Una vez más contra la juventud

04/08/2004
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Pensadores como José Ingenieros han plasmado en sus obras importantes expresiones sobre y para la juventud, tales como: "La juventud no necesita frenos, si no estímulos" o: "La juventud es la reserva moral de la patria". Estos pensamientos han sido utilizados por muchos panameños refiriéndose a las nuevas generaciones de nuestro país. Sin embargo, hoy deseo expresar mi indignación ciudadana por las cosas que veo y que son malos ejemplos para los jóvenes de parte de los gobernantes de ayer y del presente, y también de parte de muchos adultos que por emotividad se expresan tan despectivamente de estos nacientes panameños y panameñas, sin medir sus palabras u olvidando que ellos fueron jóvenes también y son los que nos han enseñados tantas cosas buenas y malas. Me molesta ver a los politiqueros utilizando sus tácticas demagógicas para intentar salvar su imagen, olvidando que quienes hoy hablan de "mano dura" (contra la delincuencia juvenil) tienen mucho que rendir cuentas a los jóvenes. Sólo para reflexionar debemos recordar cómo durante los gobiernos que se han sucedido a partir de la invasión norteamericana de 1989 no han dado mayor atención a la juventud. Lo que se ha visto es un marcado desprecio a los jóvenes. Sólo veamos la historia, plagada de persecuciones y represiones contra los estudiantes durante este período. Ha sido tan contrastada que deja mucho que decir. Nunca éstos han querido que los jóvenes se organicen en las escuelas para expresarse o decir algo, y si lo han intentado hacer es con un sentido oportunista, con su interés político partidista. Antes del golpe militar de 1,968 la juventud gozaba de asociaciones federadas en todos los colegios de Panamá. Hoy sólo subsiste a duras penas la AFIN (Asociación Federada del Instituto Nacional) en el glorioso "Nido de Águilas", pese a los intentos por acabarla, y subsisten por su terquedad, como la de la poetisa Diana Moran: de decir la verdad denunciando los malos directores e inmorales gobernantes de turno, demostrando así el amor a la Patria y el repudio a la injusticia social promovida por las políticas gubernamentales dictadas desde el extranjero. Siempre se ataca a la juventud. El ejemplo es claro. En estos instantes la Asamblea Legislativa discute en sesiones extraordinarias el aumento de las penas a los jóvenes infractores y la introducción de un articulado supuestamente para combatir el "terrorismo", con un sentido muy misterioso, como intentando hacer algo más allá de lo que pudiera imaginar. ¿Con qué objetivo verdadero? Sólo Dios lo sabe, ignorando que hasta la fecha los mayores infractores de las leyes siguen gozando de inmunidades y privilegios. Hay que ver cómo los llamados "padres de la Patria" tienen la educación en general y cómo la dirigen hacia quienes ellos desean frenar o coaccionar. Ante tanta indolencia también me pregunto: ¿Dónde está la mano dura contra los que torturaron, asesinaron y desaparecieron jóvenes durante la dictadura militar?, ¿dónde está la mano dura contra los que se robaron miles de dólares de las arcas del estado?, ¿dónde está esa mano de hierro contra los implicados en los escándalos que hacen listas en los diarios? ¿Por qué la Asamblea más desprestigiada del país es la que va a poner orden y legislará con mano dura si todos en el país fuimos testigos de delincuentes confesos de ésta, que mostraban fajos de billetes recibidos como coimas burlándose así de todos, sonrientes sin temor a nada? ¿Esa es la enseñanza que le dan a los jóvenes? Debemos profundizar más antes de dar un nuevo paso. Hay que señalar las verdaderas causa que promueven la delincuencia y la desigualdad social. Busquemos la raíz de tanta descomposición de la sociedad. Hoy me pongo de parte de la magistrada Esmeralda de Troitiño, quien en una emisora de la localidad señaló muchos de estos factores. Este escrito tiene la intención de hacer despertar a muchos del letargo en que se encuentran. Los invito a profundizar y buscar soluciones sociales a la crisis visceral de la Patria, sin justificar algunas prácticas negativas de malos ciudadanos y para dejar de atacar una vez más a la juventud. * Abdiel De León es periodista y estudiante de Producción de Radio y TV en la Universidad de Panamá
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