De cómo la derecha se prepara nuevamente para asaltar el poder en Venezuela
- Opinión
Fue el 27 de junio de 2017, cuando el entonces efectivo del CICPC Oscar Pérez, en el marco de los actos terroristas liderados por la extrema derecha venezolana, atacó con granadas y disparos las sedes del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz, y la sede del Tribunal Supremo de Justicia en la capital, Caracas. Afortunadamente en aquella oportunidad, no hubo víctimas fatales que lamentar, tomando en cuenta que los objetivos de esos blancos fueron periodistas que celebraban un agasajo en conmemoración de su día (alrededor de 80 personas aproximadamente), por parte del ministro M/G Néstor Luis Reverol Torres, y un preescolar cercano a la sede del máximo tribunal de la República, y que presta servicios a hijos de trabajadores de la referida institución.
El 6 de agosto del año 2017, se dio posteriormente el ataque paramilitar al Fuerte Paramacay, ubicado en el municipio Naguanagua, en el área metropolitana de Valencia, estado Carabobo, liderada por el capitán desertor de la GNB; Juan Carlos Caguaripano. Dicha acción terrorista fue bautizada como “Operación David”, y de acuerdo a algunos indicios, estaba articulada con la iniciada por Pérez, como la detallamos en el párrafo anterior.
Cabe destacar que dicha acción terrorista ocurre luego de la elección y posterior instalación de la Asamblea Nacional Constituyente, los días 31 de julio y 4 de agosto, respectivamente, y que fue convocada por el presidente Nicolás Maduro el 1 de mayo de 2017, en el marco de una multitudinaria movilización de la clase obrera venezolana. En aquella oportunidad, los terroristas que lograron escapar se llevaron consigo el siguiente armamento: 500 fusiles AK-103 y 500 cargadores de ese tipo de fusil; 50 lanzagranadas múltiples de 40 mm; 140 granadas de 40 mm; 80 bayonetas, 60 pistolas. Este material bélico fue colocado en un vehículo Toyota con placas militares y extraído de la correspondiente instalación militar.
Semanas después de ocurrido ese ataque, el ex funcionario policial apareció repentinamente junto a jóvenes que protagonizaban actos terroristas en la Plaza Francia de Altamira, publicando varios videos llamando a la disidencia y a la rebelión contra el gobierno de Nicolás Maduro, además de participar en varias entrevistas para la cadena televisiva estadounidense, CNN en español.
El 9 de diciembre de 2017, el mismo Oscar Pérez participó junto a un grupo de mercenarios y paramilitares al asalto del comando de la Guardia Nacional Bolivariana, ubicado en Laguneta de la Montaña, en el estado Miranda, donde en aquella oportunidad, los asaltantes, luego de someter a los efectivos militares (lo cual fue colgado en un video de la plataforma youtube) se fugaron con 26 fusiles marca Kalashnikov, modelo AK-103 y 67 municiones de pistolas 9 mm.
Pero el 15 de enero de 2018, y luego de labores oportunas de los cuerpos de seguridad e inteligencia, con el despliegue de varias brigadas y funcionarios del CONAS, SEBIN, DGCIM, GNB, FAES de la PNB y Policaracas, se implementó la “Operación Gedeón”, donde resultaron abatidos varios integrantes de la célula terrorista participantes de la “Operación Génesis”, uno de ellos, su líder, Oscar Pérez. No se trató de una ejecución extra judicial como medios de difusión vinculados con conglomerados comunicacionales hegemónicos quieren hacer ver, sino de la resistencia a la autoridad que hubo en dicho operativo policial-militar, donde hubo que hacer uso diferenciado y proporcional de la fuerza, incluso la potencialmente mortal.
Hacen propaganda con haber dado de baja a un grupo terrorista de altísima peligrosidad que representaba Oscar Pérez y sus acompañantes, pero nadie lamenta las muertes de dos funcionarios policiales y de Heiker Vásquez, quienes fueron asesinados a traición por el mencionado grupo mercenario, haciendo creer que se entregarían pacíficamente, lo cual, lamentablemente no fue así.
Ahora, el denominado “bobo de la yuca”, ha señalado que despliega una nueva operación, y la ha denominado como “Operación Libertad”, pero esto hay que tomar debida nota, debido a la peligrosidad que dicha acción implica y conlleva.
Los ítems de la mencionada acción, a mi juicio son muy peligrosos, ya que señala el “presidente” autoproclamado tiene que ver con la organización de cuadros sindicales y laborales afectos a la derecha, a fin de que éstos “tomen el control de sus áreas de trabajo”. ¿Sería esto con claros fines desestabilizadores y desplegar acciones de sabotaje dentro de ministerios, empresas públicas y demás instituciones del Estado venezolano?
Lo mismo aplica cuando éste señala sobre la “conformación de comités de ayuda y libertad de calle de Venezuela”. ¿No constituirá esto la conformación de células terroristas en barriadas y urbanizaciones para el despliegue de acciones y activación de grupos generadores de violencia?
Y el tercer ítem, referido al de “iniciar dentro de las fuerzas de seguridad y la Fuerza Armada Nacional la preparación de fuerzas constitucionales para la Operación Libertad”. Nótese como un primer detalle, como es eliminado el adjetivo de “Bolivariana” dentro de la denominación de nuestro pueblo uniformado, y segundo, como de manera abierta se llama a la conformación de grupos mercenarios y paramilitares para el asalto del poder, para la próxima marcha opositora que pretende ser conducida hacia el Palacio de Miraflores y reeditar otro 11 de abril como el del año 2002.
En ese sentido, el ministro del Poder Popular para la Comunicación e Información y Vicepresidente Sectorial de Comunicación, Cultura y Turismo, Jorge Rodríguez Gómez, en sendas ruedas de prensa durante los días 23 y 25 de marzo respectivamente, alertó sobre el ingreso de grupos mercenarios y paramilitares, con el fin de desplegar acciones terroristas sobre instalaciones y estructuras de servicios públicos esenciales y sistemas de transporte masivos, además de la ejecución de asesinatos y ataques selectivos tanto a dirigentes de la oposición como del Gobierno Bolivariano.
Importante es de destacar que la segunda rueda de prensa de Rodríguez, del lunes 25 de marzo de 2019 desde el Palacio de Miraflores, ocurre dentro del contexto de registrarse el segundo sabotaje de envergadura al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) que afectó a localidades de 14 estados de la geografía nacional, importante dato que debemos destacar en estas líneas.
Rodríguez, además de demostrar las conexiones e implicaciones de manera directa de la organización Voluntad Popular, la cual debe ser catalogada como terrorista, ocurren en el marco de la visita del equipo técnico de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, y a la víspera de la visita dela Alta Comisionada de esa instancia, Michelle Bachelet a Venezuela. Importante es de destacar que la propuesta de la venida al país de esta alta funcionaria obedece a invitaciones formuladas por personeros del Estado venezolano, uno de ellos del propio Presidente de la República Bolivariana, Nicolás Maduro Moros, para que Bachelet pueda comprobar in situ, la real situación de Derechos Humanos en el país.
Ha sido vital y estratégica la actuación de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana, del despliegue de nuestros cuerpos de seguridad e inteligencia, así como la labor del Sistema Bolivariano de Comunicación e Información que, pese a enfrentar aún fallas estructurales, han ido mejorando, a mi juicio, su capacidad de reacción y respuesta, demostrando que estamos aprendiendo de cada ataque y agresión, contribuyendo a la neutralización de los planes violentos y criminales que pretenden sumirnos en la inestabilidad política, el caos y la ingobernabilidad.
Es importante que tengamos claro que los operadores políticos del fascismo nacional e internacional no cesarán en su empeño por robarnos la paz y tranquilidad, y buscarán escalar en la agresión contra la Patria de Bolívar y Chávez. Manejan escenarios como la guerra civil hasta de proveer del necesario casus belli para justificar una acción militar mucho más directa por parte de la administración Trump, sobre territorio venezolano.
Estas acciones, es de destacar, y recordar en algunos casos, buscan la destrucción del Estado- Nación venezolano. El imperialismo ha encontrado la manera más fácil de intentar el derrocamiento del gobierno legítimo y constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, sin que ello le cueste medio, y es con los propios recursos que nos bloquean y roban, los mismos que hacen falta para los alimentos, medicamentos, insumos y servicios necesarios para garantizar el bienestar de la población, los cuales están siendo utilizados para la actual desestabilización y ataques. Buscan llevar al mínimo la producción petrolera y propiciar el colapso de PDVSA; la precarización y deterioro de las condiciones de vida de la población, eso sin contar que pretenden volver al país en un gran psiquiátrico.
Evidentemente mientras el fascismo promueve y ejecuta a través de la activación de grupos generadores de violencia diferentes acciones de calle a fin de generar las condiciones proclives para incrementar el caos, la inestabilidad política y la ingobernabilidad, también buscan escalar en las acciones militares (internas y externas, mercenarias, paramilitares o de grupos de fuerzas especiales de fuerzas militares regulares de países enemigos de Venezuela) que conlleven al derrocamiento del actual Jefe de Estado venezolano.
El fascismo criollo, articulado con sus pares internacionales se prepara para un nuevo asalto al poder en Venezuela. Pero la orden de operaciones y línea de actuación la ha fijado el Primer Mandatario Nacional y Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana desde hace rato:
1.- Nervios de acero.
2.- Calma y cordura.
3.- Máxima conciencia y movilización.
Por supuesto estamos conscientes que estas apreciaciones y análisis nos colocan en el ojo del huracán, y nos hacen potencial blanco de estas acciones terroristas. Pero es en esos momentos cuando recuerdo la máxima del prócer argentino José De San Martín, cuando señaló: “Cuando la Patria está en peligro, está permitido todo, excepto no defenderla”.
Esa es la tarea que debemos asumir.
Juan Martorano
Abogado, activista por los Derechos Humanos, militante revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas
http://juanmartorano.blogspot.com
http://juanmartorano.wordpress.com
@juanmartorano
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