Primer round ganado por Argentina
Traspié judicial para Monsanto
06/09/2007
- Opinión
Un juez español determinó que no se deben pagar regalías por el uso de la soja transgénica RR. La voracidad de Monsanto, que pretendía cobrar dos veces su producto, tuvo un freno en el Viejo Continente.
Argentina obtuvo en el terreno judicial su primer triunfo en la disputa con la empresa agroquímica Monsanto. Un juez de Madrid falló en la capital española contra la compañía, quien reclama hace años el cobro de regalías por el uso de la soja transgénica RR, y la obligó al pago de las costas del juicio.
La sentencia se dictó el lunes en el Tribunal de Comercio de Madrid, en una acción que Monsanto llevaba contra la empresa española Sesostris, vinculada esta al grupo Dreyfus. El fallo del magistrado exime a la importadora de pagar regalías, aunque la empresa agroquímica anunció que va a apelar, una media casi obligada por parte de las corporaciones.
Según publica el diario argentino Clarín, la empresa sostuvo que "si bien estamos desilusionados con el fallo, no nos sorprende, puesto que el juez se negó a aceptar ciertas pruebas fundamentales".
¿Por qué mencionamos este juicio como ganado por Argentina, si se resolvió a favor de una empresa española? Monsanto es una compañía multinacional con sede en Saint Louis (Estados Unidos) de agricultura y biotecnología, y es líder en la producción del herbicida glifosato –que comercializa bajo la marca Roundup- y de semillas genéticamente modificadas.
Esta empresa fue la primera que desarrolló el cultivo genéticamente modificado y patentado: la soja RR, cuya cualidad máxima es la resistencia al glifosato. Estos productos son la base de la siembra directa, que en Argentina permitió elevar sustancialmente la productividad de la tierra, por la doble vía de la baja de costos y mejora de la producción por superficie.
El glifosato salió al mercado en 1995, y al año siguiente fue adoptado por miles de productores rurales argentinos, que hoy lo usan en 17 millones de hectáreas, la mitad de la superficie agrícola total, con una producción estimada de 42 millones de toneladas.
En 2004, la compañía estadounidense pretendió cobrar regalías por el uso de la soja RR, a dos dólares por tonelada de la oleaginosa. Había un inconveniente: nunca la había patentado en el país, y el poder político opuso una fuerte resistencia. Al no avanzar su estrategia en el país, decidió iniciar demandas judiciales contra los importadores de soja argentina en Europa. Pero a ellos les reclama quince dólares por tonelada. En estas causas, Argentina se presentó como “tercera parte interesada”.
El primer fallo fue el de Madrid, pero se aguarda que en poco tiempo se expidan de idéntica forma tribunales de Gran Bretaña, Holanda y Dinamarca. Según Clarín, se aguarda que se imponga la posición de Argentina, que fue apoyada incluso por la Dirección General de Mercado de la Unión Europea.
En este contexto, Monsanto anunció el miércoles una inversión de 28 millones de dólares para el desarrollo de una nueva soja transgénica, aunque las investigaciones se desarrollarán en Brasil. Alfonso Alba, titular de la compañía en ese país, explicó que esa decisión se basó en que Brasil "demostró que respeta la propiedad intelectual". El ejecutivo incluso aclaró que la nueva semilla no podrá venderse por ahora en la Argentina, donde no estaría garantizado el cobro de royalties.
No obstante la medida significa un triunfo para los exportadores argentinos, no se trata de ningún avance contra el modelo agroexportador y de monocultivo sojero. Recordemos que de los más de 80 millones de toneladas de producción cerealera-oleaginosa anual en el país, la mitad es soja, que no es otra cosa más que una semilla forrajera y cultivo industrial.
Argentina obtuvo en el terreno judicial su primer triunfo en la disputa con la empresa agroquímica Monsanto. Un juez de Madrid falló en la capital española contra la compañía, quien reclama hace años el cobro de regalías por el uso de la soja transgénica RR, y la obligó al pago de las costas del juicio.
La sentencia se dictó el lunes en el Tribunal de Comercio de Madrid, en una acción que Monsanto llevaba contra la empresa española Sesostris, vinculada esta al grupo Dreyfus. El fallo del magistrado exime a la importadora de pagar regalías, aunque la empresa agroquímica anunció que va a apelar, una media casi obligada por parte de las corporaciones.
Según publica el diario argentino Clarín, la empresa sostuvo que "si bien estamos desilusionados con el fallo, no nos sorprende, puesto que el juez se negó a aceptar ciertas pruebas fundamentales".
¿Por qué mencionamos este juicio como ganado por Argentina, si se resolvió a favor de una empresa española? Monsanto es una compañía multinacional con sede en Saint Louis (Estados Unidos) de agricultura y biotecnología, y es líder en la producción del herbicida glifosato –que comercializa bajo la marca Roundup- y de semillas genéticamente modificadas.
Esta empresa fue la primera que desarrolló el cultivo genéticamente modificado y patentado: la soja RR, cuya cualidad máxima es la resistencia al glifosato. Estos productos son la base de la siembra directa, que en Argentina permitió elevar sustancialmente la productividad de la tierra, por la doble vía de la baja de costos y mejora de la producción por superficie.
El glifosato salió al mercado en 1995, y al año siguiente fue adoptado por miles de productores rurales argentinos, que hoy lo usan en 17 millones de hectáreas, la mitad de la superficie agrícola total, con una producción estimada de 42 millones de toneladas.
En 2004, la compañía estadounidense pretendió cobrar regalías por el uso de la soja RR, a dos dólares por tonelada de la oleaginosa. Había un inconveniente: nunca la había patentado en el país, y el poder político opuso una fuerte resistencia. Al no avanzar su estrategia en el país, decidió iniciar demandas judiciales contra los importadores de soja argentina en Europa. Pero a ellos les reclama quince dólares por tonelada. En estas causas, Argentina se presentó como “tercera parte interesada”.
El primer fallo fue el de Madrid, pero se aguarda que en poco tiempo se expidan de idéntica forma tribunales de Gran Bretaña, Holanda y Dinamarca. Según Clarín, se aguarda que se imponga la posición de Argentina, que fue apoyada incluso por la Dirección General de Mercado de la Unión Europea.
En este contexto, Monsanto anunció el miércoles una inversión de 28 millones de dólares para el desarrollo de una nueva soja transgénica, aunque las investigaciones se desarrollarán en Brasil. Alfonso Alba, titular de la compañía en ese país, explicó que esa decisión se basó en que Brasil "demostró que respeta la propiedad intelectual". El ejecutivo incluso aclaró que la nueva semilla no podrá venderse por ahora en la Argentina, donde no estaría garantizado el cobro de royalties.
No obstante la medida significa un triunfo para los exportadores argentinos, no se trata de ningún avance contra el modelo agroexportador y de monocultivo sojero. Recordemos que de los más de 80 millones de toneladas de producción cerealera-oleaginosa anual en el país, la mitad es soja, que no es otra cosa más que una semilla forrajera y cultivo industrial.
Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina
http://www.prensamercosur.com.ar
https://www.alainet.org/es/active/19493?language=en
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