Venezuela

Lo primero es lo primero: patria, soberanía e independencia

Gaspar Velásquez Morillo

16/04/2013

Opinión

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Le resulta frustrante al imperio estadounidense y mundial volver a fracasar una vez en sus innumerables intentos y modalidades por hacer añicos la Revolución Socialista Bolivariana, pero otra vez enVenezuela sale derrotado.

La Revolución Bolivariana fue la última del siglo XX y la primera del siglo XXI e impactó al mundo entero con sus nuevos códigos, análisis y praxis militante, levantando la fe donde había desesperanza, frustración, apatía y generó la confianza a los pueblos del mundo y movimientos políticos, sociales con emprendimiento y dando el ejemplo, motivación con certeza de que si se puede ir a la búsqueda de un mundo mejor.

En vida del artífice y líder de la Revolución Bolivariana, el Comandante Supremo y Eterno, Hugo Chávez Frías, el imperio diseñó disímiles estrategias para salir de él; con el agravamiento de su salud, los gringos aceleraron sus planes del desmantelamiento de dicha Revolución. Mayor fue el júbilo del Imperio y de los pitiyankis en Venezuela con el fallecimiento del Cmdte Chávez, los gringos mostraban su macabra sonrisa a la vez que se frotaron las manos de satisfacción, se congratulaban entre si, de seguro juraban que lo demás es…carpintería.

Los planes imperiales de desmoronamiento de la Revolución Bolivariana vienen desde la propia insurgencia cívico militar del 4 de febrero de 1992 porque ese era el parto que ellos se esperaban después de los terribles sucesos del Caracazo.

El pueblo se fue uniendo en torno al liderazgo y los planteamientos del Cmdte. Chávez, premonitoriamente ante de su partida física designó a Nicolás Maduro como su sucesor en la magistratura presidencial.

El imperio y la oligarquía pitiyankis pensaron que el mandado estaba hecho y que la transición de la granitura de Chávez a la fragilidad de Maduro ahora todo sería más fácil. Los vapores emanaban por las chimeneas de los laboratorios de guerra sucia, acaparamiento, cortes de electricidad y toda una gama de estrategias que habían surtido efecto en el derrocamiento de otros gobiernos en el mundo por qué no lo habrían de tener en Venezuela.

De entre muchos aspectos destaco que si existe una militancia consecuente, así como amplios sectores del pueblo en todas sus expresiones laborales, sociales, que si ha retoñado la esperanza y se ha continuado con el legado del Cmdte Chávez e inclusive a consciencia que aún nuestro proceso revolucionario tiene sus fallas, sus imprecisiones, pero que grandeza de ese pueblo: entendió que en el recién proceso electoral del 14 de abril había que apoyar a Nicolás Maduro porque lo primero, primerito, es contar la Patria, la Independencia, la Soberanía con el entendimiento que una vez cumplida esa fase en un tiempo pertinente, políticamente inmediato, ordenar lo que hay que ordenar en el seno de las filas revolucionarias, en el direccionamiento de la institucionalidad del Estado y del Gobierno; pero repito el pueblo entendió y es lo que satisface que el pueblo entendió lo estratégico tanto para Venezuela como lo que significa Venezuela en el concierto de naciones, quien puede negar que la votación por Nicolás Maduro fue y es la ternura del pueblo venezolano con los otros pueblos hermanos del mundo.

Cuan grande es nuestro pueblo, cuan heredero de las glorias patrias y llena de orgullo nuestro pueblo, porque el pueblo a pesar de las intensas campañas imperiales y de la oligarquía pitiyankis, de querer sembrar intrigas, de cizañas, de desmoralización, crear división en filas revolucionarias, abonar la desazón, el pueblo con su dolor a cuesta por la ausencia del Cmdte Chávez entendió las lecciones que él nos dio en todos estos años de pedagogía política, ya que primero es lo primero: Es tener Patria, Independencia, Soberanía luego con la pertinencia del caso hay que limpiar la casa.

Dice un aforismo: Es preferible equivocarse con el pueblo que acertar sin el pueblo.

Ahora viene la tarea del tesón, de la crítica, de la autocrítica, en donde quien pierde la paciencia pierde la batalla, donde no haya la odiosa división de la intelectualidad y quienes están en las comunidades bregando con todas las vicisitudes propias de la lucha de clases y de las contradicciones, hay que pensar y actuar cada quien en el espacio donde le corresponde actuar.

Pero si algo tenemos que entender es que estamos en presencia de un desorden creador y canalizar todas esas expresiones, todas esas expectativas, no se resuelven con un “grito vagabundo” ni una condescendencia ciega, todo lo dicho acá, obliga a revisar que es la militancia social, la militancia política, la militancia internacionalista; pues, la militancia por la causa mundial de un conquistar un mundo mejor.

Basta ver la historia de la humanidad, los procesos sociales no se miden por años, ni biológicamente, ni en la voluntad personal de alguien o de algunos, son procesos socio- históricos; es allí donde se crece el pueblo venezolano, el saber que se ha enfrentado y se enfrenta al imperio más poderoso que la humanidad haya tenido y como el pueblo venezolano en su quehacer sin la perfectibilidad de los y las amantes de la perfección ha estremecido los cimientos del mundo colonizado por los Imperios y decreta con su votación a favor del Candidato de la Patria el pasado 14 de abril, seguir teniendo patria, soberanía e independencia.

Pasamos ahora a un escenario superior que exige nuevos requisitos y las modalidades conspirativas del Imperio ellos las afinaran pero hay que prepararse para resistir y vencer, no nos derrotaran teniendo Patria, Soberanía e Independencia.

¡Cmdte Chávez, no araste en el mar!

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