Homofobia en África Subsahariana

29/08/2014
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Dedicado a mi amigo afrocolombiano gay Jorge Alvarez Pretel y aquellos afrohermanos que guardan silencio ante su condición por temor a la sociedad.
 
De eso no se habla
 
Cuando hablamos de África al sur del Sahara, quienes nos hemos dedicado a investigar sobre este continente madre, hay temas poco visibles. África Subsahariana se conoce en primer lugar por las imágenes distorsionadas de las guerras como espectáculo que nos presentan las grandes cadenas de televisión, la radio y las redes sociales; la miseria como negocio de gobiernos y de decenas de miles de ONG; las enfermedades “emergentes” como el Ébola o el VIH, porque no decirlo, como experimentos de las grandes compañías transnacionales farmacéuticas. Esa es la África a que nos tienen acostumbrados los medios de difusión masiva. Pero hay un tema, en África Subsahariana, que incluso lo obviamos cuando hemos abordado la historia de África y la esclavitud, se trata del tema de la homosexualidad. Solo recuerdo al investigador cubano ya fallecido Manuel Moreno Fraginals que abordó tímidamente la homosexualidad entre los esclavizados cubanos que mayoritariamente poblaban las grandes de plantaciones de caña de azúcar en la sociedad colonial cubana. Fraginals con datos en manos habla sobre la homosexualidad masculina en los ingenios azucareros ante la falta de mujeres. La proporción era de 10% mujeres y 90% hombres. No recuerdo en mis lecturas, sobre la obra de este autor cubano, haber abordado el lesbianismo en la población esclavizada de origen afrosubsahariano. Pero hoy la realidad contemporánea sobre la homosexualidad en África Subsahariana, que cada día crece en amplios sectores de la sociedad, es una realidad traumática.
 
La lucha por la reivindicación de los gays y lesbianas fue una bandera en la III Conferencia contra el racismo y la discriminación racial, la xenofobia y su forma conexas, que incluye la HOMOFOBIA. Esta conferencia se realizó en Durban, en el mes de septiembre del año 2001. El colectivo homosexual también conocido por sus siglas LGBTI, levanto su voz contra la discriminación, persecución y tortura a que eran sometidos en 132 países del mundo y 38 países africanos. Es un tipo de discriminación tan fuerte como contra los indígenas y afrodescendientes, me comentaba un afrogay brasileño en el marco de la conferencia en Durban (Sudáfrica), solicitando el apoyo a sus luchas pues -me decía- sufro discriminación múltiple: afrodescendiente, pobre y gay.
 
Legislación contra la homosexualidad
 
En África, muchos países poseen un alto grado de homofobia que hasta tienen leyes que condenan a muerte a hombres y mujeres por sus preferencias homosexuales. Hay otros Estados africanos que prohíben las relaciones entre ambos sexos condenándolos a prisión, otros a la tortura y otros a trabajos forzados. Algunos gobiernos expresan que esa fue una práctica que ha impuesto occidente. Buscan cualquier excusa o argumento para proceder contra un derecho humano que hoy se está reconociendo en países con una recomprensión de los derechos humanos, como ocurrió recientemente en Ecuador. En África Subsahariana, la Iglesia católica, el islam y algunas prácticas religiosas tradicionales condenan severamente la homosexualidad. El único país de África Subsahariana que posee una legislación que protege a los y las homosexuales es Sudáfrica, teniendo la ciudad Cape Town (ciudad del cabo) como la “zona liberada” y donde es legal el matrimonio de personas con sexos iguales. Esa es una ciudad catalogada como el espacio de la clase media y controlada por los occidentales.
 
Gobiernos africanos homofóbicos
 
Las y los militantes Gay, lesbianas, no solo de África sino de muchas partes del mundo fueron conmovidos, al igual que nosotros como seres humanos por el asesinato del activista gay camerunés Eric Lembembe ocurrido en julio del 2013, al igual que su compatriota Roger Mbede.  Según las noticias “El 2 de marzo de 2011, Jean-Claude Roger Mbede, un estudiante camerunés de 31 años, fue detenido y posteriormente condenado a tres años de prisión. Su delito: enviar un mensaje de texto a un amigo diciéndole que estaba enamorado de él. Jean-Claude fue acusado de “homosexualidad” y “tentativa de homosexualidad” por quienes administran la justicia en Camerún, uno de los 38 países de África en los que es ilegal amar y mantener relaciones sexuales con alguien del mismo sexo.
 
Camerún es unos de los países de África que tiene una ley antihomosexual más severa de Africa. Es precisamente en Camerún donde se levantara unas de las voces más autorizadas en la lucha contra la persecución, la tortura y el crimen contra las y los homosexuales. Se trata de la abogada Alice Nkom, quien fundó dos asociaciones para estructurar jurídica y orgánicamente esta lucha por la reivindicación a ser diferente. La Asociación para la defensa de los derechos de las y los homosexuales y el Colectivo de familiares de niños y niñas homosexuales. El gobierno camerunés le ha hecho la vida imposible. Esta militante visita los encarcelados, va a juicio en defensa de ellos y también realiza campaña de sensibilización.
 
La prensa internacional informó en el 2011 otro crimen homofóbico en Uganda. Se trata del asesinato brutal del activista gay David Kato, en enero de 2011, unos meses después de que su nombre y su fotografía aparecieran en la portada del semanario Rolling Stone bajo el titular “Los 100 homosexuales más importantes del país” . La muerte de Kato colocó sobre la mesa el tema de la homofobia y los derechos LGBTI en gran parte de los países africanos, particularmente en Uganda.
 
El tema de la mujer africana, a parte de la existencia del SANAKOLE (matrimonio forzado en lengua Bambara) y además de la situación de desprotección legal en que se encuentran por su orientación sexual, las lesbianas africanas son doblemente discriminadas. “Las mujeres debemos afrontar el doble estigma de ser mujeres y, además, ser lesbianas, en unas sociedades en las que las mujeres son consideradas ciudadanas de segunda clase”, explica Kasha Nabagasera. Una constante son las llamadas “violaciones correctivas”, comunes por ejemplo en Camerún, donde Amnistía Internacional ha documentado el caso de una mujer lesbiana que había sido violada y a cuyo agresor, tras ser detenido, la policía le dijo que tenía el derecho de “curarla” volviéndola a violar. En Kenia, además de las violaciones correctivas, mujeres lesbianas han sido obligadas a casarse con hombres por sus familias. “Hemos tenido varios casos de violaciones correctivas sobre lesbianas y sabemos de cuatro mujeres que se suicidaron el año pasado porque sus familias las forzaron a casarse con hombres cuando les dijeron que eran homosexuales”, lamenta Nzioka, que acusa a la policía de estar implicada en muchos casos de extorsión, sobornos y chantaje contra la comunidad LGBTI.
 
La lucha de la comunidad afrogay por sus derechos también es un derecho humano.
 
https://www.alainet.org/es/articulo/102876
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