet.org/es/articulo/104248
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