Hacia el 12 de octubre
06/10/2014
- Opinión
El inicio de siglo y milenio ha sido turbulento en todo el mundo. Las promesas de occidente de un mundo más próspero y democrático, cuando la caída del muro de Berlín (1.989) y la imposición de la lógica mercantil anglosajona por todo el mundo, se suponía que empezaba una nueva era en el mundo. Estados Unidos se convertía en el representante de esa visión mercantil global: globalización, con la ideología de mercado y democracia anglosajona de por medio. Sin embargo, pocos años después fuimos testigos del derrumbe de esas promesas vacías gringas. No hubo un mundo más próspero, sino mayor pobreza y miseria. Hoy son 2.000 mil millones de seres humanos que pasan hambre y dificultades cotidianas para subsistir. Hoy más de 23 guerras se libran por todo el mundo, porque el mundo gringo se mete y sólo le interesa vender armas y asesores militares, como los negocios más lucrativos de los mercados globales. Millones de seres humanos, incluidos los que viven en los propios países ricos, están desocupados y apenas pueden pasar la noche con los temores de que serán expulsados a la calle por no pagar las hipotecas, de sus casas o lotes, a los gánsteres de los bancos. Absolutamente nada de las promesas y las cantaletas gringas se han cumplido. El mundo unipolar ha fracasado y ha destruido toda esperanza de convivencia, entre todas las culturas del mundo. El derrumbe del pensamiento único anglosajón gringo, es también el derrumbe de ese sistema democrático poco legítimo, que sólo favorece a las clases ricas de esos países, a los sectores de los negocios turbios pero prósperos: armas, bancos y narcotráfico.
El mundo entero ha reaccionado en contra de esas mentiras. Todas las culturas del mundo están reaccionando contra esa manera totalitaria del pensamiento gringo anglosajón. Los árabes empiezan por ahora con guerras islamistas; les toca vencer en casa a las oligarquías de sus reyes y príncipes corruptos que favorecen desde siempre a los anglosajones y sus mercaderes. Y con seguridad después entrarán a los países ricos, porque es lógico. En Asia en general, a pesar de las diferencias la mayoría de los países decidieron ya no contar con las finanzas gringas, sino definieron caminos propios e independientes. África se mueve en la misma dirección. Somos los países de América Latina los que hemos tomado las riendas de la descolonización, de la despatriarcalización y la liberación económica. Bolivia asume sus responsabilidades desde sus propias culturas, para cambiar y modificar el rumbo de su historia. Tarea nada fácil por la oposición brutal de las mentalidades coloniales, pro gringas y mendigas de occidente. Bolivia pone en entredicho a la democracia gringa y su sistema insostenible. Pone en entredicho a ese pensamiento unipolar, que sólo ha traído destrucción al medio ambiente, al mundo. Bolivia pone en entredicho a las recetas de democracia gringa, que no responden a nuestras realidades, demostrando otro tipo de democracia realmente legítima y desde las prácticas sociales comunitarias, que son herencias milenarias y puras. Y pues Bolivia seguirá profundizando esos derroteros el 12 de octubre. Las enormes dificultades que se han vencido, y por vencer, son sobre todo de mentalidades coloniales, que no entienden el tipo de país que es Bolivia. Esas mentalidades están presentes, en instituciones de iglesias, extranjeras y oligarquías. Estas tienen relaciones con aquellas instituciones de la globalización que ha fracasado estrepitosamente en todo el mundo.
El 12 de octubre tiene una importancia crucial, para seguir profundizando las enormes tareas que nunca se realizaron. Sobre todo la tarea de confiar en nosotros mismos, en nuestras propias fuerzas frente al mundo. Ahí debemos desterrar a las mentalidades gringoides y mestizoides de depender del mundo anglosajón, casi esclavas y mercenarias de ese pensamiento único fracasado. Sólo nuestras propias fuerzas es lo real, es lo concreto y explícito. Depender del mundo exterior es simplemente repetir el pensamiento colonial. Esa construcción de nuestro pensamiento, tiene enemigos precisamente en aquellos esclavos con el mundo externo. Seremos respetados y queridos, en tanto seamos realmente independientes y nosotros mismos. Eso es tener un Estado realmente fuerte y que haga respetar las costumbres de nuestras culturas, las mentalidades de nuestras culturas. Y el tipo de democracia que es sello nuestro, también debe ser respetado frente al modelo de democracia gringo anglosajón sin ninguna legitimidad frente a sus pueblos. Pero esas tareas no son sencillas ni fáciles. Requieren de enormes esfuerzos colectivos y culturales. Parte de esos esfuerzos es el 12 de octubre: las elecciones de ratificación del proceso. Ya tendremos tiempo de polemizar y corregir lo que hay que corregir; hoy tenemos que actuar.
La Paz, 6 de octubre de 2014.
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