El caso de la evaluación de México en 2007

Estrategia de Asistencia de País, una estrategia colonial del Banco Mundial

28/03/2007
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En Imperialismo Económico en México (Arena. México, 2005), John Saxe-Fernández y mi persona, discutimos detenidamente cómo es que el Banco Mundial (BM), lejos de ser un organismo “internacional”, más bien funge como un instrumento de clase y por tanto de proyección poder, fundamentalmente de la Pax Americana y sus cambiantes “socios” europeos y japoneses. Los arquitectos del BM (y del Fondo Monetario Internacional - FMI), escriben Joyce y Gabriel Kolko, “...los concibieron no para poner en funcionamiento meros principios desinteresados, sino para reflejar el control de Estados Unidos sobre la masa monetaria -oro- y para impulsar su capacidad de proveer gran parte del capital futuro del sistema monetario. El BM fue diseñado para proporcionar un marco de referencia gubernamental seguro a fin de promover la inversión privada, mucha de la cual sería estadounidense” (en Delgado y Saxe-Fernández, 2005).

El fin de la belle epoque conllevó, después de la Primera Guerra Mundial, el persiste resquebrajamiento de los instrumentos coloniales propios del librecambismo Inglés, imposibilitando el mantenimiento de la política colonial, por lo cual, se elaboraron instrumentos sustitutos (como el FMI-BM) que permitieran mantener la explotación, seguir con la expansión de los mercados y al mismo tiempo, evitar tanto fuese posible otra depresión (Ibid; véase también: Toussaint, 2006).

Uno de los mecanismos que sintetizan este esquema colonial son las denominadas Estrategias de Asistencia de País (CAS, por sus siglas en Inglés) que elabora el BM a modo de evaluación de la actuación y progreso del país “anfitrión” en el último periodo de ejecución de los diversos programas del BM y de otros organismos con los que se establece sinergia, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para el caso de América Latina.

La Estrategia es algo más que un mero “plan de asistencia”: es el anteproyecto que debe seguir el gobierno local en los próximos años o periodo, bajo un protocolo que contiene desde condicionantes, cláusulas de compromiso, “recomendaciones y sugerencias”, hasta simples “observaciones” y “ofrecimientos” de parte de los expertos del Banco. De no cumplir con las “recomendaciones”, el BM advierte que: “...equivocaciones en estas áreas [las recomendadas] desencadenarán un cambio en el programa del BM hacia un escenario ‘desventajoso’ de exposición reducida” (Ibid). Traducción: se condicionarían aún más los préstamos en activo y a futuro y se exigirían los pagos de otros ya vencidos.

Los lineamientos puntuales en materia política son esbozados en las Notas de Política que el BM “ofrece” al país como puente analítico de conexión entre administraciones.

Por ejemplo, en el caso de México, es de notarse que “pertinentemente” las CAS no coinciden temporalmente con los periodos del gobierno federal. Ello permite asegurar una transición de los lineamientos del BM en el país entre un gobierno y otro. Una vez consolidada tal transición, la nueva administración recibe del BM las Notas de Política correspondientes y se le prepara una nueva CAS que operaría hasta los primeros dos años de la siguiente administración. En tal sentido, la CAS actual del país abarca hasta el 2008, mientras que las Notas se encuentran en preparación y se espera sean entregadas en algún momento de 2007 o principios de 2008. La nueva CAS se elaborará en 2008 para que entre en operación en 2009 y hasta 2012 cuando entraría nuevamente en operación una CAS de transición. Se trata de lineamientos de tal importancia para la actividad del BM en el país, en efecto a modo de cogobierno, que para las Notas de 2007 se gastarán 157 millones de dólares (mdd) y para la CAS - 2009 la suma asciende a 250 mdd.

En enero del presente se dio a conocer la usual evaluación interna del BM sobre el progreso de la actual CAS 2005-2008 (BM, 8 de enero de 2007). Los avances confirmados por el BM en diversas materias, esclarecen nítidamente la amplia injerencia del BM en la política nacional. Al mismo tiempo, las “sugerencias” para los dos próximos años no dejan de llamar la atención por las repercusiones que eventualmente tendrían, pero también porque develan los rumbos de por donde se podrían esperar los próximos movimientos del gobierno mexicano secuestrado por una bien definida y peculiar oligarquía nacional.

Según la mencionada evaluación, “una nueva relación con el Grupo del Banco” ha sido establecida en los últimos años de modo tal que se han ampliado los proyectos y se ha profundizado el “trabajo analítico de asesoría”. Para ello, el BM propone para el futuro próximo un rango de préstamos anuales de entre 800 y 1,700 mdd al año avocados a cuatro “pilares” de acción: 1) reducir la pobreza y la desigualdad; 2) promover la sustentabilidad medioambiental; 3) incrementar la competitividad de México; y fortalecer las instituciones del país (Ibid: 1).

Es de advertirse que México se encuentra en un momento particular en su relación con el BM y el BID puesto que el gobierno de Fox pagó, en septiembre de 2006, cerca del 56% de la deuda ante el BM (en particular su división de “reconstrucción” o IBRD) y un porcentaje parecido ante el BID. Ambos pagos sumaron alrededor de 9 mil mdd (Ibid: 8). Con tales pagos significativamente se redujo, en principio, el yugo condicionante del BM y del BID sobre el país. No obstante, en lugar de optarse por desvincular progresivamente al país de los lineamientos políticos de esos “organismos internacionales” -y similares- tal y como lo está haciendo Ecuador (Milenio, 1 de febrero de 2007), el gobierno de Calderón está optando por rápidamente (re)endeudar más al país. Los primeros pasos regresivos han sido categóricos. Por un lado, con los 1,600 mdd que se espera México reciba para 2007 y 2008 de parte del BM, y por el otro lado, con la firma, en febrero de 2007, del memorando de entendimiento con el BID para obtener préstamos por un monto total de hasta 2,500 mdd para la construcción de infraestructura en los próximos 6 años (véase: www.iadb.org). Con ello, el país volvería a aumentar considerablemente la actual deuda que tiene con el BM de 5,734 mdd y con el BID de 5,465 mdd (Ibid: 26).

Resulta irónico, aunque previsible, que Calderón declarará entorno a la celebración de la firma del memorando con el BID, que la fortaleza de la economía mexicana se refleja en la capacidad de recibir préstamos de “organismos internacionales”. Difícil fue, para el Sr. Presidente, observar en cambio que ésa radica más bien en la fortaleza del campo y la industria nacional y su capacidad de producción y de satisfacción de por lo menos las necesidades básicas nacionales. La argumentación es similar a la del gobierno de Salinas cuando se asociaba la autosuficiencia y la soberanía alimentaria con la capacidad de compra en el exterior, en lugar de hacerlo con la capacidad de producción interna. El caso de la apertura a ultranza del agro mexicano (proceso que arrancaría bien “aceitado” con dos préstamos del BM: AGSAL I y II), la liberación del maíz y la reciente debacle alrededor del precio de la tortilla, son hechos que demuestran lo totalmente erróneo y peligroso del asunto. Tan es así esto que Humberto López, funcionario del BM para América Latina, señalaba recientemente a propósito de un ejercicio de evaluación retrospectiva de las políticas de ajuste estructural promovidas por el BM en América Latina que, si bien efectivamente “se les había pasado la mano”, no obstante era “injusto convertir a la institución financiera en el chivo expiatorio de la pobreza” (González, 6 de febrero de 2007).

Ahora bien, tal suposición sobre la fortaleza de la economía nacional sugiere desprenderse del hecho de que México ha tenido la capacidad de pago ante el BM y el BID -a partir de asfixiar aún más al grueso de la población-, aún cuando ha sido sujeto de fuertes transferencias de excedentes (e.g. desde el desnacionalizado sistema bancario), y a pesar de que se colocaba, hasta 2006, como uno de los principales “clientes” -o deudores- de esos organismos. Además, también figura a la cabeza de ejecución de préstamos de parte de la Global Environmental Facility (BM, 8 de enero de 2007: 3). Por dar un par de muestras:

- En 2006, México figuró en la contabilidad del BM, como el país con el mayor monto en préstamos —1.8 miles de mdd (Ibid: 2).

- Hasta junio de 2006, el país se colocaba en la 6ta posición en cuanto al tamaño del portafolio de préstamos otorgados por el BM desde su división de la Corporación Financiera Internacional (IFC, por su siglas en Inglés), ente encargado de promover la inversión privada en los países-cliente. O dicho de otra forma, México representó el 5% del portafolio de préstamos de la IFC a nivel mundial (Ibid: 3).

Volviendo a las características de la “nueva relación” del país con el BM que precisa la evaluación de lo que va del CAS 2005-08, destaca la persistencia de aumentar la ejecución de proyectos a nivel estatal y municipal. Dos son las razones centrales que reconoce el BM. Primero, que el actual panorama político ‘multi-partido’, “...representa retos en términos de la ejecución de políticas y programas, incluyendo reformas estructurales específicas necesarias para el desarrollo acelerado” (Ibid: 2). Segundo, “...[porque] los proyectos que apoyan los gobiernos subnacionales son un tanto menos afectados por la transición Federal” (Ibid: 10). Claro que esto último se debe, entre otras cuestiones, a que el BM logra establecer acuerdos verdaderamente leoninos dada la relación diametral entre éste y el gobierno estatal y/o municipal.

No es casual entonces que en este contexto, el BM insista en que el sistema de licitación del Gobierno de México, el Compranet, ahora deba comenzar a operar también a nivel estatal desde su nueva versión, el Compranet Plus (Ibid: 39).

Llamativo es que el Compranet haya sido medio de corrupción en los Pinos con el famoso suceso calificado como el “Toallagate” cuando se registraron, en 2001, compras por parte de la casa presidencial en: toallas de 400 dólares, sábanas de 15 mil dólares, cortinas de 17 mil; gastos de reformas por 600 mil o gastos por mudanza por 400 mil dólares. Unos años después, el BM certifica a Compranet como mecanismo “transparente” y comienza a canalizar, junto con el BID, muchas de las licitaciones correspondientes a sus proyectos (Ibid: 40). En su evaluación de enero de 2007, el BM informa que está contemplando formalizar tal mecanismo para todos sus préstamos. Las auditorias se realizarían, como se viene haciendo, por medio del personal del gobierno mexicano quienes estarían “supervisados” por auditores del propio BM y del BID (Ibid: 21) quienes evidentemente tendrían acceso a toda la base de datos gubernamental sobre cómo y en qué se está gastando el presupuesto.

No sólo por el Toallagate, sino por lo oportuno que ha resultado el proceso de licitaciones adjudicadas, el Compranet sugiere colocarse como un mecanismo canalizador de la sobornización del BM en el país -tal y como Stiglitz califica a los préstamos del BM (Stiglitz, 2003). Esto es porque en muchas de las licitaciones a favor de actores verdaderamente nacionales (no debe tomarse en cuenta aquí, por ejemplo, a Kimberly-Clark de México), los beneficiarios suelen ser un sinnúmero de empresas que incluso en ciertas ocasiones no tienen una figura comercial pública. Ello lleva a especular que ésas prácticamente se formaron y hacen el grueso de su negocio con tales licitaciones. A modo de ejemplificar. Desde Compranet se ha decidido adquirir, como parte de proyectos del BM y el BID, varios paquetes de equipo de cómputo surtidos por proveedores nacionales que a su vez los compran a las empresas extranjeras que los fabrica. Cabe preguntarse entonces ¿por qué se paga más a un intermediario cuando se puede proceder directamente con el productor?

Aún más, resulta irónico que mientras este tipo de operaciones se fomentan por medio de Compranet y su ahora versión “plus”, el BM haga suya la bandera de la lucha a la corrupción, sobre todo cuando el BM es uno de los entes más opacos operando en el país pues no rinde cuentas a nadie. Su opacidad y sus campañas de sobornización son de tal naturaleza que el BM condiciona sus préstamos “anti-corrupción” solo a aquellos países que demuestren ser lo suficientemente corruptos!

Ahora bien, la injerencia del BM no se limita a “asesorar” las auditorias del gasto público en licitaciones, sino que además ha promovido una serie de reformas en materia de hacienda pública por medio de su participación en la Convención Nacional Hacendataria y su “apoyo técnico en la preparación de propuestas de reforma fiscal” (Ibid: 6). Por ejemplo, mediante proyectos como el ahora en discusión sobre Tax Administration Institucional Development Additional Financing, una continuación del programa del mismo nombre (PO77602) que implementa desde 2002 y que tiene cierre programado en junio de 2007.

Asimismo, el BM ha incursionado en áreas tan delicadas como el sector Judicial. Mediante el proyecto State Judicial Modernization Supporting Access to Justice (27946-MX), el BM busca “asesorar”, “actualizar” y “entrenar” a magistrados y jueces mexicanos, todo junto con el “apoyo” de la Agencia de Cooperación de Estados Unidos (Usaid, por sus siglas en Inglés), entre otros entes (Véase: Zúñiga, 19 de octubre de 2006). El avance del proyecto, informa el BM, no ha sido el esperado dada una serie de retrasos pero éste seguirá su curso (BM, 8 de enero de 2007: 6). De la mayor importancia es dar cuenta de las implicaciones que supone la participación de la Usaid de cara a los esquemas de integración regional en materia de seguridad como la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN), misma que eventualmente podría incluir la operatividad de un aparato judicial homogéneo en Canadá, Estados Unidos y México.

Las mencionadas actividades de “asesoría” del BM conforman cerca del 40% del monto total de recursos otorgados al país (Ibid: 2). Esto es que México paga, o mejor dicho, que los contribuyentes pagan ese porcentaje para que se le diga al Gobierno que debe hacer, no sólo con el restante 60% del dinero que se le presta, sino con su política en general puesto que, para ser sujeto de préstamo, el país debe cumplir con una serie de condiciones (e.g. macroeconómicas). Para tal meta, México es “oportunamente asesorado” y, aún más, lo “solicita”. Así al menos lo informa la evaluación del BM cuando suscribe que: “...donde el apoyo del BM no ha podido ser fácilmente ejecutado por medio de préstamos o programas de financiamiento, varias unidades del gobierno han estado dispuestas a pagar por la experiencia única del Banco mediante arreglos de cargos por servicios” (Ibid: 3).

Nótese que el papel del BM hacia adentro de la estructura de gobierno del país, tiende a incidir en áreas que, desde una perspectiva Schumpeteriana, su control es fundamental para cualquier nación soberana. Y es que precisamente lo que caracteriza a una colonia es que ésa carece de política hacendaría, política exterior y política de defensa nacional (para una discusión sobre el caso mexicano, véase: Saxe-Fernández, 1 de febrero de 2007). No sorprende entonces que ante escenarios de inestabilidad económica provocados por una eventual recesión de la economía estadounidense, algo que podría suceder a fines de 2007 según anunció Greenspan (AP, 26 de febrero de 2007), el BM añada a su colección de lineamientos que, “...[el país] debe estar preparado para cambios económicos, incluyendo aquellos relacionados al comercio” (Ibid: 23). Y si bien el secretario de Hacienda proveniente del FMI, Agustín Carstens, anunció que el país está “‘de plano blindado’ contra cualquier crisis económica” (La Jornada, 28 de febrero de 2007), para el BM ese riesgo es en cambio de categoría “moderada” al igual de que el país entre en problemas presupuestales por una caída de la producción de petróleo como producto del agotamiento de las reservas probadas de petróleo (BM. 8 de enero de 2007: 23). Los efectos de cualquiera de los dos casos, o de ambos, informa el BM, “...podrían afectar profundamente la economía mexicana” (Ibid: 10). Es una advertencia de la mayor importancia dado que el país, en efecto, no está sobre la base de un genuino desarrollo económico endógeno, sino riesgosamente sujeto de “alfileres”: fundamentalmente el petróleo, las remesas y la continua venta de lo que queda del patrimonio nacional.

No obstante, por el momento, el panorama es alentador para el BM pues informa una ligera reducción de la pobreza extrema (no de la pobreza), al tiempo que confirma que los programas sociales del Gobierno cada vez más se han vuelto de carácter “pro-pobres”. Tal celebración deja ver que efectivamente se está reconociendo un grave problema de agudización de la pobreza en el país que, como no se planea resolver de modo estructural, debe ser “aliviado” con programas de tal naturaleza. Lo peliagudo del asunto es que el panorama sugiere agravarse cada vez más, sobre todo con la próxima liberalización del fríjol (2008) y la descontinuación total del programa gubernamental Procampo (Ibid: 38); de ahí que el BID venga implementando el programa de apoyo monetario condicional Oportunidades (Ibid: 9) y ejecute una evaluación del Procampo (ME-T1017), mientras que el BM hace lo suyo con el programa Contigo, entre otros, o tenga en línea una serie de préstamos y “asesorías técnicas”. Por ejemplo: “Poverty Programmatic II” (2005); “Rural Poverty Analysis” (2005); “Poverty Programmatic III” (2006); el “Indigenous Community Loan” (2007); “Social Development Policy Loan (Contigo)” (2008) o “Health for the Poor” (2007-2008).

Este último programa es de particular interés para abatir la eventual privatización parcial (aquellos servicios rentables) del sector salud que está presente en la agenda del BM desde el CAS 2002-2006 (Delgado y Saxe-Fernández, 2005). Los primeros pasos concretos se estaban discutiendo en junio de 2006 entorno a la pertinencia de implementar el programa Mexico Basic Health Care III del BM. La decisión de reactivarlo pronto ya ha sido tomada según señala en su reciente evaluación el BM (BM, 8 de enero de 2007: 15).

Desde luego el negocio es el meollo del asunto. De ahí que a pesar de que parece calcularse una explosión social de orden mayor, sobre todo en el campo, el BM contradictoriamente prepare para el periodo 2007-08 una asesoría para estimular el comercio agro-industrial y la electrificación del campo (útil a las agroindustrias no a la población que no tiene con que pagar el servicio), y otra, en ese mismo periodo, para explorar las posibilidades de privatización de las pensiones de trabajadores del Estado a través de lo que califica “Encuesta de Pensiones Estatales” (Ibid: 41). Remata con un programa, también anunciado desde el CAS 2002-2006 pero en lo concreto implementado junto al BID, para especular con el ahorro de los pobres. Así, con la privatización del Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros - Bansefi (proyectos: ME-M1012 y ME-4392 del BID, y PO87152 del BM) se busca apuntalar la liberalización del rubro de cajas de ahorro “popular” (Ibid: 5, 37).

En lo que respecta a infraestructura, la reforma a la Ley Nacional de Agua de 2004 que abre indiscriminadamente el sector hídrico a la inversión privada nacional e internacional (Delgado, 2005), es vista por el BM -junto con otras medidas- como un “progreso sólido” (BM, 8 de enero de 2007: 4). Progreso que desde luego se vincula con los millonarios proyectos del BM enfocados a la descentralización de la planeación de infraestructura y a su apertura y concesión a favor del sector privado nacional e internacional. Entre los más recientes esquemas del BM en materia de agua, se encuentran el Irrigation & Drainage Modernization por 300 mdd (2004) y el Modernization Water & Sanitation Sector por 25 mdd (2006). A ésos se planea sumar préstamos para el Integrated Management of Basins & Aquifers (2007); el Water Policy Development (2008) y el Water Rights (2008). Se incluye también una “asesoría” en Water Programmatic III” (2007-08). Todos al parecer avocados a la ingerencia directa en el acceso, gestión y usufructo directo de los recursos hídricos superficiales y subterráneos del país.

A los “éxitos” del BM, se añade el financiamiento del MetroBus (proyecto PO82656) a favor de empresas como Shell, Volvo o Cemex; el de desarrollo de energía eólica por parte de Electricidad de Francia y un socio local privado (Mexico Wind Umbrella - PO80104); entre otros casos. De la lista de empresas beneficiadas, sólo de proyectos del IFC en los últimos seis años, destacan Carlyle Mexico, BBVA-Bancomer, Grupo Copel, Grupo Posadas, Crédito y Casa, Lomas de Real, Su Casita, etcétera. [1]

En materia de educación, tal vez se pueda afirmar que se trata de uno de los principales frentes de acción del BM en los últimos años. Como describí recientemente, Fox comprometió en el último año de su gestión, una serie de lineamientos pro-privatizadores de la educación superior y la investigación científico-tecnológica por medio de una serie de préstamos con el BM que totalizaron 1,500 mdd y que se extienden incluso hasta el año 2014 (Memoria, septiembre de 2006).

Resulta llamativo que el BM nos informe que además de esas acciones, tenía planeado para 2005 un préstamo por 200 mdd para el Consejo Nacional en Ciencia y Tecnología (préstamo CONACYT II) que al parecer aún no se aprueba (BM, 8 de enero de 2007: 14).

El BM es conciente de lo “delicado” del asunto educativo en el país. Poco después de la huelga de la UNAM en 1999, cuando estaba operando a todo vapor un proyecto del BID por 180 mdd para la construcción de instalaciones y compra de equipo en la UNAM (préstamos 804/OC-ME y 001/SPQ-ME), así como para inducir reformas a planes de estudios de esa Institución en base a principios de competitividad, el BM calificaba a los estudiantes como una oposición férrea e irracional. En 2004 comunicaba que se tendría que, “...hacer un cambio en la cultura del sistema educativo mexicano, un cambio que tomará tiempo pero que puede comenzar durante el sexenio en curso” (Delgado y Saxe-Fernández, 2005). No es por tanto casual que en su evaluación de 2007, el BM reconozca que los “riesgos de implementación” del préstamo Tertiary Education Student Assistance (parte de los 1,500 mdd antes mencionados) sean “elevados” (BM, 8 de enero de 2007: 46).

En lo que respecta a ciencia y tecnología, el balance del BM precisa que aunque en efecto no se ha incrementado el gasto en esa área, los esfuerzos se están centrando en “reorientarlo y enfocarlo hacia sectores productivos que están siendo apoyados por la iniciativa [del BM] en Innovación para la Competitividad - APL 1” (Ibid: 35); una acción que seguramente se ampliaría, de aprobarse, con el Conacyt II.

El BM además aclara que tal competitividad será estimulada por la vía de la formación de “fuerza de trabajo calificada” (Ibidem) y por implicación, de ninguna manera mediante la formación de sujetos críticos con intereses “no-competitivos”. Y es que al parecer, para el BM y sus socios, el principio de la investigación con la finalidad de expandir nuestro entendimiento de los fenómenos y con el objeto de “meramente” contribuir con el cuerpo de conocimientos, es algo del pasado si ello no está vinculado con alguna finalidad comercial. La educación se ha tornado una mercancía y, la ciencia y la tecnología endógena un mecanismo para formar suficientes técnicos calificados que puedan mantener en marcha las empresas nacionales y extranjeras pero, y de ninguna manera, como fundamento para impulsar procesos de industrialización endógena.

Para el BM y los países metropolitanos detrás de éste, la “industrialización” de la periferia debe estar controlada, supeditada y subordinada a los intereses y dinámicas de las metrópolis de tal suerte, que los ciclos de industrialización en esos países sean cubiertos por actores extranjeros (multinacionales) o por la importación de máquinas-herramientas y demás tecnología.

Lo cáustico del esquema para una eventual y supuesta industrialización y “desarrollo de la competitividad” en México, propuesto por la vía de la canalización creciente de inversión extranjera directa, es que no existe referente histórico que compruebe la validez de tal mecanismo, sino todo lo contrario. Chalmers Johnson, ex-asesor de la CIA y de varias corporaciones multinacionales de EUA en materia de “capitalismo asiático”, lo expone nítidamente en las siguientes palabras: “...dejando de lado a la entonces Unión Soviética, los principales países desarrollados (Reino Unido, EUA, Alemania, Francia, Suecia, Bélgica, Holanda, Japón) y los países del este de Asia (Corea del Sur, Taiwán y Singapur), todos se hicieron ricos más o menos del mismo modo. Independientemente de qué tan justificadas eran sus políticas, en la práctica concreta, protegieron sus mercados domésticos usando altas barreras tarifarias y barreras ‘no-tarifarias’ al comercio...Todos estos países mendigaron, compraron y robaron tecnología de punta avanzada a países innovadores y luego aplicaron ingeniería en reversa y dirigieron sus recursos para mejorarla. Usaron el poder del Estado para apoyar y proteger capitalistas nacionales que tenían el potencial de convertirse en exportadores” (Johnson, 2004: 283).

Las cifras en términos de patentes otorgadas demuestran nítidamente, tanto el abandono del sistema científico-tecnológico mexicano, como la desnacionalización de la innovación. Para 2004, según datos de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, México registró ante ese organismo sólo 162 patentes a nombre de residentes y 6, 677 a nombre de no-residentes. Corea del Sur con un PIB similar al de México y sin una gota de petróleo, se adjudicaba ese mismo año, 35,284 patentes a nombre de residentes y sólo 13,784 a no-residentes (WIPO, 2006).

Es pues un panorama en el que efectivamente la función que se le ha otorgado, y que se le planea dar, a la educación superior como plataforma de desarrollo de capacidades endógenas es prácticamente nulo. [2]

A modo de reflexión final

Es claro que el esquema colonial que impone el trío FMI-BM-BID en México para mantener la estructura de subordinación y saqueo, no podría ser posible si esos organismos no contaran con la (mediocre) co-participación de la oligarquía nacional. El BM, desde su “Informe Haciendo Negocios”, reconoce en dicho sentido que, en lo que respecta a la acción de “proteger a los inversores”, México pasó “exitosamente” de la plaza 133va en 2006 al lugar 33vo en 2007 (Ibid: 37).

Dicha subordinación requiere no sólo de un análisis socio-político, sino tal vez inclusive sicoanalítico -tal y como Saxe-Fernández lo ha señalado en más de una ocasión. Y es que la oligarquía nacional parece estar dispuesta a “desvalijar” completamente el país, al fin y al cabo ésa tiene en el exterior las “moronas” que se apropió en el proceso de co-participación. Cuando el país estalle -y de seguir la tendencia, seguro estallará tarde o temprano-, la oligarquía mexicana se piensa en el “primer mundo”, justo ahí en dónde está la clase dominante metropolitana con la cual se siente más identificada. Entonces, el “negocio” de explotar y condenar a la miseria (en el mejor de los casos) a millones de mexicanos, habrá terminado. De ser así, la reconstrucción nos tocará a los que nos quedamos.

- Gian Carlo Delgado Ramos es doctor en Economía Ecológica. Miembro del programa “El Mundo en el Siglo XXI” del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México. Co-autor, con John Saxe-Fernández de “Imperialismo Económico en México: las operaciones del Banco Mundial en nuestro país” (Arena. México, 2005).

Fuente: Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM)
http://www.cadtm.org



Fuentes

AP. “Greenspan warns of likely US recession”. Associated Press. 26 de febrero de 2006.
Banco Mundial. Country Partnership Strategy Progress Report for the United Mexican States for the Period FY 05-08. Washington, 8 de enero de 2007.
Delgado, Gian Carlo. Agua y Seguridad Nacional. Arena. México, 2005.

. “El Banco Mundial en la agenda transexenal educativa y científico-tecnológica de México”. Memoria. No. 213. México, septiembre de 2006.
Delgado, Gian Carlo y Saxe-Fernández, John. Imperialismo Económico en México. Arena. México, 2005.

. “The World Bank and the Privatization of Public Eucation: A Mexican Perspective” The Journal for Critical Education Policy Studies. Vol 3. No.1. Reino Unido, marzo de 2005.

González. Luís Jesús. “Y se les fue la mano”. Globalización. IX Encuentro Internacional de Economistas. Edición No. 2. La Habana, 6 de febrero de 2007.
Johnson, Chalmers (2004). The Sorrows of Empire. Metropolitan. Nueva York.
Milenio. “Se reserva Ecuador derecho de pagar o no servicio de deuda”. Milenio. 1 de febrero de 2007.

Saxe-Fernández, John. “Calderón: La colonialidad en Davos”. La Jornada. México, 1 de febrero de 2007.

Stiglitz, Joseph. El malestar de la globalización. Santillana ediciones. España, 2003.
Toussaint, Eric. Banco Mundial: el golpe de Estado permanente. El Viejo Topo. España, 2006.

World Intellectual Property Organization - WIPO (2006). WIPO Patent Report. Statistics on World Wide Patent Activities. Ginebra, Suiza.

Zúñiga, Juan Antonio. “Con el aval de Fox, el BM financia plan para influir en el Poder Judicial. La Jornada. México, 19 de octubre de 2006.

Notas:

[1] Para una lista de los contratistas del Grupo del BM beneficiados por los programas implementados en México, véase: http://web.worldbank.org/external/default/main?menuPK=338435&pagePK=6402...

[2] Para una reflexión detallada de la ingerencia del BM en educación, ciencia y tecnología en México y sus implicaciones desde 1980, véase: Delgado y Saxe-Fernández, marzo de 2005.
https://www.alainet.org/es/active/16694
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