Los efectos del coronavirus en el mundo del trabajo

19/05/2020
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Uno de los principales problemas que ha ocasionado la crisis del coronavirus es el problema del empleo; además del desempleo y el subempleo, la crisis también repercutirá en las condiciones de trabajo, los salarios y el acceso a la protección social, con efectos particularmente negativos en grupos específicos que son más vulnerables a los resultados adversos del mercado de trabajo.

 

Las epidemias pueden tener también un impacto económico desproporcionado en ciertos segmentos de la población, lo que puede empeorar la desigualdad que afecta principalmente a algunos grupos de trabajadores.

 

Los trabajadores migrantes, que pueden no tener acceso a sus lugares de trabajo en los países de destino ni pueden regresar con sus familias.

 

La caída constante de las horas de trabajo a nivel mundial a causa del brote de COVID-19 significa que 1.600 millones de trabajadores de la economía informal, esto es, casi la mitad de la población activa mundial, corre peligro inminente de ver desaparecer sus fuentes de sustento, advierte la Organización Internacional del Trabajo.

 

Según El Observatorio de la OIT: El COVID-19 y el mundo del trabajo - Tercera edición la caída de las horas de trabajo en el actual trimestre (segundo) de 2020 podría superar con creces a la estimada anteriormente.

 

En comparación con los niveles anteriores a la crisis (cuarto trimestre de 2019), ahora se prevé un deterioro del 10,5 por ciento, el equivalente a 305 millones de empleos a tiempo completo.

 

 Según la previsión anterior, el descenso sería del 6,7 por ciento, el equivalente a 195 millones de empleados a tiempo completo. Ello se debe a la prolongación y a la ampliación de las medidas de confinamiento.

 

 El empeoramiento de la situación en el mundo del trabajo es universal, en lo que respecta a las regiones, la situación ha empeorado para la totalidad de los principales grupos regionales. Las estimaciones indican una pérdida de horas de trabajo equivalente al 12,4 por ciento en el segundo trimestre en las Américas (frente a los niveles anteriores a la crisis) y al 11,8 por ciento en Europa y Asia Central. Las estimaciones para el resto de los grupos regionales son bastante cercanas, y todas superan el 9,5 por ciento.

 

La Organización Internacional del Trabajo (OIT)  insta a adoptar medidas urgentes, específicas y flexibles para ayudar a los trabajadores y las empresas, en particular, a las empresas más pequeñas, los trabajadores y trabajadoras de la economía informal y demás personas en situación de vulnerabilidad. Para millones de trabajadores, la ausencia de ingresos equivale a ausencia de alimentos, de seguridad y de futuro.

 

La Organización Internacional del Trabajo advirtió que casi la mitad de la población activa mundial, unos 1600 millones de trabajadores que laboran en el sector informal, están en riesgo de perder sus medios de subsistencia debido al constante descenso del número de horas trabajadas a causa del brote del COVID-19.

 

El estudio de la OIT destaca que la región del mundo que perdería más de horas de trabajo durante el segundo trimestre serían las Américas con un 12,4%, seguida de cerca por Europa y Asia Central con un 11,8%, y el resto de las regiones superarían el 9,5%.

 

Pero si hay algún grupo al que la crisis económica provocada por la COVID-19 ha afectado de un modo contundente es el de los 1600 millones de personas que trabajan en el sector informal, casi la mitad de la fuerza de trabajo mundial que asciende a 3300 millones de individuos, sobre un total de 2000 millones a nivel global.

 

A nivel mundial, el primer mes de la crisis se habría cobrado un 60% de los ingresos de los trabajadores informales. Esto equivale a una caída del 81% en África y las Américas, del 21,6% en Asia y el Pacífico, y del 70% en Europa y Asia Central.

 

El empleo en la región de Latinoamérica y el Caribe tiene particularidades que hacen que el impacto en el mercado laboral sea fuerte. Por ejemplo, muchísimas personas han experimentado el teletrabajo por primera vez y de manera acelerada. Han aumentado los cursos online, incluyendo a los trabajadores, que ahora están interesados en tratar temas que los afectan directamente.

 

Para algunos la transición y la curva de aprendizaje puede ser difícil, lo que resulta en una inversión en mayor que la ganancia, pero el interés crece entre los trabajadores.

 

Además, es conocido que muchos países de Latinoamérica tienen un bajo porcentaje de conectividad, lo que no garantiza que el teletrabajo sea un suplemento óptimo para el shock en el mercado laboral.

 

 También, América Latina tiene un alto nivel de informalidad que implica mayores riesgos para la sostenibilidad del empleo.

 

A diferencia del impacto en los empleos que podría tener el coronavirus en Europa y en Asia, la informalidad en Latinoamérica tiene una proporcionalidad mayor. De manera clara, más de la mitad de los empleos en la región son informales.

 

Estos y otros temas se han tratado en el curso online titulado “El coronavirus, sus efectos en el mundo del trabajo, los empleos y la seguridad social”, que organiza la Academia Humanista, de la República Dominicana, con la asistencia de la Asociación de Escritores y Periodistas Dominicanos (ASEPED).

 

https://www.alainet.org/es/articulo/206668?language=en
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