El miedo resucitó la candidatura de Quijano

10/03/2014
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La estrategia de comparar Venezuela con El Salvador logra que el candidato de oposición recupere unos 400, 000 votos. También se suman la ausencia de los expresidente Flores y Saca que en la primera ronda fueron clave
 
A la pregunta: ¿Por qué ARENA ha obtenido unos 400, 000 votos más que en la primera vuelta de las elecciones? El presidente del partido, Jorge Velado responde con cuatro argumentos: el primero es que cambiaron drásticamente la estrategia de campaña que comenzó con un giro en el mensaje que el candidato Norman Quijano pronunciaba en cada discurso en público y en la publicidad pautada en los medios de comunicación masiva; el segundo es que trabajaron intensamente los territorios al poner en primera fila de lucha a sus alcaldes quienes lanzaron las redes para pescar los votos que la derrota en la primera ronda del expresidente Elías Antonio Saca dejó huérfanos; la tercera es que la población está cansada de los insultos que el presidente Mauricio Funes hace contra la oposición en cada acto y los sábados en su programa en Radio Nacional; el cuarto es que los electores les han tomado la palabra y no quieren que El Salvador se parezca a Venezuela.
 
El replanteamiento de la estrategia inició cuando los alcaldes y la dirigencia se sentaron en la sede del COENA para preguntarse: ¿quién es el culpable de que el candidato haya perdido? La derrota había sido desastrosa: 1, 305, 462 votos del oficialismo contra 1, 039, 275 de la oposición. En dicha reunión los reclamos sonaban en varias cuadras a la redonda y ambos se cobraron las deudas: los ediles se habían sentido excluidos en la primera vuelta, no fueron escuchadas sus sugerencias; los líderes reclamaban que no hubo el involucramiento requerido para la ocasión. Días después de la reunión Quijano tenía claro un propósito: sacudirse la sombra del expresidente Francisco Flores como principal estratega de la campaña era necesario, es decir debía bajarle intensidad al mensaje beligerante sin parecer que había perdido fuerzas para enfrentarse a sus adversarios políticos. Fueron cuatro semanas en la que la figura del exmandatario prácticamente se difuminó a fuerza de negaciones: todos repetían que el caso del exmandatario era cosa del pasado o, en el caso de los fundadores, pedían un castigo severo para el hombre que ha sido acusado de unos cinco delitos por la presunta apropiación de millonarias donaciones de Taiwán al país. Otros militantes como el excandidato a la presidencia, Rodrigo Ávila han señalado que la culpa está en que haya montado una campaña “pésima, terrible”.
 
El atizador del caso Flores fue el presidente Mauricio Funes que desde principios de 2013 se ha dedicado a denunciar los presuntos casos de corrupción atribuidos a miembros o exfuncionarios del principal partido de oposición que han fungido en cargos públicos desde 1994 hasta 2009. En la lluvia de acusaciones se han mojado las figuras más destacadas de ARENA como la diputada Ana Vilma de Escobar y hasta el mismo Quijano con el supuesto aprovechamiento de fondos públicos para construir un pozo en una propiedad de su ex esposa, Flor de María González. En las últimas dos semanas simplemente le han restado importancia a lo que el mandatario señala, con lo que evadían la complicada tarea de confrontar a un actor hábil en el manejo del lenguaje y capaz de aplastar a sus adversarios. También ha desaparecido del mapa mediático el estratega contratado en la primera semana de diciembre del año pasado, Juan José Rendón que en los días previos se había enfrascado en un enfrentamiento legal contra Funes.
 
“Una parte del voto de Unidad, indudablemente ha votado por ARENA y otra por el FMLN”. Esta es una de las conclusiones del efemelenista Marcos Rodríguez explicada en un programa televisivo. El 2 de febrero el expresidente Saca dejó de existir como candidato. El que había prometido ahogar a Quijano en la primera únicamente logró 305, 294 votos, de los que puede deducirse que una buena parte migró con la oposición. El escenario, de acuerdo a Rodríguez, es el que había destruido al arenero: en la primera la derecha estaba fragmentada en una tercera fuerza que pujaba por un mejor puesto y dos partidos pequeños con discurso militarista. “En términos generales hay una recuperación del voto conservador”. El miércoles 5 de febrero el diputado de Gana, Guillermo Gallegos – uno de los partidos que formaba la coalición Unidad – decía que estaban mucho más cerca del proyecto de gobierno del FMLN que del partido que desertaron en 2009.  “En ARENA hay una crisis grave, si fuera miembro exigiría la salida de algunos líderes”. En el mismo tono hablaron muchos ex areneros que veían a Sánchez Cerén como el hombre más cercano al expresidente 2004 – 2009.
 
Rodríguez, sin embargo, ha considerado que los electores respondieron más a la campaña de miedo – que antes apelaba a las pandillas como el demonio más grande - en la que El Salvador iba a convertirse en otra Venezuela e iba a haber atentados a la institucionalidad, que ha coincidido con la versión de Velado: “El salvadoreño quiere vivir en paz y al darse cuenta que El Salvador es candidato a que suceda lo que en Venezuela, parte de los indecisos se inclinaron por Quijano”. Ana Guadalupe Martínez, secretaria adjunta del PDC –  ex miembro de Unidad – también llega a la misma conclusión: “Lo que los ha beneficiado es la duda implantada hacia el FMLN sobre el sistema de libertades”.
 
La campaña de temor ha logrado que Quijano haya ganado 1, 483, 724 ante 1, 490, 264 votos de Sánchez Cerén en el conteo preliminar registrado por el Tribunal Electoral (TSE). La ventaja tan estrecha los ha llevado a denunciar un supuesto fraude y a convocar marchas para reclamar el triunfo.
 
Martes, 11 Marzo 2014 
 
 
Foto: ContraPunto
https://www.alainet.org/en/node/83802
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