Vice: Las contradicciones son la vitalidad del proceso
24/01/2011
- Opinión
La reafirmación de los principios revolucionarios que sustentan el proceso de cambio y la proyección de la unidad y lucha del pueblo por el Vivir Bien centraron ayer el discurso del presidente nato de la Asamblea Legislativa Plurinacional, Álvaro García Linera, en la apertura de la legislatura 2011-2012 y el aniversario del primer año de construcción del Estado Plurinacional.
A las 13.14 horas, aproximadamente, se instaló la sesión de honor que tuvo como preámbulo una verdadera fiesta de las comunidades campesinas de diferentes provincias de los nueve departamentos. Los atuendos multicolores y los instrumentos de vientos y percusión llenaron a plenitud la plaza mayor de los paceños. La plaza Murillo, convertida desde el 22 de enero de 2006 en el centro revolucionario, se colmó de cientos de personas que se dieron cita desde temprano para celebrar, junto al Gobierno, el primer aniversario del nuevo Estado.
García Linera explicó el proceso que vive Bolivia, en intensidades diversas y en el marco de la complejidad que supone romper los viejos moldes del Estado colonial. Proceso que está bajo la conducción del movimiento indígena y popular. “Se ha derrotado al neoliberalismo así como a las viejas castas corruptas que hicieron tanto daño al país”, dijo García Linera que, tras un discurso casi de media hora, concluyó que sólo la lucha del pueblo hará posible el bienestar de todos y el Vivir Bien.
Líneas de acción
Fue un discurso profundamente ideológico, programático y por lo tanto altamente ilustrativo sobre el carácter de la transición política, de la cual hoy somos parte los bolivianos. “El pueblo está más unido que décadas atrás”, afirmó el presidente nato de la Asamblea Legislativa, que rememoró cómo las élites del pasado gobernaron Bolivia, es decir, saquearon sus recursos y se enriquecieron mientras las mayorías permanecieron ausentes, excluidas. Por ello aquella unidad fundamental es la base de los logros y las conquistas de los últimos años.
“Si uno se pone a pensar en la turbulencia que vivió Bolivia entre 2000 y 2005, cinco presidentes en cinco años, esa turbulencia ha sido superada por la consolidación de una estructura estatal y un gobierno que basa su solidez y su estabilidad en la unidad del pueblo boliviano”, afirmó.
Las ‘tensiones creativas’
El Vicepresidente abordó cuestiones teóricas esenciales para graficar lo que hoy pasa en Bolivia y explicó que aquellas contradicciones fundamentales entre quienes expresan intereses privados y los intereses del pueblo, mejor entre los intereses ajenos a la patria y los intereses de la patria, fueron superados con métodos revolucionarios. Las contradicciones secundarias, aquellas que se traducen en ‘tensiones creativas’, se encaran por la vía democrática, del diálogo y el consenso. “Las contradicciones son el motor del desarrollo”, precisó García Linera.
De manera didáctica explicó que como todo proceso revolucionario, Bolivia experimenta al menos cuatro tensiones creativas que mueven la sociedad, que agitan y que a la vez permiten construir el nuevo Estado.
La primera ‘tensión creativa’ tiene que ver con la crítica y la autocrítica que debe existir entre quienes dirigen el Estado Plurinacional y los movimientos sociales que se mueven bajo lógicas particulares. Mientras el Estado, por su naturaleza, concentra decisiones, los movimientos sociales las democratiza y las desconcentra. En ese marco, desde la óptica de García Linera el proceso de cambio, la revolución democrática y cultural, está permitiendo que paulatinamente sea la sociedad la que se apropie de las decisiones que estuvieron concentradas en el Estado. “A eso llamamos Estado integral”.
Una segunda tensión creativa tiene que ver con la amplitud social del proceso revolucionario y la necesidad de garantizar la dirección de indígenas y el conjunto de los movimientos sociales, que son los artífices del Estado Plurinacional.
“La forma de resolución de esta tensión es la ampliación, la apertura, la conversión del significado de pueblo a todos los bolivianos, que apuestan por la descolonización, la industrialización y el Vivir Bien”.
La tercera tensión se produce a partir del choque entre los intereses colectivos, comunitarios y los intereses particulares. Entre la lucha común, comunitaria, comunista y la búsqueda del interés individual, sectorial, privado. Aunque, aclaró García Linera, el proceso de cambio y su vanguardia “siempre tendrán que llevar por delante la bandera del común, de la comunidad sin olvidar la satisfacción gradual de los intereses más locales y particulares”. Lo comunario no es la anulación de lo privado.
Una cuarta tensión emerge de la voluntad industrializadora y la voluntad de Vivir Bien, es decir la utilización de los recursos naturales sin dañar la naturaleza, el equilibrio entre la Madre Tierra y los hombres, entre su armonía y la satisfacción de las necesidades materiales colectivas.
“Son tensiones dialécticas, no contradictorias que contienen la vitalidad del proceso de cambio y sobre las cuales habrá de expandirse la revolución democrática y cultural en los siguientes años”, dijo el Vicepresidente.
García Linera echó abajo aquellas tesis que sostienen que Bolivia aún está bajo los moldes del capitalismo de Estado, que durante décadas fue el mecanismo para enriquecer a pequeños grupos privilegiados, a parte de una burguesía que, en términos políticos, expresó siempre intereses foráneos. Bajo aquella mirada de capitalismo de Estado había una acumulación de riqueza en pocas manos, mientras que hoy, con el Estado –que se constituye en motor del desarrollo de la economía y la sociedad–, se plantea la redistribución de la riqueza en favor de las grandes mayorías, particularmente los más pobres.
Las tensiones que existirán siempre en el seno de la sociedad, sólo serán resueltas por los pobres y humildes, dijo García Linera, quien advirtió que el retorno al neoliberalismo –como pretenden algunos sectores conservadores– sólo llevará a un barranco profundo marcado por las contradicciones fundamentales irresueltas aún en Bolivia.
El fin de la infamia y de las conspiraciones contra el pueblo
El Vicepresidente abordó un tema clave para entender los conflictos en la actual coyuntura: “En este tiempo (2000-2005) se ha derrotado al neoliberalismo. Se ha puesto fin a décadas de infamia que descuartizaba la riqueza del pueblo, que descuartizaba las empresas del Estado, que saqueaba los recursos públicos para satisfacer beneficios privados. Se ha derrotado a las castas políticas ineptas, corruptas y vendepatrias que tanto daño habían ocasionado al desarrollo de nuestro país. Se han derrotado conspiraciones económicas, políticas, intentos separatistas en contra de la unidad de la patria.
Sin la unidad movilizada del pueblo, todos esos logros hubieran sido imposibles, por eso de manera categórica decimos hoy que el pueblo está más unido que hace décadas y ésa es la base de estas grandes transformaciones. Pero esta unidad del pueblo en revolución, con revolución democrática y cultural, no significa que las tensiones y las contradicciones y las luchas hayan desaparecido. Habrá tensiones y contradicciones en toda revolución, tensiones y contradicciones fundamentales y antagónicas (entre el pueblo boliviano y sus enemigos), y contradicciones secundarias (en el seno del pueblo), recuperables mediante métodos democráticos. Las contradicciones son el motor del desarrollo. Las tensiones son el motor de la historia, las contradicciones y las tensiones son el mecanismo mediante el cual se logran los cambios y se impulsa el desarrollo de una sociedad.
Un ejemplo de contradicción antagónica fue aquella que entre 2000 y 2009 enfrentó al pueblo boliviano con sus enemigos, el imperio. Ése fue un tipo de contradicción que tuvo que ser resulto con métodos revolucionarios”.
Las contradicciones secundarias
Entre 2000 y 2009 hubo otro tipo de tensiones, “que las denominamos contradicciones secundarias, que son resueltas y superables mediante métodos democráticos de la persuasión, el diálogo, la articulación y la unificación de criterios. Ésas son las que enfrentaron campo y ciudad, trabajadores con empresariado (...) indígenas y no indígenas. Contradicciones secundarias al interior del pueblo que pudieron ser resueltas mediante la construcción de alianzas, de acuerdos sociales que garantizaron la unidad de nuestro pueblo para derrotar a los adversarios fundamentales. A un año de la construcción del Estado Plurinacional también surgen contradicciones fundamentales, contradicciones secundarias. Hoy la contradicción fundamental antagónica sigue siendo entre la unidad del pueblo boliviano enfrentado al imperialismo, que se resiste a reconocer nuestra soberanía, nuestra capacidad de autodeterminación en la construcción de nuestro destino.
Hay contradicciones principales. La del pueblo boliviano frente a los residuos fragmentados del neoliberalismo y del colonialismo que se oponen al Estado Plurinacional, a la autonomía, a la industrialización.
Al interior del seno del pueblo urgen tensiones que tienen que ver con el debate fructífero, democrático y creativo respecto a la velocidad y a la profundidad del proceso de cambio. Es parte de la dialéctica del avance del proceso de cambio”.
- Diario Cambio
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