Durban…10 años después
21/08/2011
- Opinión
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de los Estados Americanos (OEA), han declarado este año 2011 como el Año Internacional de los y las Afrodescendientes. A 10 años de la Conferencia Mundial Contra el Racismo, la Xenofobia, la Discriminación Racial y las Formas Conexas de Intolerancia, realizada en Durban, Sudáfrica, en el año 2011 debemos preguntarnos si realmente las personas afrodescendientes hemos avanzado, no sólo en el reconocimiento de derechos formales, sino en la inclusión real política, social y económica de nuestra región.
En la Conferencia Regional Preparatoria de las Américas contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia llevada cabo en el 2000 en Chile, nos reunimos personas de todas las Américas y el Caribe para dialogar en torno a las propuestas y compromisos de nuestros países en torno a estos temas y las exigencias de las personas que representamos la sociedad civil para tratar de impulsar nuestras posiciones. El documento que salió de América resultó ser más fuerte que aprobado en Durban. Recordemos que la Conferencia en Durban estuvo asediada por el boicot y presión de países como Estados Unidos. Algunas de las tensiones giraban en torno a los temas de Palestina y la política de Israel. Igualmente el tema de las reparaciones a los pueblos afrodescendientes resultó ser uno de grandes tensiones para los países europeos y su pasado esclavista.
El tema de las reparaciones fue abordado en la Declaración de la Conferencia de las Américas de nuestra región: “la reparación a las víctimas de esas manifestaciones, debería darse por medio de políticas, programas y medidas, inclusive de acción afirmativa, que beneficiasen las personas, las comunidades y los pueblos afectados”.[1] Esa es una demanda pendiente en nuestra región y debe traerse siempre como exigencia en cualquier reunión de revisión de compromisos de Durban
Hay que recordar que los antecedentes de la conferencia contra el racismo surgen a partir de los esfuerzos oficiales de la comunidad internacional, específicamente desde la ONU, para iniciar y apoyar acciones tendientes a combatir el racismo, la discriminación racial, los conflictos étnicos y la violencia asociada a estas formas de discriminación. La ONU reconoció que persiste en diversas partes del mundo manifestaciones de esta discriminación que requieren atención especial por parte del organismo. Algunas de esas manifestaciones son las campañas de "limpieza étnica", las situaciones de violencia contra las llamadas minorías raciales, los(as) migrantes y las personas que buscan asilo o refugio.
La Conferencia de Durban estableció el compromiso de los Estados, agencias del Sistema de Naciones Unidas, agencias de Cooperación al Desarrollo, organizaciones privadas y sociedad en general, de luchar contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y todas las formas conexas de intolerancia. La Declaración de Durban, por su parte, reconoce que el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las intolerancias conexas se producen por motivos de raza, color, linaje, origen nacional o étnico y “que por tal razón las víctimas pueden sufrir múltiples o agravadas formas de discriminación por otros motivos conexos como el sexo, el idioma, la religión, las opiniones políticas o de otra índole, el origen social, la situación económica, el nacimiento u otra condición”.[2]
En Durban el tema afrodescendientes fue protagonista. El uso del término mismo trae discusiones ya que con el mismo se quiere destacar sobre todo las personas que somos la descendencia de los y las africanos llevados a la fuerza y como esclavos a otros países como las Américas, con las consecuencias de exclusión social, económica y política que aún esto representa.
Sin embargo no debemos olvidar que:
“somos afrodescendientes, término que reconoce nuestra ancestría, somos descendientes de las personas de origen africano que fueron traídas esclavizadas a América Latina y el Caribe. Somos la descendencia de las personas que llegaron privadas de libertad, personas con cultura, tradiciones, lenguajes, costumbres y sueños. De esas personas descendemos, no somos la descendencia de la esclavitud, esa herencia no es nuestra, le pertenece a los esclavistas y a la descendencia de ellos(as); la esclavitud es la herencia de los que comerciaron con el dolor humano y trataron como mercancía a seres humanos, creyeron que rompiéndoles el cuerpo le doblegarían el alma. Pero no lo lograron porque a América Latina y al Caribe llegaron seres humanos, personas con historias personales y colectivas, llegaron personas. Aunque ante la mirada de cada capitán y ante la mirada de cada comprador de esclavos(as) eran mercancía, a América Latina y al Caribe llegaron personas, personas que fueron esclavizadas, pero antes que cualquier otra cosa, lo único que les definía era que eran personas, seres humanos a quienes se les negaba la humanidad misma.
La herencia que reclamamos es la historia de todos los pueblos africanos que llegaron a América, historia que reconocemos al nombrar de dónde descendemos, por eso no somos descendientes de esclavos(as), somos descendientes de personas africanas. Cuando se pretende mantener a los y las afrodescendientes sólo como sinónimo de descendientes de esclavos(as) entonces surge como exigencia política, económica, social y cultural el tema de las reparaciones por el daño causado a la libertad de nuestros ancestros(as), por los crímenes en su contra y por la exclusión social y política resultante”.[3]
Luego de 8 años se realizó la Conferencia de Examen de Durban, Ginebra 2009, que fue decepcionante: una reunión de bajo perfil y pocos compromisos. Llena de grandes tensiones con el tema de los países árabes bajo ataque luego de los eventos del 11 de septiembre 2001. Además, nuevamente el tema palestino israelí permaneció como tensión permanente en toda la actividad ya que la misma fue boicoteada por Estados Unidos y Canadá, entre otros países, por no estar de acuerdo cómo se manejaría el tema en la Conferencia.
Uno de los temas que se discutieron en Ginebra, al menos por las delegaciones de América Latina, fue el de los censos. Recientemente comenzó una ronda de censos en algunos de los países de la Región donde se incluyen categorías étnico raciales. Se espera con ello poder hacer un mejor mapa de la composición poblacional en estas áreas. Claro, esta esperanza parte de la premisa de que la gente contestará la pregunta de acuerdo a su identidad real o percibida, y no que negará la misma. Ese sin duda es un reto. Hemos señalado en otros espacios que “este punto es importante porque veremos que si los métodos que se usan para recoger la información no tienen indicadores étnico raciales, no reflejarán la situación real de los pueblos indígenas y afrodescendientes. El uso de dichos indicadores ha sido uno de los puntos que más se ha impulsado desde la Conferencia de las Américas (2000)”[4]
Muros y más exclusión
Cuando regresamos de Durban ese 2001 nos levantamos el día 11 de setiembre con la noticia de aviones chocando contra las torres gemelas de Nueva York. La Conferencia Mundial había terminado un día antes que los ya famosos eventos del 11 de septiembre. Parecía casi una alegoría de la exclusión lo que anticipaba ese desastre. Las guerras posteriores han marcado los 10 años pos Durban. Guerras que en gran medida han fomentado racismo, discriminación, xenofobia e intolerancia cuando alguna gente identifica lo árabe o islámico como sinónimo de maldad o terrorismo. En estos 10 años se han levantado dos grandes muros, uno entre Israel y Palestina y otro entre Estados Unidos de América y México. Estos son muros que representan los retos que tiene cualquier revisión de los compromisos de Durban porque simbolizan la exclusión que se levanta desde el poder que ostentan las naciones poderosas. Igualmente habría que ver todas las leyes anti inmigrantes que siguen aprobándose en países europeos.
Otro de los temas que quedan pendientes en las discusiones y declaraciones de manera abierta y directa es la protección a los derechos de la comunidad LGBTI. Este es sin duda un tema en nuestra agenda permanente de revisión de Durban. En estos 10 años también ha habido cambios importantes a nivel mundial en el reconocimiento de derechos formales para la comunidad LGBTI, que igualmente deberían reflejarse en declaraciones como la de Durban y sus revisiones.
Este septiembre, a 10 años de Durban, la ONU se apresta a llevar a cabo una reunión de alto nivel por un día para conmemorar el décimo aniversario de la adopción de la Declaración y el programa de acción de Durban. La evaluación de esta conferencia, y su correspondiente declaración, plan de acción y compromisos, está inmersa en una situación de crisis económica mundial, por un lado, y, por el otro, con una Organización de Naciones Unidas en una reingeniería institucional. En esa recreación de la ONU se enmarcan también los Objetivos de Desarrollo del Milenio, agenda que podría ser minimalista ante toda la cantidad de compromisos que tienen todos los instrumentos internacionales[5] Es en esa realidad que se llevará a cabo la conmemoración de los 10 años de Durban. La agenda de cambio verdadera siempre será de la sociedad civil.
Ana Irma Rivera Lassén es puertorriqueña, abogada y activista de derechos humanos.
Publicado en América Latina en Movimiento, "Afrodescendencia: memoria, presente y porvenir", No. 467, julio 2011
[1] Declaración de la Conferencia de las Américas, Santiago, 2000
[2]Declaración de la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, A/CONF.189/12, Informe de la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, 2001.
[3] Ana Irma Rivera Lassén, "Mujeres afro latinoamericanas, afrocaribeñas y de la diáspora: voces", Ponencia dada en la Conferencia de Examen de Durban, Ginebra 2009.
[4] Ana Irma Rivera Lassén, Mujeres afrodescendientes: la mirada trabada en las intersecciones de organización por raza y género, Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora, Documento Conceptual Retos y Oportunidades del Empoderamiento Económico de las Mujeres. CEPAL, Brasilia, 13 al 16 de julio de 2010.
Documento Conceptual Retos y Oportunidades del Empoderamiento Económico de las Mujeres Afrodescendientes, CEPAL, Brasilia del 13 al 16 de julio 2010.
[5] Ana Irma Rivera Lassén, ibid.
https://www.alainet.org/es/articulo/152015?language=es