Colombia: ¿Amenaza Regional?

17/08/1999
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
Colombia: ¿Amenaza regionalNULL

Serafín Ilvay

Medios de comunicación de toda América, en mayor o menor proporción, han
dado espacio a un secreto a voces: Estados Unidos estudia la posibilidad de
una invasión militar multinacional a Colombia. La justificación: el auge y
crecimiento del narcotráfico en ese país. De paso se controlaría a la
guerrilla, o viceversa.

La pérdida de la administración del Canal de Panamá por parte de los
Estados Unidos y con ello el control de la región sur del continente, pero
a su vez, la ubicación de una base militar en Ecuador, son la muestra real
de la presión norteamericana sobre Colombia y la región, para mantener el
poder. En menos de un mes, varias visitas a Colombia y sus vecinos, tanto
militares como político-diplomáticas, han reforzado esta tendencia.

Voceros gubernamentales, militares, diplomáticos, líderes de opinión y
muchos otros, latinoamericanos principalmente, están haciendo oír sus voces
como parte de un ataque sicológico contra Colombia, apoyando la versión
propagada desde Norteamérica, de que éste es un problema regional y no
solamente colombiano. Por lo que Estados Unidos desea tener mayor
presencia militar y dominio en la región.

No hay que perder de vista que la situación para Colombia está dura: más
del 40% del territorio en poder de la guerrilla, con quienes está en
conversaciones de paz; endeudamiento externo, lo que ha provocado
inestabilidad económica, con el consabido desequilibrio social, político,
laboral, etc.; culminación del primer año de gobierno e incumplimiento de
los ofrecimientos electorales, entre otros, van convirtiendo al país en un
lugar donde todo el mundo, los de adentro y los de afuera, quieren opinar y
sacar el mejor provecho respaldando intereses de grupos nacionales,
multinacionales o transnacionales.

La punta del iceberg

Esta intervención no declarada, se hizo notoria con la desaparición de un
sofisticado avión militar, RC-7, norteamericano, el 23 de julio de 1999, al
realizar labores de inteligencia antinarcóticos, en la región sur de
Colombia. La aeronave fue encontrada días después, estrellada contra el
cerro Patascoy. En ella murieron 5 agentes antidrogas norteamericanos y 2
colombianos.

Según información de prensa, este tipo de sobrevuelos se vienen realizando
desde 1994 en coordinación entre militares norteamericanos, ecuatorianos,
peruanos, agentes de la DEA y de la CIA. Utilizan sofisticados aparatos
que les permite distinguir los cultivos del narcotráfico para luego ser
destruidos. Entre esta información siempre aparecen también datos sobre la
guerrilla, sus movimientos y posiciones.

El resto del bloque... de hielo

El primero en realizar un recorrido por la región fue Charles Wilhelm,
jefe del comando Sur, del ejercito estadounidense, luego siguió la visita
del general Barry McCaffrey, el zar antidrogas de la administración
Clinton, a Colombia, Ecuador y Venezuela, lo que ha demostrado el especial
interés por la situación del narcotráfico y la guerrilla en Colombia.

En la primera semana de agosto, el mismo McCaffrey, ante el Congreso
estadounidense expresó que "la guerrilla colombiana representa una amenaza
para toda la región porque está cruzando las fronteras con incursiones en
Panamá, Brasil, Venezuela, Ecuador y Perú", dijo, y sostuvo que la crisis
de Colombia "es una amenaza para todas las democracias", por lo que es
necesario destinar más presupuesto para esta lucha.

En la segunda semana de agosto, Colombia recibió una nueva delegación de
los Estados Unidos: los subsecretarios Thomas Pickering de Estado, Peter
Romero de Asuntos Políticos, y Randy Beers de Narcotráfico. El objetivo:
analizar más de cerca los convenios de paz del gobierno de Pastrana con la
guerrilla.

No se puede dejar de lado una "anécdota": la esposa del responsable
norteamericano de las operaciones antinarcóticos, que visitó Colombia, está
implicada en un caso de narcotráfico internacional.

Mientras tanto, los gobiernos "involucrados", principalmente de Ecuador,
Perú, Venezuela y Brasil, han declinado una posición de intervención
directa o lucha contra la guerrilla en Colombia, por medio de una fuerza
multinacional, y más bien se han expresado como que el problema es interno
de los colombianos. De cualquier manera, cada uno de estos países ha
reforzado sus fronteras limítrofes con Colombia para evitar una supuesta
"infiltración" de los guerrilleros en sus territorios.

Con Ecuador, por ejemplo, la guerrilla mantiene intercambio comercial en la
frontera, desde hace algún tiempo y es recién ahora que el gobierno
ecuatoriano, principalmente sus Fuerzas Armadas, han dado una voz de
alarma. Claro está, que a ninguno de los países vecinos de Colombia, les
interesa que su guerra interna, llegue a ellos o se asocie, pero es de este
detalle imposible, del que los Estados Unidos se están aferrando para
convencerlos o forzarlos, a que intervengan militarmente y en conjunto
sobre Colombia.

Generosidad con interés

Estados Unidos ha ofrecido incrementar las ayudas económicas, para la lucha
contra el narcotráfico. En Ecuador, donde recientemente los militares
estadounidenses instalaron un "Puesto de Observación Avanzada" para
servicio de la Aduana de Estados Unidos, la Dea, Guardacostas y Fuerza
Aérea, en la ciudad costera de Manta, ofreció triplicar el valor actual de
más de 5 millones de dólares, y añadir otros 30 millones para otros rubros.

En cada uno de los países que visitó el general McCaffrey, a la pregunta de
si habrá o no invasión a Colombia, siempre la respuesta fue la misma: No.
Muy pocas personas se lo creyeron. El presidente Clinton ha enviado una
carta a su homólogo colombiano Pastrana, en donde se descarta una salida
militar a la situación actual de Colombia. Hace más de 10 años sucedió lo
mismo, previo a la invasión de Estados Unidos a Panamá. Por lo que no hay
que dejar de lado las prioridades estratégicas de Washington para apoyar
una guerra: la insurrección comunista y el narcotráfico. Casualmente las
dos situaciones que viven actualmente los colombianos.

Pastrana ha salido al frente de todos los comentarios internacionales,
defendiendo la soberanía de Colombia en la toma de decisiones para los
asuntos internos y explicando que es "un país complejo y, para muchos,
difícil de entender", con lo que intenta replicar incluso a McCaffrey sobre
la "situación de emergencia" en la que se encontraría el país.

¿Y la guerrillaNULL

La guerrilla de las Farc-Ep, en comunicados de prensa, ha dado a conocer
sus puntos de vista sobre el intervencionismo "con el pretexto de su lucha
anti-drogas, EE.UU. ha destinado a Colombia, cantidades de millones de
dólares, centenares de asesores militares, así como moderna tecnología
dedicada en la práctica a la acción contra insurgente", dicen, y añaden
"coincidencialmente la invasión a Colombia se vuelve noticia cuando lo
gringos tienen que salir de Panamá", por lo que al parecer están "abundando
en pretextos para tratar de justificarla".

Sobre las negociaciones de paz, reconocen que "al no ver acciones del
gobierno, ni de los políticos" dirigidas a salvar el proceso de diálogos en
las que se incluyan "medidas contundentes contra el paramilitarismo"
decidieron congelar los diálogos para darle al gobierno tiempo, aunque
"falta poco para llegar al acuerdo total para una agenda común",
consideran.

Uno de los puntos en desacuerdo (en el que ya hay luces de avenencia), es
la integración de la Comisión Internacional de Acompañamiento. De
cualquier manera las posiciones y actitudes tanto, dentro como fuera del
país son opuestas. Mientras tanto, las acciones bélicas se han recrudecido
en mayor cantidad, en los últimos meses. Los enfrentamientos mas recientes
han sido cerca de Bogotá, lo que ha puesto en pie de alerta al resto de
ciudades mayores. Al parecer cada uno de los integrantes de las
conversaciones de paz quiere demostrar cuán fuerte es y cuánto poder
ostenta.

Un nuevo centro de atención, que ha tomado auge en Colombia, es la zona del
Chocó. Este departamento norteño es frontera con Panamá y sus costas dan
tanto al Pacífico como al Atlántico, por lo que se ha convertido en punto
estratégico tanto nacional como internacional. No faltan los recordatorios
sobre la antigua propuesta de construir en Urabá un canal como el de
Panamá, en donde obviamente estaban involucrados los Estados Unidos.

Mientras tanto en los Estados Unidos...

Pero, por más comentarios en contra de Colombia y su amenaza para la
región, del general McCaffrey, de Rand Beers, secretario de la división de
narcóticos del Departamento de Estado, del almirante Craig Quiegle, vocero
oficial del Pentágono, en los Estados Unidos no existe una posición de
apoyo a una invasión a Colombia. Clinton está a un paso de terminar su
mandato y no le interesa un problema tipo Vietnam en su gestión. Al
Congreso norteamericano le preocupa más su situación de las próximas
elecciones. La opinión pública estadounidense no quiere de ninguna manera
pensar siquiera, en que sus tropas puedan estar en peligro.

Por esto, desde Washington la opción fue incrementar la asistencia militar,
dotando de equipo, material y entrenamiento sofisticado al ejercito y la
policía colombianas. Aparentemente en contra de los narcotraficantes, pero
según ellos la guerrilla tiene su parte también en las drogas, por lo que
se convierte en una lucha contra ésta también. En contraposición al
interno de los Estados Unidos, Donnie Marshall, Administrador encargado de
la Dea, ha declarado públicamente que "no ha llegado a la conclusión de que
las Farc sean narcotraficantes", y reconoce "no tenemos un solo caso donde
hayamos llegado siquiera cerca de la conclusión de que este grupo se ha
comportado como una organización de narcotráfico".

El presidente colombiano Andrés Pastrana mencionó sobre el tema que él no
hace tratos con narcotraficantes, y que sus conversaciones son con la
guerrilla y no con una narcoguerrilla.

Y en medio de todo esto...

Desde 1995, cerca de un millón de colombianos han sido obligados a
desplazarse de sus tierras, aunque extraoficialmente se calcula que la
cantidad puede ser 2 ó 3 veces mayor. De todos ellos, más de la mitad son
menores de edad. Los responsables de este éxodo son los paramilitares, la
guerrilla, las fuerzas armadas y las milicias urbanas, en mayor o menor
grado. Grupos de desplazados han cruzado las fronteras y en el caso de
Venezuela ya los han deportado masivamente.

Algunos de ellos, han regresado a sus tierras de origen y lo único que han
encontrado es la muerte, sea a manos de uno u otro frente en conflicto. Los
motivos son, presuntamente, por pertenecer o ayudar al otro bando. La
realidad es que son personas en medio de un fuego cruzado.

Además de los campesinos desplazados y muertos, están los habitantes de las
ciudades, ellos también sufren los estragos de una guerra civil, no
declarada oficialmente, pero que en los últimos diez años de conflicto
entre los diversos frentes ha dejado saldo de cerca de 40 mil muertos, no
importa de que grupo o condición, todo ellos colombianos.
https://www.alainet.org/es/articulo/104460?language=en
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS