Posdata de un mártir de la CIA
- Opinión
Algunos lo han hecho sin admitirlo, pero ¿cómo puede un individuo tan abyecto regresar al poder?
En su ‘Carta al Gobierno y pueblo de EE.UU.', al expresidente Ricardo Martinelli se le olvidó decir lo más importante, que añadió en una posdata que lo resume todo y que, como la canción ‘Entrega Total', lo retrata de cuerpo entero: (‘Un presidente al servicio de la CIA' (http://www.voltairenet.org/article201291.html).
La transcribo tal cual, con sus faltas: ‘P/D: Confieso también si con la ayuda del gobierno norteamericano logro mi extradición, seguir siendo un siervo incondicional de su gobierno y de llegar ser presidente entregar a mi país sin pestañear a los intereses estadounidenses'.
Algunos lo han hecho sin admitirlo, pero ¿cómo puede un individuo tan abyecto regresar al poder? Martinelli lo confiesa: ‘Tras incautar el barco (norcoreano) el presidente de EE.UU. llamó para agradecerme por intervenir y seguir las instrucciones de la CIA. Mi carrera política está lejos de terminar. En todo caso, me ha tornado en un mártir político'. ¿Mártir, víctima, héroe o iluso?
A raíz de la separación de Panamá el 3 de noviembre de 1903 hubo solo dos víctimas, ambos de nacionalidad china, aunque se reconoce únicamente a Wong Kong Yee, a quien, según el historiador estadounidense William McCain, Panamá no le ha hecho reconocimiento alguno. (https://www.questia.com/library/93696281/the-united-states-and-the-republic-of-panama).
Si Wong Kong Yee no fue mártir (en griego significa ‘testigo'), al menos fue víctima merecedora de alguna placa o reconocimiento por haber muerto accidentalmente a causa de la Separación.
Pero si Martinelli fuera mártir, solo pudiera serlo de la CIA, no de la democracia panameña. Su martirologio debiera reconocerse en su sede en Langley, con una placa de reconocimiento que advierta, para ejemplo de incautos: ‘A cada cerdo le llega su San Martín'.
Lamentablemente, es cierto que, dada la alienación y el embrutecimiento generalizado a raíz de la invasión a Panamá, el exmandatario pudiera estar aumentando su caudal político para regresar al poder y que, frustradas por la creciente e impune corrupción, las masas digan del sapo de la CIA: ‘Es verdad: ¡robó, pero hizo!'.
Los que saben de esoterismo dicen que Martinelli está ‘pagando un karma'. Es posible. Todos, dentro y fuera de Panamá, recordarán que el vicepresidente y canciller de Martinelli, hoy presidente, Juan Carlos Varela, interrumpió violentamente el discurso que yo pronunciaba como orador oficial ante el Mausoleo a los Soldados de la Independencia el 2 de Noviembre de 2009, por designación unánime del Consejo Municipal de Panamá. Fue el primer problema que confrontó el Gobierno de Martinelli (‘El discurso que irritó al Gobierno panameño' - https://www.alainet.org/es/active/34529).
Varela, como endemoniado, me gritó: ‘¡No permito que nadie le falte el respeto al presidente y su Gobierno, menos un profesor de la Universidad de Panamá!'. Entonces era la luna de miel Martinelli - Varela. Pero Varela no solo irrespetó a mi persona, sino al Mausoleo de la Independencia, a la Universidad de Panamá, al Consejo Municipal y a la Nación entera, cuya fecha nacional (3 de noviembre) celebraríamos al día siguiente.
El presidente Martinelli se sumó a los desplantes gorilescos de su vicepresidente. Lo único que balbuceó fue: ‘Lo que ocurre es que Julio Yao sabe de historia lo que yo sé de astronomía'. (¡!¿?).
Para no quedarse atrás, su prepotente ministro de Seguridad, José Raúl Mulino, (aspirante a la Presidencia en 2019), añadió: ‘Lo que pasa es que algunos piensan como si el Muro de Berlín no se hubiera caído'. Su ministra de Educación, Lucy Molinar, me espetó en mi cara: ‘Julio, ¡no se puede estar tergiversando así!'. Le contesté: ‘¡Nos vemos en los tribunales, para ver quién está tergiversando!'.
Al día siguiente, Día de la Patria, estando yo ausente, el Gobierno mandó sus gorilas, maleantes y matones a destruir y saquear mi casa, agrediendo de paso a mi familia. ¡Así entendía la libre expresión el Gobierno!
Pensándolo retrospectivamente, es posible que Martinelli, Varela, Mulino y Molinar sí estén pagando un karma: el encarcelamiento de Martinelli no es peor que la prisión preventiva de Mulino por corrupción ni peor que el encausamiento de Lucy Molinar por peculado, fraude y corrupción ni peor tampoco que la jaula mental en que se encerró el propio Varela.
No se diga ahora que al Gobierno de Martinelli le cayó ‘la maldición de Julio Yao', pero es verdad que, contrario al Gobierno de Martinelli, jamás he pisado un tribunal.
¡Cuánta razón tuvo la embajadora de EE.UU. en Panamá, Bárbara Stephenson, al referirse a Martinelli: ‘Su tendencia al acoso y al chantaje puede haberle llevado al estrellato en el mundo de los supermercados, pero es poco propio de un estadista'!
Julio Yao Villalaz
Analista internacional y exasesor de política exterior
Publicado en La Estrella de Panamá 12/8/2018
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