Día de la raza ya no más

08/10/2014
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Histórico: el Parlamento dio media sanción al cambio de nombre al “día de la raza” en Uruguay. Un proceso formal que comenzó Atabaque en 2010, y se hizo idea fuerza sumando a otras comunidades afro y originarias en 2011. Lo importante es que entró al debate la peripecia de los pueblos masacrados. La historia no será la misma.

 
Es tan lenta como profunda la revolución de las ideas y sin embargo avanzamos.
 
Antes del 2005 nadie revisaba ciertas terribles desigualdades estructurales que simplemente eran aceptadas como “normales”. Por eso aunque parezca superficial, es muy importante que se haya tomado el reclamo del cambio de nombre a un día que representa dolor y vergüenza para la humanidad y por eso ya ha sido corregido en varios países latinoamericanos.
 
Exaltar el llamado “descubrimiento” de las monarquías imperialistas europeas, ofende al mundo y especialmente a los pueblos asesinados y marginalizados para enriquecimiento y poderío político y económico de una clase dominante, que por ese medio instauró el sistema capitalista mundial al acumular riquezas con manos de obra esclava.
 
Nos disponemos a hablar de estas cosas y eso es un logro social en sí mismo.
 
Son necesarias y soberanas discusiones que trascienden el edificio parlamentario y se instalan entre la gente, brindando elementos de justicia colectiva imprescindibles para una democracia que se precie.
 
El nombre solicitado fue “Día de la Resistencia Indígena y Afrodescendiente”, y el que se maneja como probable de ser aprobado es “Día de la Diversidad Cultural”. Hay diferentes visiones y seguramente habrá que convenir conceptos que las contemplen en lo que sea posible.
 
Lo cierto es que ya nunca más será “de la raza” y es una victoria ante una denominación que instauraba jerarquías culturales.
 
Estamos cambiando y nos vemos obligados a pensar en clave de “los otros”.
 
Meditar desde ópticas diversas ya es un desafío para el orden establecido porque hay que remover arraigados engranajes clasistas en cabezas y corazones.
 
A propósito de esto; los inmigrantes europeos deben ser los primeros que no quieren que se les identifique con asesinos y ladrones colonialistas. Ningún compatriota quiere ser vinculado con la dictadura uruguaya, por ejemplo. Se llama nazis a los nazis aunque haya alemanes o descendientes de alemanes en Uruguay. Quienes no quieren decir genocidio al genocidio africano e indígena, no defienden a la ciudadanía occidental que; como toda gente de bien; avergonzada está de que sus antepasados hayan protagonizado la barbarie de la invasión de Europa en América.
 
Intentemos de una vez llamar a las cosas por su nombre y mirarnos a los ojos.
 
Contemos la verdadera historia y nadie cargará culpas que no le corresponden.
 
La palabra “resistencia” que es sinónimo de lucha por la libertad, rescata parte de la dimensión del desastre planetario que supuso el sangriento “descubrimiento”, que aunque disfracen no desaparecerá y dejó consecuencias perpetuas.
 
La conciencia nacional va a seguir ampliándose por equilibrio natural, reconociendo su identidad plural, sintiendo en su alma popular que el paradigma de la orientalidad era rico y diverso, y no el que el sistema hegemónico impuso.
 
Solo con este nivel de integridad e integración podremos desarrollarnos en convivencia sin tumores sociales y no repetir errores por no sanarlos, por no aprender, por no revisar lo que está mal.
 
Habiéndose quitado un nombre racista, el 12 de octubre será un gran día de reflexión.
 
A cambiar los textos de enseñanza. Y a contar los motivos.
 
¡Salve Ancestralidad!
 
Susana Andrade – Atabaque
Lista 711 Compromiso Frenteamplista
 
 
https://www.alainet.org/es/active/77829
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