Los medios y los gremios defienden intereses corporativos

26/02/2011
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Durante las dos últimas semanas se ha vivido una aguda controversia en Colombia alrededor del paro de los camioneros y las intervenciones de Angelino Garzón, Vicepresidente de la República. Los principales instigadores de dicha confrontación han sido los grandes medios de comunicación encabezados por Julio Sánchez Cristo, María Isabel Rueda, Darío Arizmendi y demás columnistas. A ello se sumaron también los canales de la televisión y la prensa regional. A tal punto llegó la histeria desatada por ellos que dicen representar el interés público que hasta un diario generalmente equilibrado, El Espectador, se fue lanza en ristre en su editorial en contra del vicepresidente Garzón, al punto de preguntarse si el vicepresidente no estaba traspasando su papel de llanta de repuesto que según el diario es el papel asignado a este cargo en la Constitución Política de Colombia. Olvida el diario que una parte del artículo de la Constitución señala a la letra que “El Presidente de la República podrá confiar al Vicepresidente misiones o encargos especiales y designarlo en cualquier cargo de la rama ejecutiva” (Artículo 202 Constitución Política).
 
Semanas atrás otra aguda controversia se desató por las críticas que Garzón realizó al borrador del Plan de Desarrollo presentado por el Gobierno al Congreso de la República en que se pretendía modificar la edad de jubilación que rige actualmente en el país. Este era un verdadero mico que atentaba contra la unidad de materia que se exige en Colombia en el contenido de las leyes. Era bastante arbitrario que en el Plan Nacional de Desarrollo, que debe fijar el norte de las políticas económicas y sociales para el período de Gobierno, se introdujera un artículo que pretendía aumentar la edad de jubilación de los nuevos empleados y trabajadores.
 
A finales del año pasado otra intervención de Garzón había levantado otra gran discusión. Me refiero a la crítica que hizo Garzón del monto del incremento del salario mínimo que ni siquiera cubría la inflación para los trabajadores de menores ingresos. En aquella ocasión Garzón se manifestó en desacuerdo y pidió al presidente, Juan Manuel Santos, que se revisara el monto, lo que finalmente hizo Santos.
 
Todas estas intervenciones de Angelino Garzón tienen un elemento en común: han buscado reivindicar el interés de los sectores más vulnerables así sea mínimo el resultado final, pero, muestra un talante que Santos sabe que tiene Angelino y es que jamás ha negado ni su origen de sindicalista ni su pensamiento progresista. Otra cosa es que haya logrado sus propósitos cuando se los ha propuesto. En el caso del salario mínimo Angelino Garzón con cifras en la mano apoyó la argumentación de las Centrales Sindicales que se negaron a firmar un acuerdo que ni siquiera garantizaba para los trabajadores de menores remuneraciones la recuperación de sus niveles adquisitivos pues el aumento aprobado en primera instancia estaba por debajo del crecimiento de los precios en el año anterior.
 
En el caso de los nuevos trabajadores Garzón se opuso a que mediante un mico que parecía un orangután se modificara la edad de jubilación y en el último caso, en el paro de los camioneros, Garzón se pone del lado de los pequeños transportadores, de aquellos que sobreviven con un camión del cual en la mayor parte de las veces son sus propietarios y lo trabajan. La eliminación de las tarifas de los fletes los golpea a ellos y no a los monopolios de empresarios que cuentan con un gran número de tractomulas o vehículos de carga. Lo que sucederá con la eliminación de los fletes será la quiebra de los pequeños transportadores. Los grandes propietarios los sacarán del negocio y una vez los quiebren impondrán precios de monopolio al transporte de la carga con el agravante de la inexistencia de medios alternativos como el transporte férreo o el transporte fluvial que fueron desmantelados para beneficio de los camioneros.
 
Esto es lo que explica que haya habido una alianza entre grandes medios de comunicación y gremios de la producción. Estos últimos no representan más que sus propios intereses lo cual no es ilegitimo lo que pasa es que aliados con los medios pretenden vender a la opinión que ellos encarnan el interés público. En realidad los gremios encarnan los intereses de los grandes propietarios de medios de transporte de carga y quieren ahora monopolizar esta actividad en la cual tienen que compartir con decenas de miles de pequeños propietarios a quienes el establecimiento de fletes les permite sobrevivir de su trabajo y de sus vehículos. Por ahora el partido quedó en tablas y se trasladó a una mesa de negociación. Hay que anotar además que no se escuchó por parte de los medios de comunicación ninguna crítica al hecho que el ministro de transporte, Germán Cardona, haya sacado un decreto eliminando los fletes y dejando en libertad la fijación de las tarifas sin que haya habido un mínimo de negociación o una mesa de diálogo. Hay que decirlo claramente, la Unidad Nacional, tiene en su seno a un conjunto de funcionarios prepotentes y antidemocráticos que representan los intereses del gran capital como en este caso concreto y que no están dispuestos ni a dialogar ni mucho menos a establecer políticas en beneficio de los pequeños empresarios o propietarios.
 
Las cajas destempladas con que salieron los presidentes de los principales gremios económicos de la reunión celebrada este miércoles 23 de febrero con el presidente Santos, era normal que ocurriera, pues, estaba montada sobre una falacia difundida y creada por los medios: que Angelino Garzón estaba obrando como rueda suelta y boicoteando a los ministros. Santos fue claro que Angelino Garzón había actuado en este caso como en los otros casos con su autorización y su consentimiento.
 
Se puede deducir como una lección de estos acontecimientos, y es que los grandes medios de comunicación representan principalmente los intereses de sus dueños y de sus anunciantes. Que en Colombia como en Egipto, Libia o el Oriente, estos grandes medios de comunicación no representan hoy el interés público y en muchas ocasiones se han convertido en representantes de los grandes intereses capitalistas lejos de representar y defender los intereses públicos. Ellos deberían reflexionar sobre lo que está pasando en aquellos países en que los medios masivos de comunicación sólo representan los intereses del gran capital o de regímenes políticos antidemocráticos y a menudo despóticos.
 
Madrid, febrero 25 de 2011.
 
- Ricardo de Lima es Ensayista y profesor universitario
 
Fuente: Semanario Virtual Caja de Herramientas Nº 244, Semana del 25 de febrero al 3 de marzo de 2011, Corporación Viva la Ciudadanía.
https://www.alainet.org/es/active/44729
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