Chile:

“Mano firme” de la democracia

29/05/2006
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
Santiago

El pasado 21 de mayo, en su primera rendición de cuentas, que todo presidente/a chileno/a debe hacer en el inicio del periodo legislativo, Michelle Bachelet, entre una variedad de anuncios, calificados como mediáticos por sus adversarios, perfiló el objetivo central de su gobierno: convertirnos para el año 2010, bicentenario de la independencia de Chile, “en un país moderno”.

Entre los anuncios definidos como “la carta de navegación” de su mandato para los cuatro años que estará en la presidencia, Bachelet anunció políticas sociales solventadas con las ganancias del cobre. Pero llamó la atención su referencia a la “mano firme” y su discurso centrado en el hecho de haber conquistado “la democracia a cara descubierta”, en directa alusión con las últimas manifestaciones callejeras, donde se pudo ver a jóvenes encapuchados, tanto estudiantes, como de quienes apoyan el movimiento emprendido por los comuneros mapuches encarcelados y procesados por la Ley Antiterrorista.

Este discurso generó grandes expectativas en el movimiento mapuche sobre todo porque está pendiente de resolución el caso de los cuatro presos mapuches que se declararon en huelga de hambre y que fueron condenados a 10 años por el incendio de 100 hectáreas del fundo Poluco Pidenco de la empresa forestal Mininco, incluida la obligación a pagar una indemnización de más de 400 millones de pesos. A ellos se les aplicó la Ley Antiterrorista heredada de la dictadura.

Los cuatro comuneros mapuches, Juan Huenulao, Patricio Marileo, Jaime Marileo y Patricia Troncoso, estuvieron en el plano noticioso, solo después de 30 días en huelga de hambre, tiempo en el cual los medios de comunicación oficialistas mantuvieron un silencio cómplice. Como también callaron sobre la cifra de 500 presos políticos mapuches que se registraron durante los gobiernos de Freí y Lagos, caso que, a juicio de los voceros mapuches, constituye una aberración que la Presidenta Michelle Bachelet debió hacerse cargo en su discurso del 21 de mayo.

Juicio irregular

A los cuatro comuneros, que han logrado concitar el apoyo nacional e internacional en su larga huelga de hambre que llegó a los 63 días, reiniciándose la tarde del pasado 20 de mayo, han vivido una intensa campaña de invisibilización, se los ha calificado de terroristas para evitar que la opinión pública sepa que son integrantes de comunidades. Ellos ha sido sometidos a un juicio con restricciones al debido proceso, se han utilizado “testigos protegidos” en su contra, cuya identidades son un misterio, situación que permite la Ley Antiterrorista. Los hermanos Marileo fueron detenidos, junto a Patricia Troncoso en el año 2002, anulándose un primer juicio por falta de pruebas para comprobar su participación en los hechos que se le imputan.

Absueltos y declarados inocentes, salieron en libertad; sin embargo, las partes querellantes (el gobierno y particulares) presentaron un recurso de nulidad ante la Corte Suprema que fue acogido ordenándose la realización de un nuevo proceso, esta vez aplicando la Ley Antiterrorista. En el caso de Patricia Troncoso, ha sido enjuiciada cinco veces, saliendo absuelta en los cuatro primeros intentos, por falta de méritos. El último esfuerzo de las partes querellantes, la mantiene en prisión desde el 2003 y condenada junto al resto de sus compañeros a 10 años y al pago de una indemnización que asciende a más de 400 millones de pesos.

Por su parte, Juan Carlos Huenulao formó parte del grupo de comuneros que decidieron no presentarse al juicio, por considerar que no existían las garantías suficientes para el debido proceso, sin embargo el 20 de febrero del 2005 fue detenido y así se convierte en el cuarto comunero que se encuentra cumpliendo condena. El resto continúa en la clandestinidad.

En el país donde impera el surrealismo, esta larga batalla judicial ha sido silenciada, y se ha privilegiado los intereses de las grandes empresas forestales, las que, a más de contar con leguleyos especialistas en robar tierras a los comuneros mapuches, han desbastado extensas franjas de territorio, imponiendo la lógica del mercado. Aquí, el tema de fondo es el robo de las trasnacionales, y la represión contra un movimiento incipiente y fragmentado que busca la recuperación de sus territorios, que valora una relación con la naturaleza distinta, que se resiste al modelo de producción capitalista, que defiende su identidad y su cultura.

Son cuatro comuneros, alzando las banderas por la recuperación del territorio y la defensa de la tierra, que depositaron su confianza en los poderes del Estado para buscar una salida pacífica a su injusto encarcelamiento, los mismos “terroristas” que firmaron un acta de acuerdo, confiando en que el Senado pondría suma urgencia a un proyecto de Ley que modificaría la ley de libertades condicionales, sin embargo, en su último comunicado, los cuatro presos mapuches han señalado que una vez más el gobierno chileno faltó a su palabra, traicionando la buena voluntad de los huelguistas.

Los verdaderos terroristas...muy bien, gracias

Los mapuches reiniciaron su huelga de hambre, y también las manifestaciones de apoyo, de jóvenes que salen a protestar con sus rostros cubiertos y descubiertos, como hicieron durante la dictadura, en una larga resistencia de las organizaciones que manifestaban en las calles, enfrentándose con las fuerzas policiales. Es que el panorama en “democracia” no ha cambiado mucho, se han modernizado las técnicas “disuasivas” de los aparatos encargados de establecer el orden en el país, gases más sofisticados, leyes más duras como la anunciada ley contra los “encapuchados”, que anunciara recientemente la Concertación.

Lo paradojal en este país, con ínfulas de “moderno”, es que un/a joven con capucha es un/a “terrorista” y los medios de comunicación se conmueven con imágenes de quienes se defienden con piedras frente a quienes portan armas de largo alcance y carros blindados.
Se detiene y se golpea a quienes protestan. Se anuncian leyes con el sello de la “mano firme” para combatirlos, como la otrora frase inmortal de Pinochet “mano dura contra los comunistas”. Lo paradójico es que un comunero mapuche que defiende su cultura, su territorio es también llamado “terrorista”, pero los terroristas de verdad, esos que fueron parte de un Estado represor, gozan de muy buena salud, asisten a misa cada domingo, y cada vez que son encarcelados, el gobierno de la Concertación, este mismo gobierno democrático conquistado con el rostro descubierto, inventa resquicios, inventa lo que sea y corre presuroso a salvarlos.

En el país del surrealismo, en el país que dejó de transitar pacíficamente a la democracia, en el país que camina hacía la más “completa modernidad”, cuatro comuneros, entre ellos una mujer, han decidido reactivar su movimiento, llamando a todos, mapuches y no mapuches, a levantarse contra la injusticia, a realizar marchas y mítines, para dejar al descubierto la peor cara de la tan mentada democracia chilena.
https://www.alainet.org/es/active/17483?language=en
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS