Derechos humanos, afrodescendientes y neoliberalismo en Nuestra América
- Opinión
Este lunes 10 de diciembre, se cumplen setenta años de la declaración sobre Derechos Humanos elaborado por la Organización de las Naciones Unidas en diciembre de 1948, tres años después de haber culminado la segunda guerra mundial y el surgimiento de Estados Unidos como policía y potencia económica mundial. Esta declaración es el vientre de las convenciones y pactos internacionales que posteriormente irían emergiendo desde el seno de esta organización para ayudar a los seres humanos ante los conflictos y constante violación de esta declaración que nos han abatido en esas últimas siete décadas. En un boletín reciente la Organización de las Naciones Unidas expreso:
“Este año celebramos el 70º aniversario de la Declaración. Por eso, hemos lanzado una campaña con la que queremos destacar la trascendencia de este documento histórico, que proclamó los derechos inalienables inherentes a todos los seres humanos, sin importar su raza, color, religión, sexo, idioma, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, propiedades, lugar de nacimiento, ni ninguna otra condición. Es el documento más traducido del mundo y está disponible en más de 500 idiomas.
La Declaración, cuyo borrador redactaron representantes de distintos contextos jurídicos y culturales de todo el mundo, expone valores universales y un ideal común para todos los pueblos y naciones. Además, establece que todas las personas tienen la misma dignidad y el mismo valor. Gracias a este documento y el compromiso de los Estados con sus principios, la dignidad de millones de personas ha mejorado, y se han sentado las bases de un mundo más justo. Aunque aún quede camino por recorrer para que las promesas que recoge se cumplan plenamente, el hecho de que haya perdurado en el tiempo es una prueba inequívoca de la universalidad imperecedera de sus valores eternos sobre la equidad, la justicia y la dignidad humana”.
Afrodescendientes entre el exterminio racial y la exclusión
La aplicación de la declaración de Derechos Humanos y la Convención Contra la Discriminación Racial, tanto en Estados Unidos como en América Latina, ha sido anestesiada casi en su totalidad, en otras palabras ha sido violada bajo anestesia permanentemente en los últimos años ante la mirada pasiva de los gobiernos y los mismos organismos internacionales, pese que en algunas oportunidades han intervenido sin mayor impacto en las instancias gubernamentales de esos países, como en los casos de los informes elaborados por el Grupo de trabajo Afrodescendientes de la ONU, realizados en Estados Unidos y Colombia, bajo la dirección de la doctora Mireille Fanon, los cuales arrojaron unos indicadores terroríficos contra las y los afrodescendientes.
En Estados Unidos viven más de cuarenta millones de afrodescendientes a quienes aún no se les garantizan su derecho a la vida, se sospecha de ellos como delincuentes por su fenotipo racial o nivel social. Desde la ciudad de Ferguson, pasando por Baltimore, New York, Minneapolis, Florida, en los últimos años el exterminio racial se ha impuesto. En América Latina y el Caribe viven cerca de 150 millones de afrodescendientes que, sumados a los casi cincuenta en USA, humanos totalizan doscientos millones. Pero para esos ciento cincuenta millones en América Latina, últimamente, con la llegada al poder de gobiernos como los de Argentina y Brasil, han recrudecido la exclusión, pero el peor de todos y el país que tiene el mayor índice de exterminio racial es Colombia, lo cual se ha profundizado con el gobierno del presidente Duque, quien, además, es el primer gobierno “Chulo” en materia migratoria de toda América Latina haciendo una recolecta millonaria para supuestamente apoyar a migrantes venezolanos en ese país, con una recaudación que pasa los cien millones de dólares.
Colombia es líder en América Latina en asesinatos selectivos de líderes y ligerezas afrocolombian@s, seguido por Honduras en el que prevalece el desplazamiento, encarcelamiento y asesinatos de líderes afrohondureños y garífunas. Lamentablemente, la presidenta del Consejo de Derechos Humanos se hace la vista gorda ante estos exterminios raciales y pone énfasis en atacar al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.
CHU CHE RIAS
——-Segunda cosecha de cacao, a nivel nacional. El cacao en grano nivel internacional se está cotizando más caro que el petróleo. En la primera cosecha de este año por la vía legal se vendieron al exterior cerca de ochenta toneladas, sin tomar en cuenta el contrabando. ¿Cuántas toneladas se venderán en esta segunda cosecha y cómo las comunidades afrovenezolanas se beneficiaran de estas ventas?….¿Por qué no lo procesamos en Venezuela? También se está vendiendo al exterior la manteca de cacao que es más cara aun ¿Y el valor agregado que soñaba Chávez? ¿Volvió la Compañía Guipuzcoana pero vestido de criollos?
———-El desplazamiento de las comunidades rurales afrovenezolanas hacia las capitales de los municipios sigue en ascenso ante la agudización de la inseguridad, y en el caso concreto de Barlovento el plan de prevención para trabajar con jóvenes ni del gobernador Héctor Rodríguez ni el Ministerio de Justicia, a quienes se les planteo ese proyecto, no se ha recibido respuesta.
--------- Escuche Cimarroneando desde el sur con Jesús Chucho García todos los jueves a las 2pm por la Radio del Sur.
Del mismo autor
- Afrodescendientes y los retos del presente 06/04/2022
- Un funeral Jazz para New Orleans 01/09/2021
- “Yo (no) soy tu negro” 06/05/2021
- Pandemia, soledad y afroresiliencia 22/03/2021
- Cecile Fatime: cimarrona afrodescendiente 10/03/2021
- Haití la rebelión permanente: ede nou goumen 12/02/2021
- 2021...el trumpismo continúa con el bideismo 29/01/2021
- La caída del IV Reich: Donald Trump , ascenso y fracaso 23/12/2020
- ¿La xenofobia, el machismo y la violencia racial fueron derrotados en USA? 17/11/2020
- Qué decidirá el pueblo estadounidense en las próximas elecciones? 16/10/2020