Otra vez el Polo, al borde del abismo

21/10/2010
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Como estaba previsto, la Comisión de Seguimiento a la Contratación Distrital, en Bogotá integrada por el ex candidato presidencial Gustavo Petro Urrego, el senador Luís Carlos Avellaneda y el concejal Carlos Vicente de Roux, todos ellos militantes del Polo Democrático Alternativo, PDA, presentaron en rueda de prensa el miércoles 20 de octubre el resultado de sus investigaciones. Según dicha Comisión, con contratos por 1.6 billones de pesos en total, los cinco grupos que han manejado la contratación en Bogotá son: Conalvías, Solarte, Odinsa, Julio Gómez y Emilio Tapia y el grupo Nule.
 
Petro afirmó que algunos de estos grupos económicos no sólo tenían estrechas relaciones con la familia del alcalde Samuel Moreno Rojas, principalmente con su hermano Iván Moreno y al mismo tiempo tenían estrechas relaciones con el ex presidente Álvaro Uribe Vélez y con el Partido de la U. En declaraciones radiales, el senador Luís Carlos Avellaneda señaló que Iván Moreno “Se está enriqueciendo con la contratación en Bogotá”[1] El informe señala que el principal contratista es el grupo de Conalvías encabezado por el constructor Andrés Jaramillo López, quien ha recibido contratos por $ 782.000 millones y se reseñan en el informe que éste es un empresario muy próximo al uribismo, lo que explicaría sus contratos con el Gobierno Nacional: tramo tres de la llamada Ruta del Sol, la represa del río Rancherías, un embalse en Bucaramanga, la doble calzada Pereira-La Victoria, y más recientemente la terminación de un amplio tramo de la Calle 26 después que le fue asignada esta obra por el incumplimiento del grupo Nule. También el informe señala que otro grupo privilegiado en las contrataciones es el denominado grupo Odinsa de los hermanos William y Francisco Vélez Sierra. Al mismo tiempo se señala que en la Secretaría de Integración Social, los principales beneficiarios son: Efraín y Edgar Torrado García, senador y concejal de Bogotá quienes son militantes el Partido de la U quienes han celebrado contratos con dicha Secretaría por $161.130 millones en lo que lleva esta administración.
 
Otra de las afirmaciones concretas del informe tiene que ver con el giro de anticipos excesivos hasta de un 40% a los contratistas cuando lo habitual sería de un 25%. Otra afirmación del informe señala que la contratación directa aumentó del 5 al 20% y consiguientemente los contratos mediante licitación pública pasaron del 45% bajo la administración de Lucho Garzón a un 30% bajo la administración de Samuel Moreno. “Esto no es corrupción, pero es un indicio” dijo Carlos Vicente de Roux en la rueda de prensa.
 
Justamente las palabras del concejal de Roux dan en el centro de la polémica. En el informe se muestran datos sobre la concentración de la contratación en Bogotá así como las redes de contratistas y sus nexos con la clase política tradicional, pero no se esgrimen pruebas que muestren de manera fehaciente la existencia de hechos de corrupción. Hay indicios señala el Concejal y esta parece ser la realidad. Entretanto la Fiscalía que realiza una investigación sobre las mismas denuncias hasta ahora no ha tomado decisiones al respecto. Hasta ahí parece que llegan los hechos. La Fiscalía y los organismos de investigación tienen la última palabra. Entretanto el informe pasa a la Comisión de Ética del Polo Democrático que deberá tramitar las denuncias.
 
El punto es que el Polo vuelve a dar muestras de graves contradicciones internas sin encontrar mecanismos democráticos internos que le permitan superar dichas contradicciones. No hay pruebas contundentes y sin embargo, los dirigentes del Polo ventilan públicamente éstas contradicciones dejando un manto de serias dudas que sólo los organismos de la justicia lograrán, si avanzan realmente las investigaciones. Por lo pronto éste comportamiento, el de ventilar públicamente sus contradicciones sin hechos contundentes muestran que las desavenencias dentro del Polo amenazan seriamente su unidad. Sus contradictores, que son muchos y que están en los medios de comunicación, estimulan estos debates en los cuáles los únicos que pierden son los amarillos que no encuentran alternativas para salir del atolladero en que se encuentran hace ya un par de años.
 
Las contradicciones internas no parecen tener salidas a la vista. La existencia de tres corrientes que cuentan con fuerzas muy similares, han conducido al amarillo a una parálisis en materia política. Sus prácticas privilegian la antropofagia interna, la autodestrucción. Un sector maximalista que se alía con el sector pragmático, conforman la mayoría burocrática que no logra desatar una salida hacia adelante. Ahora todo queda en manos de los organismos de investigación del Estado y entre tanto el ejercicio de la oposición sufre de nuevo un gran revés. No parece que dentro del Polo haya fuerzas que busquen una salida democrática superando la actual correlación de fuerzas. El experimento de un partido de izquierda realmente democrático languidece y su propia existencia está en riesgo.
 
Madrid, octubre 21 de 2010
 
- Ricardo de Lima es Ensayista y profesor universitario
Fuente: Semanario Virtual Caja de Herramientas Nº 229, Corporación Viva la Ciudadanía. www.vivalaciudadania.org


[1] Ver página www.wradio.com.co a las 11 a.m. del día jueves 21 de Octubre.
https://www.alainet.org/es/active/41850
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