Cuando los niños son

28/07/2014
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Hace ya varios días que he estado viendo los reportajes de los medios de comunicación que exponen las crecientes expresiones de odio por la llegada de niños centroamericanos a lo largo de la frontera de los Estados Unidos y México.
 
Voces norteamericanas claman su desprecio mientras agitan sus tambores pidiendo la inmediata deportación.
 
Se les tilda con nombres detestables, y son descritos como "invasores", "enfermos" y "sucios".
 
En verdad, esos niños son refugiados que escapan del hambre y de la guerra, casi todo resultado de las intervenciones de los Estados Unidos en Centro América en apoyo a asesinos gobiernos militares y a la estúpida guerra contra las drogas.
 
Esos niños son los nietos de los Tratados de Libre Comercio, NAFTA, la política económica que acapara las riquezas de México y de sus vecinos del Sur, para satisfacer la codicia de las corporaciones yankis.
 
Dicho eso, esta antipatía contra estos niños es profundamente perturbadora.
 
Me hace recordar la era de la Segunda Guerra Mundial, cuando un proyecto de ley fue presentado al Congreso de los Estados Unidos para permitir la entrada de miles de niños judíos alemanes.  El proyecto de ley Wagner-Rogers podría haber salvado a 20,000 niños que vivían en Alemania, pero el Presidente Franklin Delano Roosevelt se opuso -- y ese proyecto de ley murió.
 
En verdad, muchas de las elites norteamericanas se oponían a ese proyecto de ley, incluida la prima del Presidente Roosevelt, Laura Delano Houghtelling, que era esposa del Comisionado de Inmigración de los Estados Unidos.  Ella sostenía que: “…20,000 niños adorables pronto crecerían y se volverían 20,000 adultos repugnantes.”
 
Un racismo tan crudo ilustra lo repugnante de los norteamericanos; y el día vendrá cuando recordaremos el trato que ahora damos a esos niños -- y no nos sentiremos orgullosos.
 
Todo este frenesí, este miedo social y político atizado por políticos mezquinos y ambiciosos, pronto pasará.
 
Pero lo que quedará será nuestra vergüenza, al ver como una nación que pretende ser grande, puede ser, al mismo tiempo, tan pequeña -- y tan cruel.
13-7-2014
 
 
--© ’14 Mumia Abu-Jamal
 
(Traducción libre del inglés enviado por Fatirah Aziz, Litestar01@aol.com, hecha en Refugio del Río Grande, Texas, EE.UU.  Editada por ALAI)
https://www.alainet.org/es/active/75747

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