Los XXV años de Cerigua
05/08/2008
- Opinión
Este 8 del 8 del 08, una casualidad numérica similar a la de aquel 8 del 8 del 83, se cumplen 25 años de la fundación de la Agencia Cerigua, un medio alternativo que inició sus servicios con la noticia del golpe de Estado de Óscar Mejía Víctores. Cerigua ha sido calificado como un caso paradigmático, no solo por los aportes a la democratización de la información, sino porque, a pesar de la adversidad, se mantiene vigente y renovada en su labor profesional.
Aunque con diferentes percepciones, numerosas personas en todo el país conocen Cerigua. Algunas, a pesar de haberla estigmatizado, han reconocido el valor de su trabajo; otras la aprecian y la consideran como “su medio de comunicación”, dada la cobertura de los temas, agendas y protagonismos a quienes ha dedicado su quehacer desde su constitución.
En lo internacional, abrió espacios para la información de Guatemala, y goza de gran credibilidad. Se ha erigido como un referente para las instancias de defensa de la libertad de expresión, así como de temas relacionados con las mujeres y el drama del femicidio.
Asumió los riesgos de dar a conocer noticias que conllevan peligro, pues enfrentan poderes inveterados y estructuras sociales obsoletas, que construyen la historia de injusticia del país y que han sido promovidas y reproducidas por distintos medios.
Desafiar al entonces represor Ejército nacional, romper los muros del silencio, ofrecer la otra versión de los hechos, devolver la voz y el protagonismo al movimiento social, difundir otras versiones sobre el conflicto armado, denunciar las masacres y el genocidio, fueron decisiones y retos asumidos.
La rebelión contra el sufrimiento y el compromiso con la justicia social inspiraron su constitución; la convicción de la necesidad de encontrar una salida política al conflicto armado la convirtió en el único medio que, además de darle cobertura a la guerra librada y a la represión desatada, circuló información sobre el proceso de negociación, durante los 10 años. La firma de la paz le planteó el desafío de renovarse y de hacer una reingeniería para transitar este largo camino hacia la construcción de la democracia, en donde subyacen la desigualdad y la injusticia.
Incursionó en investigaciones periodística diversas. Demostró que las inequidades se reproducen en los medios, que la noticia del área rural es enfocada en el suceso, que las mujeres son reflejadas mayoritariamente como víctimas, que lo referido al movimiento campesino-indígena es publicado solo si ocupan fincas y realizan manifestaciones.
Diseñó estrategias de intervención: construyó una Red de Corresponsales Departamentales, que este año cumple 10 años de funcionamiento ininterrumpido; acompaña a las mujeres y a sus organizaciones en la difusión de sus noticias y estrategias de comunicación; publica la versión de los campesinos, ambientalistas, defensores de derechos humanos, la niñez y el liderazgo juvenil, y además tiene una producción radial que se transmite en 12 emisoras a nivel nacional, y un programa televisivo.
Eso es lo paradigmático, creer en lo alternativo para contrarrestar la visión hegemónica de la realidad, crecer profesionalmente y compartir sus pocos recursos. Tener fe en el ser humano, en su creatividad y en el futuro, pero, sobre todo, nuestra identificación con los desposeídos.
¡Gracias a quienes confían en nosotras (os)!
- Ileana Alamilla, periodista guatemalteca, es Directora de la Agencia CERIGUA.
Aunque con diferentes percepciones, numerosas personas en todo el país conocen Cerigua. Algunas, a pesar de haberla estigmatizado, han reconocido el valor de su trabajo; otras la aprecian y la consideran como “su medio de comunicación”, dada la cobertura de los temas, agendas y protagonismos a quienes ha dedicado su quehacer desde su constitución.
En lo internacional, abrió espacios para la información de Guatemala, y goza de gran credibilidad. Se ha erigido como un referente para las instancias de defensa de la libertad de expresión, así como de temas relacionados con las mujeres y el drama del femicidio.
Asumió los riesgos de dar a conocer noticias que conllevan peligro, pues enfrentan poderes inveterados y estructuras sociales obsoletas, que construyen la historia de injusticia del país y que han sido promovidas y reproducidas por distintos medios.
Desafiar al entonces represor Ejército nacional, romper los muros del silencio, ofrecer la otra versión de los hechos, devolver la voz y el protagonismo al movimiento social, difundir otras versiones sobre el conflicto armado, denunciar las masacres y el genocidio, fueron decisiones y retos asumidos.
La rebelión contra el sufrimiento y el compromiso con la justicia social inspiraron su constitución; la convicción de la necesidad de encontrar una salida política al conflicto armado la convirtió en el único medio que, además de darle cobertura a la guerra librada y a la represión desatada, circuló información sobre el proceso de negociación, durante los 10 años. La firma de la paz le planteó el desafío de renovarse y de hacer una reingeniería para transitar este largo camino hacia la construcción de la democracia, en donde subyacen la desigualdad y la injusticia.
Incursionó en investigaciones periodística diversas. Demostró que las inequidades se reproducen en los medios, que la noticia del área rural es enfocada en el suceso, que las mujeres son reflejadas mayoritariamente como víctimas, que lo referido al movimiento campesino-indígena es publicado solo si ocupan fincas y realizan manifestaciones.
Diseñó estrategias de intervención: construyó una Red de Corresponsales Departamentales, que este año cumple 10 años de funcionamiento ininterrumpido; acompaña a las mujeres y a sus organizaciones en la difusión de sus noticias y estrategias de comunicación; publica la versión de los campesinos, ambientalistas, defensores de derechos humanos, la niñez y el liderazgo juvenil, y además tiene una producción radial que se transmite en 12 emisoras a nivel nacional, y un programa televisivo.
Eso es lo paradigmático, creer en lo alternativo para contrarrestar la visión hegemónica de la realidad, crecer profesionalmente y compartir sus pocos recursos. Tener fe en el ser humano, en su creatividad y en el futuro, pero, sobre todo, nuestra identificación con los desposeídos.
¡Gracias a quienes confían en nosotras (os)!
- Ileana Alamilla, periodista guatemalteca, es Directora de la Agencia CERIGUA.
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