Es sabido que la crítica es un elemento importante en cualquier proceso de construcción de una sociedad, de una obra o de un proyecto. Si no existe una crítica fundamentada o bien argumentada acerca de las opciones que se tienen para edificar cualquier cosa, no será posible conseguir un resultado óptimo o medianamente equilibrado acerca de cualquier plan que nos propongamos, para dar forma a ese presente en continua prospección que llamamos futuro.

En la Venezuela actual uno de los problemas que está castigando más a las personas es el alto precio de los artículos de consumo en todos los rubros, desde la comida y las medicinas, pasajes, ropa, productos de limpieza y aseo personal: todos los precios se rigen por el dolar today, con lo cual se están dolarizando y subiendo de manera exponencial día a día, y el Estado, el gobierno no toman medidas severas para evitar esta situación. Yo creo que debe haber un pronunciamiento urgente del gobierno en esta materia, pues de lo contrario pudiera haber una implosión social de toda la población.

Aquí no se trata sólo de resistir -como efectivamente lo estamos haciendo todos- los embates del gobierno de Estados Unidos y sus aliados contra Venezuela, o de firmar masivamente contra Donald Trump, su bloqueo y sanciones contra nuestro país, usurpando además las cuentas y activos en bancos del extranjero, el robo descarado que han hecho de nuestros recursos financieros y empresas como Citgo; o del emprendimiento que todos los venezolanos debemos implementar para producir nosotros mismos los bienes alimentarios, textiles y otros, sino que el gobierno debe tomar medidas radicales contra los comerciantes que se prestan para mantener una creciente inflación, sin ningún control por parte de las autoridades en la materia. Lo están haciendo descaradamente en nuestras narices. Las autoridades deben controlar esta situación, ideando sistemas de control sobre los precios de los productos básicos en todo el país, e implementar sanciones que detengan esta situación; de no ser así, se va a tornar en algo insostenible y va a ir en detrimento de los esfuerzos que hace el Estado para progresar en otras materias.

El dólar today está haciendo un daño tremendo en nuestra ciudadanía, pues no se trata sólo de un problema monetario, sino de un problema de credibilidad política que puede afectar gravemente el funcionamiento del Estado, dando al traste con otros importantes programas que se han creado en favor del pueblo.

Los comerciantes se sienten cómodos, a su aire, montan negocios de la noche a la mañana con lujosos mobiliarios y colocan frente a las cajas y en la vigilancia a ciudadanos venezolanos como dependientes, mientras ellos, los dueños, árabes, italianos o portugueses, están ocultos o en segundo plano para que los consumidores no puedan reclamarles.

El gobierno debería diseñar una política económica tanto en materia cambiaria como financiera, para buscar un equilibrio de la situación, y que el pueblo sienta el respaldo de un Estado que verdaderamente lo protege, y está pendiente de su bienestar.

En el gobierno hay suficientes economistas, planificadores, investigadores e intelectuales que ya han sumado aportes para buscar la solución a la crisis económica - crisis producto de la crisis sistémica del capital- porque si el Estado es el único que aporta las divisas (97%) y los empresarios el 3%, entonces cómo le explicamos al pueblo que no podemos hacer nada con los comerciantes usureros y especuladores, o cómo permitimos que en el nombre de nuestra moneda el Bolívar -la cual además proviene del nombre de nuestro Libertador-- comercien y trafiquen con ella, vuelvan añicos su valor y sea el dólar quien rija nuestra economía y acogote al pueblo cada día de manera criminal. Porque, -estemos claros- es un crimen el que se está cometiendo hoy con la imposición de un dolar today como diferencial que rige los precios de los productos; no sólo de los importados sino los hechos aquí pues en efecto hemos visto cómo ha crecido la producción nacional.

El fantasma de la inflación inducida por el dólar today no se queda en lo puramente económico, sino que traspasa esos límites y se convierte en un ente contaminante que viaja hacia otras zonas: contamina la vida del campo, prostituye a los productores sanos y a los transportistas, crea roscas y círculos de revendedores y bachaqueros, entroniza a nuevas mafias de comerciantes que pronto se replican como virus; violenta la mínima ética que debe persistir en el tramado de la ciudadanía, trasladando todo valor humano al mero hecho mercantil, es decir, mercantiliza y prostituye las relaciones humanas, pues cada quien ve en ello una manera de enriquecerse rápidamente, en detrimento del tejido social donde debe existir el respeto, rompiendo los valores de la ciudadanía, negando así las normas y las leyes. Por eso legisladores, alcaldes, gobernadores, concejales que han sido elegidos por el pueblo, todos debemos alertar sobre esta plaga del dólar today que se ha venido extendiendo en el país, y que tenemos el deber de detener por cualquier medio, antes de que sea demasiado tarde.