Ucrania como el “Waterloo” del Imperio del dólar

05/05/2014
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“Los Jefes tradicionales del Mundo son los banqueros ingleses y norteamericanos y en el mando mundial está la Dinastía de Rothschild. Con sus socios en el Banco de la Reserva Federal de EEUU, como la Dinastía Rockefeller y otros 8 socios banqueros, emiten la moneda: el dólar.
 
La Reserva federal es propiedad privada (de 10 agentes) y no es de la nación. Esta élite controla la moneda y los Bancos Centrales de casi cada país así como el FMI y el Banco Mundial y el Banco de Pagos Internacionales (BIS) en Basilea, Suiza. En 2006 Putin canceló a los Rothschild toda la deuda que tenía el país y con ello recuperó su soberanía. Al igual China es soberana en este sentido.
 
El Imperio del dólar y con ello el Imperio Rothschild está en problemas. Su infraestructura dispersa se está desmoronando. Lo que ocupa es la fuerza coercitiva (OTAN) para lograr mantener sometido las naciones al dólar. El Imperio del dólar, sin embargo, se está acabando. El dólar ha de dar un importante paso hacia atrás”.
 
El Consejo Ejecutivo del FMI aprobó en 2010 un nuevo sistema de distribución de cuotas y votos. Los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), en general y China en particular podrían aumentar notablemente el peso económico y político de los BRICS. Sobre esta base sería posible pensar en una moneda global basada en los Derechos Especiales de Giro del FMI. Sin embargo hasta marzo de 2013 el nuevo sistema no había entrado en vigor por estar pendiente la ratificación en los Parlamentos de varios países, incluido EEUU.
 
El visto bueno del Congreso estadounidense es imprescindible para concluir las reformas del FMI.  Pocos años después el viceministro de Finanzas ruso declaró que “algunos de nosotros ya están perdiendo la paciencia” por la demora en la ratificación de la reforma por EEUU.
 
En marzo de 2013 los BRICS, están dando los primeros pasos para lanzar una institución financiera global alternativa en contraposición al FMI y al Banco Mundial. En agosto de 2013 el Banco Central de China hizo un llamado por un nuevo ´Bretton Woods´ en el cuál el dólar sería desplazado como la primera moneda de reserva internacional. Con ello estaríamos ante el surgimiento de un nuevo orden monetario internacional con diferentes bloques económicos. El dólar perdería su estatus actual. Muchos dólares regresarán a EEUU con un efecto inflacionario al estilo de la República Weimar acompañado de su mayor depresión de la historia.
 
Probablemente surgirá la zona de Yuan/BRICS (el Renminbi será la moneda internacional y el Yuan la moneda doméstica), la eurozona, la disminuida zona del dólar (con un dólar interno que puede devaluar lo necesario y otro internacional). En un segundo plano, más  reducido, estaría el Yen y la Libra Esterlina. A partir de ello es posible plantear una convergencia en torno a una Moneda Mundial (Vea, Anthony Migchels, The dying dollar and the rise of a new currency order,www.realcurrencies.wordpress.com, 7de abril de 2013). .
 
Parece que estamos ante una coyuntura crítica de una guerra de monedas. Ya no es simplemente una competencia por mantener más bajo al tipo de cambio de las monedas para ser más competitivo como país. En los últimos diez años China, India, Rusia y otros países orientales han comprado activamente oro y lo han hecho por las mismas razones. De acuerdo con la agencia Bloomberg, un estado tendrá más soberanía conforme más oro tiene en el caso de desastres con el dólar u cualquier otra moneda de reserva.
 
Para China es a la vez una posibilidad de elevar el estatus del Yuan al de moneda de reserva global. El día que Rusia y China decidan deshacerse masivamente de sus reservas internacionales en dólares, vendiendo los bonos del Tesoro por debajo de su valor (dumping), el dólar colapsaría y el precio del oro se disparará. Lo anterior significa también que los Rothschild no solamente se están confrontando con Rusia sino potencialmente también con China y la India y otros miembros de la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO). El oro, en otras palabras, puede ser usado como un arma contra Occidente (Vea, Rusia y China se blindan con oro contra EEUU, en www.actualidad.rt.com, 12 de febrero de 2013).
 
 
Ya el año pasado se pudo apreciar una marcada competencia entre el Dólar americano, el Yuan chino y el Rublo ruso. China y otros países de economías emergentes están diversificando sus reservas fuera del dólar y comprando oro y por otro lado la élite bancaria de Wall Street y Londres están interviniendo el precio del oro a la baja. Hay intereses al más alto nivel para quienes es crucial que el precio del oro sea lo más bajo posible. Para mantener la (aparente) fuerza del dólar es preciso tener controlado al precio del oro. ¿Cómo lo hacen? La venta a futuro y la venta de certificados de oro sin respaldo alguno son parte de la explicación.
 
Desde 2004 se observaron movimientos que indican un comportamiento ilegal. Esta situación también se observó con la tasa de interés Libor. La tasa de interés interbancaria propuesta en Londres (LIBOR, por sus siglas en inglés), ha sido manipulada fraudulentamente desde 1991. Lo anterior se reveló apenas hace dos años. ¿Quiénes son los responsables por la actual manipulación del precio de oro? Las raíces más profundas y escondidas de la manipulación del oro, conducen al centro mismo del sistema: la Reserva Federal, el Tesoro de Estados Unidos, el Banco de Pagos Internacionales y el de Inglaterra entre otros megabancos, por lo que la serpiente no comenzará a comerse su propia cola (Vea, Bloomberg, Mercado de oro es manipulado,www.inteligenciafinancieraglobal.blogspot.com, 27 de febrero de 2014).
 
Una guerra de monedas contra los BRICS
 
A partir de mayo de 2013, las monedas de los grandes países llamados emergentes (India, Brasil, Rusia, África del Sur, Rusia, Turquía, Argentina…) han sido sometidas a ataques especulativos y han perdido en ciertos casos hasta más del 20% de su valor. ¿Qué está pasando? La Reserva Federal de EE.UU ha revertido su política de “dinero fácil” (quantitative easing) de emisión monetaria que inició en 2008. QE consistía en una modalidad de que la Fed comprara valores respaldados por hipotecas, es decir, los activos tóxicos de los bancos privados para así salvarlos.
 
A raíz de la crisis financiera de 2008, la Reserva Federal ha inyectado un total de 3.3 billones de dólares sin respaldo en los bancos. Las bajas tasas de interés no han animado a los inversores a invertir y producir el crecimiento en Estados Unidos. Los grandes ganadores de la política monetaria de Estados Unidos con los planes de flexibilización cuantitativa han sido los mercados especulativos. Buena parte del dinero había sido utilizado por bancos e inversores como capital ficticio parasitario (la bolsa de valores, los bonos del Tesoro, etc.).
 
De esta forma han contribuido a una nueva ola especulativa en el mercado de bonos y la bolsa de valores, como puede verse en la siguiente figura. El resultado en el corto plazo ha sido la concentración progresiva de la riqueza. En el mediano plazo esta nueva ola especulativa conllevará a otro colapso financiero.
 
Sin embargo, no todo ese capital sin respaldo (QE) se fue para la bolsa de valores o el mercado de bonos. Parte de ello lo invirtieron también en los nuevos mercados emergentes, es decir, en la economía real de los países periféricos. Desde 2008 los inversores buscaban cómo invertir este capital ficticio en mercados emergentes. Ahora bien, estos estímulos se reducen drásticamente en los primeros tres meses del año 2014.
 
La compra de bonos públicos sin respaldo baja en tres meses de 85 mil millones de dólares en enero a 55 mil millones en marzo de 2014. Este ajuste en la política monetaria y la expectativa de mayores tasas en EE.UU, han llevado a un cambio en el flujo internacional de capitales. Las inversiones en los países emergentes disminuyen y hay un flujo de regreso. Cuando en estos flujos de capital prevalece el ´capital golondrino´ (depósitos a corto plazo, por ejemplo), la posibilidad de la especulación y una crisis consecuente son más grandes.
 
Cuanto más especulativo sea el carácter de estos flujos de capital, tanto más expuesto está un país a retiros masivos con la devaluación repentina de la moneda (Vea, Laura Jepson Why emerging countries are not collapsing.www.globalriskinsights.com; y CIGES, Coyuntura Económica Argentina, Marzo 2014www.ciges.org.ar. Marzo 2014.
 
Mayores salidas de capital al igual que menores saldos comerciales imponen presiones en las reservas nacionales y debilitan las balanzas de pago de los países periféricos. Por ello muchos países periféricos y no en último lugar los BRICS se han visto obligados a devaluar sus monedas y alzar las tasas de interés internas. Entre febrero de 2013 y de 2014 la devaluación de la moneda en Argentina fue de 56%, en Turquía y Sudáfrica 23%, en Brasil y Rusia 22%, en la India 16%, etc.  Las devaluaciones suelen tener impactos negativos en la  inflación así como en los servicios de deudas públicas y privadas en moneda extranjera (CIGES, Ob. Cit.).
 
La reducción repentina del dinero fácil por la Reserva federal, seguida en marzo de 2014 por el Banco Central de Europa, busca desestabilizar en primer lugar el Rublo ruso, pero colateralmente las otras monedas de los países emergentes frente al dólar y al euro, creando un caos internacional. Al devaluar el Rublo, a Rusia no le queda de otra que aumentar sus tasas de interés. Esta arma es menos directa que una confrontación militar o la imposición de sanciones económicas más o menos drásticas. Ahora el turno es para los países emergentes y sobre todo los BRICS.
 
Los bancos centrales de los países emergentes acumularon enormes reservas internacionales para tiempos duros y están mejor preparados que en los noventas. Las grandes naciones emergentes con un fuerte superávit están en condiciones de castigar duro a los países fuertemente endeudados como EEUU y el Reino Unido, afirmó David Bloom, jefe de monedas de HSBC. La causa es sencilla, afirma, basta herir a Rusia o a China y el impacto de la venta masiva de los bonos del tesoro tendrá un impacto devastador en esas economías centrales endeudadas (Vea, Jim Sinclair, Putin tiene la bomba nuclear económica, enwww.yahel.worldpress.com, 17 de marzo de 2014).
 
Una venta coordinada y masiva de las reservas internacionales crearía un efecto bumerán contra el dólar y causaría eventualmente su colapso. Cuando bajo circunstancias ´normales es difícil que se dé una política coordinada de ´dumping´ de reservas internacionales en dólares en la modalidad de bonos del Tesoro, la crisis en Ucrania podría ser el factor aglutinador para que esto efectivamente suceda. En este contexto, la delegación china en Alemania en marzo de 2014, con la presencia del presidente Xi Jinping,  advirtió a Occidente de no aplicar sanciones económicas contra Rusia ya que tales medidas podrían generar una reacción en cadena muy difícil de controlar, refiriéndose a la venta masiva de los bonos del Tesoro de EEUU (Vea, Jim Sinclair, Ob. Cit.; Gary Dorsch, Cold war ´lite´ the battle over the russian ruble,www.marketoracle.co.uk , 21 de marzo de 2014 y; Noah Barkin y Andreas Rinke, China warns of dangerous Russia sanctions ´spiral´,13 de marzo de 2014, www.marketoracle.co.uk).
 
En la actualidad muchas economías emergentes, paradójicamente, son tildadas de “frágiles” por los principales medios de comunicación y grandes fondos de inversión internacionales, cuando la mayoría de ellas y sobre todo los BRICS han sido y siguen siendo las economías reales impulsoras del crecimiento global. Los BRICS reivindican un cambio en el orden global financiero. Trátase de un cambio en el orden financiero y no el sistema como tal. Los BRICS están intentando cambiar las balanzas a su favor.  Con ello la permanencia del dólar como moneda internacional de cambio y moneda internacional de reserva está en discusión.
 
La opción de los Derechos Especiales de Giro del FMI como posible alternativa no es una opción para los BRICS mientras no tengan mayor injerencia en las decisiones del FMI. La posible creación de una moneda propia de los BRICS podría cambiar el orden financiero actual. (Vea, Ricardo Cuto dos Santos, ¿Podría una moneda BRICS destronar al dólar?http://actualidad.rt.com 3 de enero de 2014).
 
Amenaza de guerra mundial para crear un gobierno global
 
En el siglo pasado cada crisis internacional de envergadura ha terminado en la consolidación de un mayor poder mundial en manos de una pequeña élite financiera y esto no fue accidental. Las dos familias que se dice que han manejado y manejan aún el mundo son la Familia Rothschild y la Familia Rockefeller. La Familia Rothschild es una dinastía de banqueros que hizo su gran fortuna al conocer antes que nadie el resultado de la batalla de Waterloo y compró cuando toda Inglaterra daba por perdida la gesta de Wellington y los precios de los bonos estaban por el suelo. Luego vendió en la euforia que siguió a la derrota del emperador Napoleón y la fortuna estaba hecha.
 
Los aliados ganaron la batalla de Waterloo, pero realmente fue Rothschild quien la ganó. Durante la Guerra Civil de Estados Unidos entre 1861 y 1865, los Rothschild financiaron a ambos bandos enfrentados. La historia del capitalismo muestra que la mayoría de las guerras ha sido provocada y controlada por la élite financiera, manipulando gobiernos de ambos lados a fin de obtener un resultado preconcebido.
 
El ascenso del Nacional Socialismo en Alemania, por ejemplo, fue financiado en buena medida por corporaciones estadounidenses, incluyendo empresas del imperio Rockefeller. Los mismos banqueros que financiaron a los Nazis también aportaron fondos para la revolución bolchevique y estas dos ideologías fueron contrapuestas posteriormente en un conflicto que hoy en día llamamos la Segunda Guerra Mundial, como plantea Brandon Smith citando a Antony Sutton en su libro Wall Street and the Bolshevekin Revolution. (Vea, Brandom Smith Ukrania Crisis: Just another globalist-engeneered powder kegwww.alt-market.com, 10 de marzo de 2014).
 
Esta élite bancaria aún hoy controla el mundo y para ello sigue sirviéndose de guerras, crisis y revoluciones. El Banco de Pagos Internacionales (B.I.S. por sus siglas en inglés), es el banco central de los bancos centrales que   define las políticas de todos. A partir de 2008 pasamos del rescate financiero de los grandes bancos a la crisis de la deuda soberana de los países. La incapacidad de pago de la deuda soberana a su vez pone en peligro la soberanía de los países, meta final de la élite bancaria.
 
Hoy estamos de nuevo ante una crisis mundial de envergadura con amenazas de guerra y, a cien años de la Primera Guerra Mundial, la pregunta lógica es si vuelve a darse el mismo fenómeno o si más bien se agotaron las condiciones objetivas para que esta  élite financiera se salga otra vez con la suya.
 
Brandon Smith ya señalaba hace tiempo que la elite financiera global de Wall Street y la City de Londres buscan un suceso suficientemente impactante para generar una situación que sirva de pretexto para acabar con el dólar como moneda internacional y sustituir el dólar por los Derechos Especiales de Giro del FMI. Sin embargo, el FMI no tiene el dinero ni el oro suficiente, ni tampoco el apoyo de los BRICS mientras no haya una cuota de poder que responde a la situación real de las economías en el mundo.
 
Hay un amplio acuerdo internacional de que el dólar de EEUU que se comercializa internacionalmente debe convertirse en una moneda independiente de cualquier nuevo billete del Tesoro emitido por la república de los Estados Unidos, sin tener que devaluar los dólares en poder internacional. Los únicos que se oponen  a esto son las familias que poseen el régimen actual del dólar y quienes quieren seguir como están. Procuran así implementar un sistema monetario global bajo el control de esta élite a través del FMI y acabar con la soberanía de cualquier Estado, incluyendo al mismo EEUU.
 
La crisis en Ucrania presenta aparentemente una oportunidad bajo la amenaza de una Tercera Guerra Mundial obtener su objetivo.
 
No basta, sin embargo,  para semejante proyecto, que la elite financiera global domina la “industria bancaria” y la mayoría de los políticos; también necesita obtener la opinión pública de su lado. Lo que quiere provocar es un suceso tan impactante que el gran público de ambos lados del Atlántico e incluso de Eurasia (Rusia y China) pida a gritos un gobierno global manejado por esa élite.
 
Para crear ese espacio una vez más buscan contraponer dos potencias a punto de una guerra que amenace con provocar una tragedia a escala mundial. En el momento más crítico esperan que una ´comunidad internacional´ suficientemente amplia de ambas bandas apele a esta gobernabilidad global para evitar el desastre mundial.
 
La justificación sería que: mientras continúe existiendo el concepto de Estado-Nación, las guerras no desaparecerán y sólo se logrará la paz con un Estado Global. El caos mundial sería la forma para generar un nuevo ´orden´. La vieja elite financiera pretende aparecer así como los salvadores de la humanidad. Un gobierno global privado con el dinero global, sin mediación de Estado-nación alguna, no sólo maneja las finanzas globales sino acabaría con toda soberanía nacional, hasta la de EEUU. Los medios masivos controlados por esa élite financiera nos comunicarán que un colapso de todo el sistema está en juego.
 
La guerra contra Siria, inevitablemente hubiese conllevado a una guerra entre Oeste y el Este. Lo que con dicha guerra, sin embargo, no se lograría sería obtener la alineación de una comunidad internacional suficientemente amplia para pedir a gritos una gobernanza global supuestamente capaz de evitar otra guerra mundial.
 
La forma como llevó Occidente a cabo la crisis en Ucrania, en esencia, es copia de cómo provocan una crisis en Libia, Siria o Venezuela. Una crisis provocada en Ucrania, sin embargo, se vislumbra directamente como una confrontación entre Este y Oeste con una amenaza de guerra devastadora a escala mundial.
 
La crisis provocada en Ucrania y Crimea deberían servir como una cortina de humo para obligar a la Unión Europea a firmar el Tratado de Libre Comercio entre EEUU y la UE e imponer ante rusos y chinos un nuevo sistema monetario global manejado por la elite financiera. Los medios masivos controlados por la élite financiera nos comunicarán para lograrlo que un colapso de todo el sistema podría estar en juego. (Vea, Brandom Smith, Ob. Cit.).
 
El golpe de Estado en Ucrania, otro fracaso geopolítico
 
La justificación del gobierno de Obama para apoyar el golpe de Estado en Ucrania con un telón de fondo de violencia callejera televisada y dirigido por fascistas locales se derrumbó ya el 5 de marzo de 2014 con una llamada telefónica “hackeada” entre la jefe de asuntos exteriores de la UE Catherina Ashton y el ministro de exteriores de Estonia, Urmas Paet. En dicha llamada se reveló que los francotiradores que dispararon contra manifestantes en la Plaza Maidán en Kiev no estaban alineados con el presidente Viktor Yanukovych, sino con los propios dirigentes de las manifestaciones. Como el equipo de Obama había utilizado la muerte de manifestantes para justificar su apoyo al nuevo gobierno impostor, ahora resulta que miembros del nuevo gobierno están implicados en la matanza de civiles inocentes.
 
Con ello, el apoyo de Obama a los conspiradores del golpe en Kiev queda comprometido. Lo anterior no dejó de arruinar el plan del gobierno de remover a Rusia de Crimea y expandir la OTAN hacia Ucrania. (Vea, Mike WhitneyEl gran titiritero Brzezinski, www.rebelion.org 11 de marzo de 2014)
 
Durante la crisis en Siria, el Reino Unido retiró su apoyo y dejaba a EEUU en una situación incómoda. La historia se repite en Ucrania.  El Reino Unido no apoyaría tampoco la imposición de sanciones económicas significativas que EEUU quiere imponer a Rusia. La razón es muy clara. Hoy en día la City se financia ampliamente con haberes rusos que están evaporándose, como demuestra una nota interna de Downing Street que se filtró en Londres por la prensa británica.
 
Con eventuales sanciones económicas no sólo el Reino Unido, se verá afectado, sino lo mismo pasaría también a los intereses económicos de Alemania, Italia, los Países Bajos, Polonia y Francia. Transnacionales como BP, Shell, ENI, Volkswagen, Siemens, Deutsche Telecom, Unicrédit –y ciertamente muchas más– quedarían afectadas. Para Estados Unidos la situación no luce tan complicada, aunque varias transnacionales, como Exxon–la segunda empresa más importante de ese país–, Coca Cola y Continental, tienen haberes considerables en Rusia (Vea, Thierry Meyssan, John Kerry no tiene una política solo tácticas, www.voltaire.org17 de marzo de 2014).
 
Con la actitud desafiante y prepotente de Bruselas y Washington, los occidentales están quedando en ridículo al no poder adoptar ninguna sanción económica significativa contra Moscú. Rusia respondió muy hábilmente, tomando Crimea sin disparar un tiro y dejando a sus adversarios con los serios problemas económicos y políticos de Ucrania. Paul Craig Roberts, ex secretario del Tesoro con Reagan, adujo que las sanciones de EU contra Rusia acelerarían el desarrollo de los BRICS, los cuáles en semejante coyuntura pueden crear su propia moneda.
 
Las sanciones del G7 fracturarían al G20 frente a los BRICS, la nueva bipolaridad regional del siglo XXI. La gran perdedora sería el proyecto de la economía global y con ello la   élite de Wall Street y la City de Londres (Vea, Alfredo Jalife, Post Crimea: G7 frente a los BRICS, La Jornada, 16 de marzo de 2014).  El regreso de Crimea a la Federación Rusa y el voto masivo de la población a favor de ese paso han confirmado el fracaso total de los planes de Estados Unidos y su principal objetivo: sacar a los rusos de Sebastopol y cerrarles a la vez la puerta del Medio Oriente.
 
Más allá de la cacofonía desinformativa de los multimedia occidentales, Red Voltaire (18/3/2014) adelanta que existe un acuerdo tras bambalinas entre EEUU y Rusia sobre tres aspectos fundamentales: 1) la redacción de una nueva constitución en Ucrania, que definirá los siguientes parámetros: el idioma ruso será oficial junto al ucranio y las regiones dispondrán de amplia autonomía; 2) la federación protegerá a los rusófilos de la parte oriental de Ucrania, y 3) la neutralidad de Ucrania entre Estados Unidos y Rusia, la cual epitomizará, a juicio de  Alfredo Jalife- Rahme (La Jornada, 19 de marzo de 2014) su finlandización de facto.
 
Ucrania como el ´Waterloo´ del Imperio del dólar
 
En la opinión de autores como Jim Willie (Ukraine as the U.S. dollar Waterloo-Immediate  Petro-Dollar risk, 6 de marzo de 2014,www.marketoracle.co.uk), Ucrania podría resultar como el “Waterloo” del equipo de Obama y los banqueros de Wall Street, el verdadero poder tras  del trono. La política exterior de su tercer mandato de Putin es la Unión Económica Euroasiática.
 
Mientras haya una escalada del conflicto, Rusia ni China cooperaran con un gobierno global con una moneda  global propuesta por el FMI y basada en una canasta de monedas y menos cuando sea manejada a través del FMI por la élite financiera de Wall Street y la City de Londres. Ante una eventual amenaza  militar y/o sanciones económicas de cierta envergadura,  los rusos y chinos  tendrán una respuesta financiera contundente: el rechazo total al dólar mediante  un “dumping” masivo de  los bonos del Tesoro de EEUU. Ello funcionaría como una bomba nuclear en el mero centro de Manhattan. La mitad de dichos bonos está en manos extranjeras y  el 30%  en manos chinas y rusas.  Como puede observarse en el gráfico abajo la tenencia de bonos del Tesoro (Treasuries) en manos extranjeras ya muestra un sensible bajón desde la crisis en Ucrania.
 
Rusia se encuentra a un paso para dejar colapsar la economía estadounidense y en la opinión de Jim Sinclair, consultor en material de ´commodities´, faltaría que el presidente Obama haga un paso en falso en torno a Ucrania para que esto realmente suceda según una entrevista con Greg Hunter (Supervisor de las reservas en oro de EEUU) el día 17 de marzo de 2014 (Vea, Jim Sinclair: Russia is one move away from collapsing U.S. economy,   www.examiner.com, 17 maart 2014). El  impacto mundial del colapso del dólar como moneda internacional de cambio y de reserva, será devastador mucho más allá de las fronteras estadounidenses.
 
Para protegerse del caos internacional en materia monetaria, Rusia está invirtiendo en oro y bien podría exigir pagos en oro por el gas que exporta a Ucrania y, de escalar las cosas, hasta a Europa. El oro hace años ha  ido masivamente del Oeste  al Este y sobre todo hacia China como puede observar en el siguiente gráfico. La India es el segundo importador de oro en importancia en el mundo, pero también Japón importa oro masivamente. El oro podría ser la base de una  nueva moneda de la Unión Económica Euroasiática o al menos ser parte importante de  la misma. En tal caso la élite de Wall Street no lograría su objetivo de instaurar un gobierno global con una moneda global. Más bien sería el triunfo de los BRICS para lograr un mundo multipolar.
 
El Financial Times del 15 de marzo citó a un ex funcionario del Departamento de Estado, Strobe Talbott: “La ironía es que el sector bancario ruso ha hecho avance bastante bueno al conectarse al sistema global. Eso quiere decir que es vulnerable y a la vez es una buena palanca para hacer presión”. Liam Halligan del Telegraph de Londres señala que los bancos de Occidente tienen 242 mil millones de dólares expuestos en Rusia, comparados con solo 160 mil millones que tienen los rusos en Occidente.
 
El artículo de Financial Times también informó que las compañías rusas han sacado miles de millones de dólares de los bancos occidentales, particularmente de Londres, anticipándose al congelamiento de esos fondos a consecuencia de la Crisis de Ucrania. Una segunda noticia caliente es que se vendieron desde el 1 de marzo 105 mil millones de dólares en valores del Tesoro que provienen de las cuentas extranjeras bajo custodia de la Reserva Federal. No se pudo determinar a la fecha que estas colocaciones hayan sido rusas o de otras naciones periféricas en busca de defender sus monedas contra la especulación (Vea el gráfico siguiente).
 
El fracaso de la geoestrategia de Occidente; Eurasia resurge
 
En medio de las crisis internacionales de Siria y Ucrania, EEUU dejó de ser el ´puerto seguro´ para los inversionistas, como podrán observar en el gráfico siguiente. Hay una fuga masiva de los inversionistas hacia el oro físico. El precio del oro subió un 14% en los dos primeros meses del año 2014 (vea el gráfico subsiguiente) y la expectativa es a la alza. Los especialistas estiman que el precio del oro hacia finales del año 2014 estaría un 80% por encima del nivel de enero, aunque hay otras estimaciones mucho más impactantes.
 
Lo anterior otorga a los países que invirtieron en oro físico, no sólo la posibilidad sino incluso la conveniencia de vender masivamente los bonos del Tesoro. La quiebra de los mercados de los bonos del Tesoro será la consecuencia, hecho que a su vez hará disparar el precio del oro. Los bonos, las acciones, los certificados de oro y toda la economía de papel, se desplomará, hecho que a su vez hará disparar el precio del oro. Será un colapso del Dólar sin salida para la élite de Wall Street y la City de Londres de controlar su propia moneda y de crear el gobierno global.
 
El gobierno estadounidense no tendrá de otra que introducir un dólar republicano que dejaría de tener la calidad de moneda internacional de cambio y de reserva. Una cadena de devaluaciones del nuevo dólar sería el siguiente paso. EEUU entraría a la categoría de país subdesarrollado. (Vea, Jim Willie, Ob. Cit.).
 
En su libro El gran tablero mundialla supremacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos, publicado en 1997, Zbignew Brzezinski, ex consejero de seguridad nacional, revelaba con cínica franqueza las razones profundas de la estrategia islámica de su país. Según Brzezinski, la presa principal que Estados Unidos espera obtener es Eurasia, vasto conjunto que se extiende desde el oeste de Europa hasta China a través del Asia central.
 
Desde el punto de vista estadounidense, Rusia parece destinada a ser el principal problema. Estados Unidos trata de impedir que Rusia alcance la supremacía. La política americana apuntaba por otro lado simultáneamente al debilitamiento de Rusia y la ausencia de autonomía militar de Europa. De ahí la ampliación de la OTAN a los países de Europa central y oriental, para perennizar la presencia americana.
 
La geopolítica de una maniobra Euro–Atlántico de Brzezinsky se lanzó como una estrategia de EE.UU. para el Medio Oriente, pero aterrizó, como un Caballo de Troya, en la llamada Euromaidan de Kiev (Vea, Umberto Mazzei,  Roxanne Zigon,  espanol-bounces@other-news.info14 de marzo de 2014).Quienes hacen la política en Bruselas tienen sus mentes controladas por Washington y el paradigma de Brzezinsky fracasó, al considerar a Ucrania como “un reducto occidental que impide la reencarnación de la Unión Soviética”. Sin Ucrania Rusia cesaría de ser un imperio.
 
Brzezinsky, desafortunadamente, enseñó bien cómo odiar y temer a Rusia, pero, por suerte, su legado geopolítico es anticuado, porque el mundo ´moderno´ no soporta vivir dos conceptos opuestos al mismo tiempo: mundialismo unilateral vs diversidad del diálogo civilizado.
 
La fórmula de defensa europea capaz de contrarrestar la hegemonía americana en el Viejo Continente pasaría por un eje anti-hegemónico París-Berlín-Moscú. En realidad, a través de las opciones que escogieron con asesores como Brzezinsky, los estadounidenses parecen haberse equivocado en todas las regiones del mundo que debían servirles de base. Les ha traído un fracaso político tras otro (Vea, André Chamy, El Eje de la Esperanza, de Pekín a Beirut, pasando por Moscú, Teherán y Damasco, Red Voltaire, 10 de marzo de 2014).
 
Crimea es una pieza perdida en el gran tablero de la OTAN. Crimea ya fue objeto de la ambición anglo-sajona en la Guerra de Crimea (1853 – 56) pero quedó rusa. Cuando Kruschev la anexó a Ucrania, fue como República Autónoma.  Después del Golpe de Estado en Kiev, el gobierno local rechazó los intentos de invadir Crimea con matones mercenarios y de crear una rebelión de los tártaros locales.
 
El gobierno “de facto” en Kiev comenzó entonces a hablar de una invasión rusa de la Crimea. La prensa y los gobiernos de la OTAN querían ignorar que Crimea es la base de la flota rusa del Mar Negro y que de acuerdo al tratado Ruso-Ucraniano de 1997, hasta el año 2040, Rusia tiene derecho a mantener allí hasta 27 mil hombres.
 Ucrania será la próxima pieza sin que Rusia tenga que mover sus tropas. En Ucrania se tomó el poder con la invasión del Parlamento por matones armados, que causaron la fuga de la mayoría de los parlamentarios del gobierno.  Luego, bajo evidente amenaza y tal vez con sobornos llevaron al resto a destituir al Presidente en una súbita sesión, sin siquiera juicio.  Los gobiernos de la OTAN reconocieron enseguida al previsto “gobierno provisional”. Ahora lo que hay es un problema de tres colas para los conspiradores euro–americanos: a) cómo salvar sus intereses económicos en Rusia; b) cómo castigar a Rusia; c) cómo expandir la integración europea. Parece que Occidente tiene pocas piezas sobre el tablero de ajedrez (Vea, Nil Nikandrov, Estados Unidos contra Venezuela: la guerra fría se calienta,  Red Voltaire, 12 de marzo de 2014).
 
El clima político en Ucrania se pondrá pronto peor, porque las reservas de Ucrania ya habían bajado de US$17,8 millardos a 15 millardos en las últimas cuatro semanas.  La deuda por gas de Ucrania con Rusia en este momento es de US$1,5 millardos. Estados Unidos y la Unión Europea no tienen la voluntad política para apoyar económicamente a Ucrania y evitar que se derrumbe.
 
El verdadero problema para Ucrania es el caos financiero que se aproxima. Un default y un colapso financiero ucraniano están a la vista. Ello tendrá un efecto devastador en la atmósfera ya muy tensa de Ucrania y netamente desfavorable para Occidente (Vea GEAB 83, marzo de 2014).
 
Con el referéndum en Crimea, por vez primera un pueblo ex soviético decide libremente reconocer la autoridad de Moscú. Lo que ahora temen los occidentales es que ese hecho tenga un efecto comparable a la caída del muro de Berlín, pero en el otro sentido. La ministra de Relaciones Exteriores de Transnistria ya está haciendo una gestión en esta dirección¿Qué impide que Estados miembros de la OTAN –como Grecia– o simplemente miembros de la Unión Europea –como Chipre– sigan ese mismo camino?
 
Se disolvería así el campo occidental y se hundiría en una fuerte depresión… como la Rusia de Yeltsin. Se plantearía entonces la supervivencia de Estados Unidos. La Unión Europea teme que sus actuales clientes puedan sentirse atraídos por la libertad y las posibilidades financieras de Moscú (Thierry Meyssan, ¿Será la pérdida de Crimea la primera de una larga serie?, Red Voltaire, 24 de marzo de 2014).
 
Al fallar Occidente, la causa de la crisis financiera global y el caos económico mundial plausiblemente será atribuida a la deuda gigantesca de EEUU basada en el dólar como moneda internacional de reserva colapsada. La causa del colapso financiero mundial bien podría ser atribuida a la política de la Reserva Federal de (dejar de) imprimir dólares sin respaldo.  El caos político militar se adjudicará a Occidente en general y a EEUU en particular.
 
La élite de Wall Street y la City de Londres en Ucrania han creado su propio ´Waterloo´ al caer el Imperio de Dólar sin lograr crear su gobierno global que acabaría con toda soberanía nacional. El contexto geopolítico mundial que resulta favorece un mundo multipolar. La Unión Europea y Japón, al no tener la menor autonomía de decisión y compromiso, se ven sacudidos por esta oleada de la historia sin proyecto claro. Finalmente no les quedará de otra que integrarse a este mundo multipolar que deja el timón fuera de las manos de Occidente.
 
24 abril, 2014
 
Wim Dierckxsens, sociólogo y economista holandés
 
https://www.alainet.org/en/node/85259
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